Si llevas un tiempo con tu pareja es posible que hayas notado una pequeña (o gran diferencia) en vuestras prácticas sexuales. Más que en la calidad de las mismas es posible que haya una pérdida o disminución del apetito sexual y por tanto de las veces que lo hacéis.
Cuando una pareja empieza, la atracción sexual suele ser lo que más notan. Antes de ser pareja, de estar juntos, habrán pasado un tiempo mirándose y deseando que por fin llegue el momento.
Durante los primeros meses, incluso los primeros años cuando no vivís juntos, es normal tener mucha actividad sexual. El hecho de no vivir con la otra persona, de no saber cuándo vas a encontrar un sitio adecuado para hacer el amor o de no saber qué día volverás a verla hace que tengamos la excitación a flor de piel.
Da igual la edad que tengas cuando empiezas con tu pareja, todos pasamos por una fase de euforia sexual. Al principio el sexo puede ser torpe ya que no nos conocemos bien pero el deseo que sentimos por la otra persona compensa lo torpes o lo imprecisos que podamos ser.
A medida que pasa el tiempo, como con el resto de cosas, el sexo se convierte en una rutina, es más difícil que nuestra pareja nos sorprenda y el hecho de que ya sea nuestra pareja hace que el deseo y la urgencia se rebajen un poco, pero seguimos teniendo una buena vida sexual.
Luego llega el momento de vivir juntos, lo normal es que pasado un tiempo la mayoría de parejas vean disminuida su actividad sexual. Esto es debido a varias razones.
En primer lugar no es lo mismo vivir con tus padres y que te lo hagan todo que tener tu propia casa y tener que mantenerla, pagar todos los gastos y tener la ropa limpia y planchada, la comida preparada, la nevera llena y la casa limpia, recogida. Además estas cosas no basta con hacerlas un día. El trabajo de una casa es muy ingrato puesto que nunca se termina. Para cuando terminas de limpiar la cocina ya tienes que preparar la siguiente comida y luego… volver a limpiar. Con la ropa pasa lo mismo, ni te digo si tienes que vestirte especialmente bien para ir a trabajar y planchar camisas o vestidos complicados o si alguno de los dos tiene un trabajo en el que mancha mucho la ropa y tienes que quitar restos de comida o de grasa de la ropa…
En resumen, llevar una casa, mantenerla a nivel económico y organizativo es muy cansado y puede llegar a ser desmotivador. Parece que cada día es empezar de nuevo.
Vivir en pareja está muy bien ya que compartes todas esas responsabilidades, creáis rutinas que os hacen únicos y especiales y compartís el día a día. Pero a medida que avanzamos en la convivencia es habitual ver disminuida la pasión o la cantidad de veces que hacemos el amor.
Esto se debe a varios motivos, algunos de los cuales son fáciles de entender puesto que, como decíamos, ya no tenemos el estímulo de la novedad del principio de la relación, pero sobretodo se debe a la rutina.
La rutina es mala para la vida sexual. Antes os he comentado que al principio de la relación siempre parece que tengamos ganas. Cuando nos vemos con nuestra pareja y tenemos la oportunidad, la aprovechamos.
Eso no pasa el vivir juntos ya que tenemos infinitas posibilidades de hacer el amor: por la noche, por la mañana, al mediodía… en la cama, en la cocina, en el salón…
Al principio de la convivencia lo habremos experimentado todo. Pero a medida que pasa el tiempo y el cansancio del día a día puede con nosotros lo más frecuente es acabar dejando el sexo para el día siguiente. Saber que tienes el lugar para hacerlo y una pareja estable facilita mucho el dejarlo para otro momento.
Poco a poco lo vamos dejando y pasamos de hacerlo varias veces por semana, o por día, a tener sexo una o dos veces por semana.
Con el tiempo las cosas no mejoran. Además las parejas pasan épocas en las que están mejor y épocas en las que están peor así que nos podemos encontrar una época en la que uno de los dos esté más activo que el otro y consiga impulsar la vida sexual pero épocas en las que, por lo que sea, la vida sexual sea lo último en lo que pensamos.
Es totalmente normal disminuir la cantidad de veces que lo hacemos, aunque siempre podemos ir mejorando la calidad. Aunque llevemos años con nuestra pareja podemos seguir aprendiendo cosas el uno del otro y por tanto ser más efectivos y mucho mejores amantes.
Esta nueva rutina sexual no supone un problema para algunas personas, pero para otras sí. Puede que uno de los dos miembros de la pareja ya esté contento pero el otro no. Mejorar tu vida sexual hará sin duda que mejore tu pareja.
Es sencillo si te lo propones y conseguirás que tu pareja sienta de nuevo la ilusión del principio. El sexo nos proporciona alivio contra el estrés, mejora los dolores de cabeza, nos deja la piel oxigenada y con un mejor aspecto y en general nos sube la moral, mejora el humor y cómo no, hace que nos sintamos más unidos a nuestra pareja.
Si quieres mejorar tu pareja y conseguir vivir como al principio tienes que hacer un esfuerzo por mejorar la vida sexual. En resumen lo que tienes que hacer es aquello de: «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy». No te contentes con un par de veces por semana. Renuncia a ver la tele un rato si hace falta cada noche para poder tener esos encuentros sexuales. Busca la manera de innovar y probar sitios o cosas nuevas. Puedes intentar jugar con algún tipo de vibrador o juguete erótico, probar cremas de masaje afrodisíacas…
Lo bueno del sexo es que cuanto más lo practicas más te apetece. Y al contrario: cuanto menos lo haces, menos te apetece. Por tanto si consigues darle la vuelta a tu propia estadística conseguirás mantener viva y apasionada tu pareja durante mucho más tiempo.
Las parejas que gozan de una buena vida sexual son más felices, insisto en que el sexo tiene muchas cosas positivas. Si quieres ser feliz en pareja mucho tiempo, haz lo posible por mejorar tu vida sexual. Notarás la diferencia.
esta demasiado bueno ese articulo de verdad que ayuda mucho a darnos cuenta de las cosas por las que estamos pasando día a día con nuestras parejas nos brinda opciones para salir de lo que creemos que no tiene salida
es muy importante para muchos seres humanos mayores tienen ente problema o desconocen sobre el tema, mandar notas para mas información muy importantes es un punto importante para un matrimonio firme y solido, y muchos somos victimas de la diabetes y se nos empeora las cosas