Es posible que hayas escuchado alguna vez hablar de la TSNR, son las siglas que corresponden a Tensión Sexual No Resuelta. Es un término que usa habitualmente en cine y televisión para hablar de la relación que hay entre dos personajes.
Esto funciona muy bien en televisión, en muchas ocasiones es la trama que aguanta una serie toda una temporada. Cada episodio cuenta una serie de anécdotas pero a lo largo de todos ellos podemos ver cómo evoluciona la tensión sexual no resuelta entre dos personajes.
Si funciona tan bien es porque todos, más o menos, conocemos esa situación, cuántas veces nos hemos sentido atraídos por alguien, que creíamos que sentía lo mismo y había esa tensión sexual tan patente y evidente. Si lo que quieres es pasar de la tensión sexual al enamoramiento te recomiendo que sigas nuestro audio curso Cómo encontrar pareja, en el que tanto hombres como mujeres encontrarán consejos valiosos para seducir a la persona que nos gusta y conseguir iniciar una relación con ella.
Razones de que exista la TSNR
La tensión sexual no resuelta o TSNR no deja de ser eso a lo que habitualmente llamamos química. Una fuerte atracción entre dos personas, que siempre es bidireccional. Es decir, tú sientes interés o atracción por esa persona y a la vez esa persona lo siente hacia ti.
A esta TSNR se le añade un componente de imposibilidad. Algo hace que estas dos personas no puedan estar juntas. Uno de los problemas habituales es que una de las dos personas sea jerárquicamente superior a la otra: profesor y alumna o jefa y empleado. Su situación es la que impide que puedan estar juntos a pesar de que entre ambos haya una clara tensión sexual. Cuanto más tiempo pasa más fuerte es.
Otra de las razones por las que estas dos personas que sienten esta fuerte atracción entre ellas es que no puedan tener una relación al estar con otras personas. Es lo que pasa entre un hombre casado y su vecina, o entre dos compañeros de trabajo casados, no entre ellos.
La TSNR no se resuelve por si sola. Lo mejor es alejarse del foco del conflicto o tarde o temprano se puede cometer un error del que es difícil salir. Cuando eres infiel a tu pareja, casi siempre te van a pillar. La TSNR se resuelve rápidamente con un encuentro sexual y habitualmente pasa a la historia.
También puede ocurrir que se despierten otros sentimientos pero la razón de ser de la TSNR es que sientas esa atracción que sabes que no vas a poder satisfacer. La insatisfacción es lo que lleva a la TSNR a mantenerse y a ser cada vez más fuerte.
Me gustas pero no te soporto
Otra opción muy habitual es que la TSNR se dé entre dos personas que no se soportan. Lo vimos por primera vez en la televisión con Luz de Luna, una serie de dos detectives privados que se llevaban como el perro y el gato pero que tenían una clara tensión sexual entre ellos. Una tensión que si no recuerdo mal nunca llegó a resolverse y por ello mantuvo en alto esa trama hasta el final.
Cuando sientes esa atracción sexual por alguien que tiene perjuicios contigo lo mejor es que juegues una táctica diferente de la de la atracción. Es posible que estemos hablando de enamoramiento, entre dos personas que no quieren ceder.
Lo primero que tienes que hacer si tienes este tipo de sentimientos es decidir si querrías estar con la otra persona, a nivel de pareja. Si somos sinceros con nosotros mismos es muy posible que reconozcamos que es así.
La táctica a partir de ese momento consistirá en enamorar a la otra persona. En conseguir que rompa sus tabús, sus perjuicios hacia ti y que reconozca, igual que lo has hecho tú, que entre vosotros hay mucho más que una simple atracción física.
Salvar la distancia a veces es difícil pero siento la atracción tan fuerte puedes tener motivos para intentarlo. Lo que no recomiendo es dejarte llevar por la pasión si lo que quieres es conseguir que la otra persona te vea como pareja. La Tensión Sexual deja de ser no resuelta en cuanto se consuma el acto sexual, así que es una baza que tienes que saber jugar a tu favor.
Qué pasa cuando se resuelve la TSNR
Pues pueden pasar varias cosas. La primera es que sea decepcionante. Tienes tantas expectativas puestas en ello y te lo has imaginado tantas veces que es casi imposible que salga bien. Así que puede ser perfectamente decepcionante. Imagínate jugarte la estabilidad de tu pareja por algo decepcionante, que cuando ya ha pasado deja de tener interés y empieza la culpabilidad.
El segundo de los escenarios es que sea fantástico, tal como lo has imaginado o mejor. Y entonces tenemos dos posibles opciones:
La primera de ellas es que ambos os deis por satisfechos y no busquéis nada más. Una vez más la TSNR ha pasado a la historia y tienes un bonito encuentro sexual que recordar.
La segunda de las opciones es que uno de los dos quiera más y el otro no. Entonces tienes un serio problema de atracción no correspondida. Es un riesgo que corres: que lo hagas, te guste y que el otro o la otra no quiera hacerlo más.
La situación posterior será mucho más frustrante que la que teníais antes. Antes lo pasabas bien imaginando, ahora sufrirás de pensar que no quiere estar contigo.
Una tercera opción, la que sería el final feliz por excelencia, consiste en que ambas personas quieren repetir y acaban siendo pareja de una u otra forma. Si llegas a este punto puede que te interese enamorar a la otra persona y asegurar que quiere estar contigo por algo más que por vuestros encuentros sexuales.
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