Hoy vamos a iniciar una serie de artículos sobre cómo liderar en determinados tipos de empresa o situaciones típicas. Empezamos con este artículo sobre cómo liderar en un restaurante, que es un negocio que muchos optan por poner después de trabajar una temporada en un establecimiento parecido. Junto a las tiendas diversas, los restaurantes son los emprendimientos más habituales así que vamos a contarte cómo tienes que funcionar tú para que tu negocio funcione y tus trabajadores den lo mejor de sí mismos.
Es un artículo que también te servirá si trabajas para otros y estás al cargo del local o si quieres hacer méritos para convertirte en el gerente de un local de restauración. Un restaurante, es muy diferente de un bar de copas ya que la materia prima es perecedera y se tiene que gestionar muy bien las compras para que no queden excedentes que se estropeen. El primer consejo que te voy a dar es que planifiques una carta asequible, piensa que siempre vas a tener que tener de todo en tus neveras para poder hacer cualquier plato que te pidan los clientes, y si la carta es muy amplia y los clientes todavía no llegan va a sobrarte una gran cantidad de comida. Cuanta menos variedad tengas menos tendrás que comprar, menos posibilidades tienes de tener que decir que no puedes hacer un plato a un cliente. Por tanto, menos en este caso es más. Más seguridad a la hora de hacer la compra y menos margen de error en caso de no comprar de todo.
A parte de saber gestionar bien tus recursos vas a necesitar saber gestionar a tus empleados, que es de lo que queremos hablar en este artículo. Gestionar personas es una forma de liderar y en un restaurante, en el que vais a trabajar todos bajo presión, necesitarás gestionar a tu personal milimétricamente. Ganarte su respeto y si puede ser caerles bien y fomentar un buen ambiente de trabajo. Esto lo consiguen más fácilmente las personas carismáticas, por ello te recomiendo nuestro vídeo curso Cómo liderar, liderazgo carismático
Cómo llevar tu restaurante al éxito
Ser un buen líder en un restaurante depende de ti, y el éxito del local dependerá en parte de tu éxito como líder. Si haces bien tu trabajo y si el personal responde como debería, puedes tener bien claro que estarás ofreciendo calidad en todos los sentidos a tus clientes. Y eso es una gran parte del éxito. El resto dependerá del tipo de cocina que hagas, de los precios del local, de la competencia que tengas, de la ubicación del establecimiento…
Nosotros vamos a enseñarte a ser un buen líder, el resto depende, como hemos dicho de otras variables, pero si la cosa falla y el equipo funciona tendrías que evaluarlas una a una.
Ten en cuenta que el trabajo en un restaurante se divide en tres fases o etapas. La primera que consiste en la preparación de la comida que va a servirse a los clientes y que requerirá que estén los cocineros allí o por lo menos parte de ellos. En este proceso se preparan los alimentos para tenerlos a punto cuando llega los clientes y terminar el plato al momento. Por ejemplo, si vas a hacer arroces, tendrás que tener los sofritos y los caldos a punto.
Un poco antes de empezar el servicio tendrá que llegar el personal de sala para preparar las mesas para cuando lleguen los clientes.
Durante el servicio los camareros atenderán las mesas y los cocineros sacarán los platos al ritmo que estos les vayan marcando.
Después del servicio se tendrá que recoger y limpiar todo para que el día siguiente esté impecable.
Es posible que el personal tenga horarios diferentes, tal vez tengas dos equipos en la cocina uno para medio día y otro para la noche, mientras que los camareros son los mismos que vienen en dos turnos. Sea como sea cada uno de ellos tiene que saber cuál es su cometido y no hacer comparaciones en cuanto a horarios, se ajustará cada “departamento” en función de las necesidades del local.
Motivar a los trabajadores
El objetivo es dar siempre un servicio impecable, para ello nadie puede dormirse en los laureles, ni en cocina ni en sala. Todos tienen que dar lo mejor de sí mismos siempre, cada día, y cada día tienen que tratar de ser mejores que el día anterior. Eso lo conseguirás motivando al personal y haciendo que trabajen a gusto. Intenta pagar buenos sueldos y ofrecer buenos horarios, explotar al personal se nota en el servicio y de ellos depende que el cliente quede contento y vuelva al establecimiento,
Tu forma de motivarlos y de darles órdenes no puede ser desagradable ni para ellos ni para los clientes. No grites. Haz que tus clientes tengan una gran experiencia en tu local y que tus trabajadores se sientan orgullosos de lo que hacen.
Lo mejor para esto, como hemos recomendado en otros artículos sobre cómo ser un buen jefe es que les dejes libertad para trabajar a su modo. Tener una rutina es bueno en un restaurante, pero por ejemplo, cada uno de ellos debería poder atener a los clientes como le apeteciera hacerlo, vender los productos a su manera o no venderlos, según su forma de ser. Forzar a un camarero a vender algo de la carta, cuando no es de su agrado (el plato o tener que vender algo) es atender mal a un cliente, es conseguir que el camarero haga algo mal o que no lo haga y se sienta mal por ello, ya entra en el engaño en el que no me pillen y es crear un mal rollo innecesario. Esto es solo un ejemplo de los muchos que puedes tomar en un restaurante para dejar a cada uno trabajar a su manera.
Si el personal está debidamente motivado, se notará en los resultados y los clientes lo agradecerán. Este es el primer paso para gestionar un restaurante con éxito. Continuaremos mañana con otro artículo con más trucos relacionados con la restauración. Si necesitas saber cómo motivar al personal, cómo transmitir órdenes y cómo liderar de forma carismática te recomiendo nuestro vídeo curso Cómo liderar, liderazgo carismático.