Cagarse de miedo

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Los humanos somos por naturaleza cobardes, hay muchas cosas que no entiendo de las personas, cosas que siempre han hecho y a mi me han desconcertado porque no las entiendo, en esos momentos me siento como si fuera de otro planeta, como si fuera de otra raza.

No entiendo cosas como el egoísmo, perseguir solo el dinero, son cosas que a mi particularmente ni me vienen ni me van pero que todo el mundo lo hace y se asume que todo el mundo quiere eso, lo mismo ocurre con el miedo.

En la película de Batman – El caballero oscuro, una de mis favoritas, la película es muy complicada pero habla de los humanos, su egoísmo y su cobardía, en la escena final el Joker hace una especie de experimento social, en un barco pone a gente normal y en el otro a delincuentes y a ambos les da un detonador para volar el otro barco, cuando lo hagan estarán seguros y el detonador de su barco se desactivará.

Los «normales» quieren volar el barco contrario por su cobardía, por el no querer morir y así buscan todo tipo de justificaciones: «solo son presos» (aunque haya policías parece que les da igual), pero lo más gracioso es que nadie se atreve a pulsar el botón pero tampoco lo impiden, ahí actúa muy bien la cobardía humana y refleja muy bien como son las personas. (Esto lo entendí bien gracias a: El caballero oscuro – de que va realmente)

Pesé a que siempre se ven peleas y demás, creo que son más casos puntuales, es decir, se tienen que dar determinadas condiciones para que dos personas se atrevan a pegarse, he entendido inconscientemente estos puntos y siempre los he probado al máximo, no porque sea un loco y esté pirado o busque «juerga», sino porque confío bastante en mis pensamientos respecto al mundo y soy totalmente congruente con cada uno de ellos.

A los 14 años me atracaron la primera vez que fui a una discoteca fuera de mi pueblo. Un amigo mío salió corriendo dejándonos tirados, el otro que supuestamente era muy valiente, les dio el dinero, su teléfono móvil y no se atrevió a mover ni un músculo. Yo me quedé a 5 metros diciéndole: «pasa de ellos, vámonos», alejándome y aunque me amenazaran con una navaja no les di absolutamente nada, pues estaba muy seguro de que no la iban a usar y así fue.

La gente no va apuñalando o matando así porque si, además se nota en su forma de actuar, se tienen que dar unas circunstancias muy especiales para que eso pase. Por ejemplo, cuando un maltratador pega a su mujer no es que sea un hombre valiente, ni mucho menos, simplemente a parte de estar mal de la cabeza tiene la confianza necesaria con la otra persona y se ve con mucho más poder que ella para poder agredir. Pero fuera de ahí un maltratador es un cobarde asustadizo.

Si bien es cierto que alguien ha intentado salvar a una chica maltratada y ha recibido una paliza del maltratador ha sido por determinadas circunstancias. Si alguien se acerca valiente a un maltratador y defiende la maltratada con mucha seguridad y se muestra intimidante probablemente ahuyente al maltratador, pero si te acercas con miedo y muy alterado probablemente provoques más al maltratador y le provoques el estado emocional suficientemente alterado como para que te agreda.

Y es que los humanos somos muy parecidos a los animales, si entiendes su psicología puedes asustar hasta el más loco de todos. Por ejemplo, quedarse mirando a alguien que te ha amenazado con aspecto muy tranquilo, sin decir nada y mirándole directamente a los ojos pone muy pero que muy nervioso.

En una ocasión sentado en un banco me intentaron atracar de un modo un tanto cutre, me quedé  ignorando a esa persona y esa persona insistiendo, de repente, le miré fijamente a los ojos sin decir nada unos 10 segundos y luego me fui tranquilamente, esa persona no hizo nada, se debió quedar muy descolocado. Obviamente esa persona iba con 3 personas más sino hubiera hecho otra cosa para ahuyentarle y es que una persona va a cagarse de miedo si sabes como hacerlo.

Las personas tienden a pensar que un desconocido puede ser un potencial psicópata aunque es tan probable o más que uno de tus amigos sea un psicópata. Así que jugando con este principio y transmitiendo mediante tu lenguaje corporal que puedes ser muy, pero que muy imprevisible puedes infundir más miedo que sentar a esa persona en segunda fila en una película de miedo al estilo La matanza de Texas.

Este principio también lo he aplicado ante la chungillos de disco, pub… En alguna ocasión después de hablar con alguien he oído: «¿Qué te ha dicho, que le voy a partir la cara», por el tono de voz he notado su chulería desmesurada, me he girado y le he dicho: «¿Me has dicho algo?. No lo digo con tono agresivo, lo digo con tono amable y simpático pero acercándome bastante. Si notara esa persona empastillada o alguna otra emoción que denotara predisposición a mucha violencia no hubiera hecho nada, pero las circunstancias me indicaban que ese tipo solo quería hacerse el macarrilla.

Esto desconcierta la otra persona ya que alguien que no es agresivo, que apenas ladra parece alguien que no sabes por dónde puede salir, demasiada seguridad, eso es que guarda un AS debajo de la manga. Así que esa persona me dijo: «no, no… nada, perdona». Él quedó como un fantasmilla y yo quedé como un tipo bastante valiente aunque no lo había sido.

Si me hubiera girado y hubiera empujado a esa persona e insultado probablemente nos habríamos terminado pegando sin sentido, pero al saber hacerle cagarse de miedo esa persona prefiere dejarlo correr antes de descubrir si soy el jefe de la mafia, un psicópata o alguien que esa noche quería ver morir a alguien.

Todos nos cagamos de miedo

Por muy grande que sea un tipo o valiente sea una mujer podemos infundirle muchísimo miedo. Hasta ese tío duro y cachas que siempre busca problemas tiene miedo de algo y se le puede provocar miedo. En el colegio me fijé que dos niños no hacía falta que se pegaran para tenerse miedo y respeto, solamente era como un baile de machos, lenguaje no verbal en el cual se infundían miedo y en otros casos una de esas personas se linchaba a ostias con otra que era más grande que la anterior. ¿Por qué? Porque la más delgada le había sabido infundir miedo y la otra no.

Así que si sabes puedes infundirle miedo a cualquiera, hasta a un asesino en serie o el mafioso más malo del planeta. Ten en cuenta que ellos también se asustan con noticias falsas que lanzan los medios de comunicación estilo la gripe porcina.

Los medios de comunicación saben que cuando la gente se caga de miedo, eso sube la audiencia y hace que estén pegados al televisor, realmente es una emoción muy potente. Por eso retransmiten un atentado, asesinato o la gripe porcina como si fuera un partido de fútbol, porque sabe que da miedo y la gente necesita informarse para sentirse segura e informada.

Muchos de los que están enganchados ante noticias así son los cachas chulitos o ese al que nunca le han metido una paliza, esos seres tan valientes son los primeros en llorar y coger una depresión de caballo debido al miedo en cuanto entran en un hospital.

Lo que quiero decir es que todo el mundo se caga de miedo, puedes hacer sentir el miedo a cualquiera si sabes como, por muy valiente que esa persona parezca. Todo el mundo dice: «cuando me lo encuentre…» , «le voy a partir la cara» pero luego cuando lo tienen delante se hacen los despistados.

Hay muchas cosas que yo odio y una de ellas es ser un bocazas, para no convertirte en uno de ellos no hables, simplemente actúa.

Las amenazas son para los cobardes, alguien valiente no necesita amenazar ya que el objetivo de la amenaza es infundir miedo y tú no necesitas infundir miedo si realmente vas a actuar. Por eso no te quejes en casa cuando alguien se te cuele en la cola del DNI, quéjate directamente a esa persona.

No digas: «le voy a decir cuatro cosas» o «se va a enterar» simplemente cuando veas a esa persona ve hacia ella y díselo. Si no actúas con valentía terminarás siendo una persona cagada de miedo que habla mucho y hace poco, y en estas situaciones quizás creas que no sea importante, pero eso se traslada a todos los ámbitos de tu vida y si no eres valiente para eso menos para afrontar una operación o pedirle un más que justo aumento de salario a tu jefe.

Tampoco es cuestión de que disputes con todo el mundo ni que te pegues con todo el mundo, eso no hace falta nunca, pero si que transmitiendo valentía puedes hacer muchas cosas sin llegar a confrontarte ni pelearte. Tienes que saber como actuar para no llegar nunca a las manos, sobretodo tienes que tener mucha intuición y calibración.

Yo solo me he pegado una vez en mi vida, fue sobre los 19 años cuando mi compañero de piso de Tarragona me robó la fianza y el muy tonto iba a mi mismo instituto. Me sacaba 2 cabezas y estaba más fuerte que yo, pero lo saque del bar al pasillo y le di un buen par de golpes, el callado y asustado se limitó a decirme: «que no ves que soy más fuerte», «que no ves que soy más fuerte», pero no me dio ni un golpe, estaba literalmente acojonado como un cobarde y esto solo fue porque yo le demostré una seguridad que le transmitía que si me daba un solo golpe me hubiera dado la justificación necesaria para desahogarme a golpes de ira pura y dura.

No hay que pegarse nunca, esa situación fue la primera vez que lo hice y lo hice porque lo necesitaba, después de años de ser mangoneado en el instituto y callarme como una puta siempre que me pegaban, aprendí a ser valiente y si no le hubiera pegado a esa persona y hubiera dejado que me mangonearan otra vez me hubiera sentido un miserable.

A veces la opción que eliges no es la más adecuada pero si que es la más adecuada para ti, en tu situación y en ese momento. Por eso digo que las decisiones de tu vida siempre tienes que decidirlas tú, ni tu padre, madre, amigos, esposa…

¿Y tú eres un valiente o eres de los que les gusta cagarse de miedo?