Muchas personas caen en las redes de un manipulador sin ser conscientes de ello, ni durante el proceso de enganche ni tampoco cuando ya son totalmente dependientes de esa persona. La manipulación para que alguien sienta dependencia de la otra persona se suele llevar a cabo para tener a alguien en quien apoyarse, para que el manipulador no se sienta solo, o para tener a alguien que le adora y le hace el trabajo sucio.
Es una técnica que utilizan a menudo los jefes cuando quieren que sus trabajadores rindan más, cuando quieren que se piquen entre ellos para conseguir una mayor productividad. En el ámbito del trabajo también lo hacen los compañeros jetas, aquellos que siempre consiguen que alguien les haga las cosas que no quieren hacer o el trabajo sucio.
La manipulación es sutil y pasa desapercibida porque la persona manipulada no siente una agresión hacia su persona ni tampoco se ve forzado a hacer nada que no le guste. Ni siquiera sospecha de las malas prácticas del manipulador puesto que no se siente mal tratado y cuando alguien nos trata bien solemos verle con mejores ojos, es más, queremos que siga siendo así, cada vez más. Y así arrancan este tipo de manipuladores esta situación para después tomar el control y tener a alguien enganchado y totalmente dependiente de gustar al manipulador. Manipular es algo que se puede hacer con muchos objetivos, no siempre se usa con un buen fin, y aunque no te lo creas puedes jugar contra el manipulador con sus propias armas y contrarrestar sus efectos o evitarlos por completo. Si lo deseas puedes darle la vuelta a la situación. Sobre todo esto hablamos en nuestro libro Cómo manipular a cualquier persona, en el que aprenderás a estar alerta de los manipuladores y a utilizar sus técnicas para tus propios fines, eso sí, en nuestro libro sólo te hablamos de buenas prácticas.
Este tipo de manipulación se hace para conseguir que alguien sienta tanta simpatia por ti que haría lo que fuera por ayudarte y apoyarte. Como verás, sus aplicaciones son infinitas en tantos ámbitos como relaciones humanas diferentes puedas encontrar: se da en las relaciones de pareja, con los amigos, entre compañeros de trabajo, entre jefe y trabajadores o trabajador y jefe… Siempre que uno de ellos tenga una carencia y el otro la detecte puede iniciarse la manipulación.
La primera fase consiste en gustar mucho a la persona que vas a manipular, dependiendo del ámbito lo trabajarás de una u otra forma. Si eres un chico que quiere conquistar a una chica, mostrarás lo mejor de ti de modo que ella solo vea tus cosas buenas, tendrás muchos detalles con ella, la cuidarás, la llamarás, etc. Si eres un trabajador que quiere manipular a su jefe detectarás qué es lo que más necesita el departamento y demostrarás que es justo lo que a ti te sobra. Serás el más trabajador, el más prudente pero también el más acertado, lo que necesite la empresa.
Si eres un jefe que quiere jugar con sus trabajadores serás amable y atento con uno de ellos, valorarás su iniciativa, te decantarás por él o por ella en tu toma de decisiones y le darás las mejores recompensas y los trabajos más agradecidos.
Si eres un amigo o alguien que necesita tener a un grupo de gente a su favor, vas a ser súper abierto con esas personas, nada conflictivo, aportarás buen rollo, bienestar y escucharás y animarás a todos según lo necesiten.
Como decía es básico detectar las carencias de cada uno para ofrecerles lo que más necesiten. No se trata de que les gustes sino de que te admiren.
Pasada esta primera fase la persona manipuladora entra en la fase jarro de agua fría.
En el círculo de amigos, el que antes era el alma de la fiesta de repente se siente deprimido y necesita los mimos de los demás. Todos correrán a dárselos porque él antes ha hecho lo mismo.
En el caso del jefe centrará su atención en otra persona del equipo y le dará lo que antes daba al manipulado, está empezando a manipular a otro pero a la vez continúa con la manipulación al primero.
El chico o la chica que quería enamorar empezará a hablar de sus problemas y sus miedos con su pareja, algo normal a medida que vamos tomando confianza, pero de repente se descubrirá como una persona mucho más necesitada y más insegura de lo que nunca pareció.
El truco es haber sido bueno y haber dado motivos para que los manipulados te admiren, cuando empiezas la segunda fase en todos los casos se verán obligados a darte su apoyo o a luchar por volver a verte como te vieron, es decir: quieren ayudar al manipulador a volver a ser él (en caso del jefe a que saque adelante su trabajo y te vuelva a tener como preferido).
Lo que empieza siendo un esfuerzo mínimo por apoyar a alguien que antes te ha apoyado, se convierte en una costumbre, la persona que un día te apoyó no vuelve a hacerlo nunca y se queda en eso, el recuerdo de un día. Mientras que el manipulado se siente mal por no poder ayudarle y cada vez está más preocupado por esa persona y se esfuerza más en agradarle y mostrar su apoyo y todo lo que eso conlleva. La persona manipulada pronto se encontrará haciendo cosas que no quería hacer y haciéndolas de forma habitual. Es una persona dependiente, aunque no se de cuenta, de su manipulador, que siempre necesita a alguien a su lado para hacerle sentir mejor. Recuerda que la finalidad de este tipo de manipulación es gustarte mucho, hacerse querer para después tener uno o varios adeptos que le apoyarán haga lo que haga. Luego ya se regodea en su desgracia y recibe para siempre, o eso intenta, la antención de todos.
Contra este tipo de manipulación se puede luchar, incluso puedes darle la vuelta a la situación y ayudar al manipulador a que cambie de actitud. Si quieres saber mucho más sobre la manipulación te recomiendo nuestro libro Cómo manipular a cualquier persona.
Todas tus manipulaciones me la hicieron o las hice en algún momento sin darle nombre. Esto es la vida diaria explicada en detalles. Te felicito por tu trabajo.