El otro día escuché a una pareja discutir por un bebé que iban a tener. Tal como hablaban parecía que la discusión la arrastraban desde hacía días, meses quizás. Seguro que en el momento en que se plantearon ser padres no tenían ningún problema y creían que tener un hijo era una forma preciosa de hacer crecer su relación. Un hijo puede unir mucho a una pareja, pero también puede ser la causa de graves conflictos.
Conflictos de los que no eres consciente hasta que te topas con ellos, o al contrario, conflictos que antes de encontrártelos ya los estás viviendo, que era lo que le pasaba a esta pareja.
Cuando tenemos hijos las parejas cambian y la adaptación es totalmente necesaria por parte de todos. Que una pareja haya vivido feliz durante diez años no significa que cuando tienen un hijo todo vaya a salir bien a nivel de pareja. Un hijo agota mucho, física y psicológicamente y es básico que los dos miembros de la pareja estén unidos y remen en la misma dirección.
La pareja que escuchaba discutir el otro día tenía, creo, mucho en común con tantas otras parejas. Él empezaba diciendo (desde donde yo escuché la conversación) «pues mi madre dice que…» y ella ya no le dejó ni terminar.
Gran error, una cosa es pedir consejo y una vez recopilada la información y otra tener que hacer lo que dicen otros solo porque ellos dicen que les ha ido bien. Pero el caso es que lo que pedía el futuro padre del bebé y la futura abuela, por puro interés egoísta es que la madre no le diera el pecho al bebé para ellos poderle dar biberones.
La madre insistía en que dar el pecho es lo mejor que puedes ofrecer a tu hijo y el padre decía que su madre les había dado el biberón a todos y que allí estaban la mar de sanos y felices. La discusión fue subiendo de tono, él amenazó con que cuando ella no le viera él le iba a dar biberones, para que se acostumbrara. Y ella le decía que si tenía que salir y dejar al bebé ya les dejaría su propia leche. En fin, que el padre decía que lo que él quería era ayudar, que también era su hijo y que quería alimentarle.
Entonces ella le dijo, «bien pues si también es tu hijo qué tal si lo cambiamos de barriga? Él, cómo no, le contestó que eso era absurdo, que él no lo podía hacer. Ella atajó la discusión diciendo que para alimentarle tampoco estaba programado.
No sé cómo terminaría la cosa, pero ella, bajo mi modo de ver, tiene toda la razón del mundo.
El padre decía que no era lo mismo cambiar pañales que dar el biberón, que él quería «alimentar» a su hijo. Daba una importancia al hecho de la alimentación que parecía que el resto de cosas no las tuviera.
Obviamente callé y escuché, pero no pude dejar de pensar en cómo esta pareja tiene un problema. Bueno, la chica sobretodo. Tiene un compañero que quiere colaborar no quiere compartir responsabilidades. Y quiere colaborar solo en lo que a él le apetece, que es sujetar al bebé de vez en cuando para darle un biberón.
No creo que este tipo de padres sean de los que se levanta por la noche para preparar biberones cuando por fin han conseguido echar al traste la lactancia. Con lo cómodo que es para la mujer dar el pecho sin ni siquiera levantarse de la cama, el hombre, por puro egoísmo propone dar biberones.
Tras escuchar aquella conversación me puse a pensar en cómo puede ayudar un padre cuando llega un bebé. No es que crea que los padres ayudan sino que creo que todo lo que ocurre en casa es responsabilidad de las dos personas y comparten tanto la responsabilidad como la ejecución de las tareas. Pero creo que diciendo que el padre ayuda nos entendemos todos.
Mantener la pareja tras tener un hijo es fácil si todos colaboran como es debido. Si el padre no se siente desplazado por la llegada del bebé, si la madre se siente cuidada y apoyada en sus decisiones… No hay nada más tierno que ver al hombre que quieres con tu hijo en brazos por primera vez, así que es fácil que ese bebé os de un nuevo enamoramiento. Pero también es fácil que os distancie y que las cosas se tornen mucho más complicadas.
La madre está mucho más cansada que el padre, fabrica leche para el bebé y duerme poco y mal. El padre puede apoyarla en todas las tareas domésticas para que las cosas no se queden por hacer. La madre puede tener algo de paciencia y menos exigencia ya que no va a llegar a todo.
El padre puede bañar al bebé. Es una buena idea que se bañe en la bañera con el bebé, compensa todas las horas que la mamá lo tiene en brazos para darle el pecho, la deja descansar a ella mientras le baña y crea lazos con su hijo íntimos y divertidos. El baño es un momento que dura años en la vida de un niño, pasan varios hasta que pueda ducharse solo, de modo que si es una responsabilidad que adquiere el padre va a alargarlo mucho más allá de lo que dura la lactancia.
El padre puede colaborar cambiando pañales, levantándose por la noche para acercarle al bebé a la madre cuando este tenga hambre, puede sujetar al pequeño en brazos cuando tenga cólicos y dormir la siesta con el bebé en su regazo.
Puede pasear, puede dar papillas… un papá puede hacer muchas otras cosas a parte de dar biberones y de meter los consejos de una abuela entrometida por en medio.
Así que si vais a tener un bebé no os asustéis. Son muchas las cosas que hay por hacer, unas más agradables que otras, pero todas necesarias y no es justo que el papá solo quiera quedarse con la parte que a él más le gusta. Si Queréis mantener viva esta pareja lo más importante es trabajar en equipo. Todos en una misma dirección.
yo sinceramente me veo con un din de dios , y nunca hagas hipnosis y ese tipo de cosas por que lo in cociente esta fuera de lo consciente por lo tanto en ese estado puedes destruir a la personas , es peligroso , es importante nunca hacer nada que tenga que ver contra de la creencias de dios que lo que hace es que sintamos la vida seamos felicez y dejemos el dinero de lado por lado , que el miedo que te invade hacer eso es lo peor
Tiene que haber mucha igualdad de genero en este tema. Un error que cometemos al hablar es que decimos que un hombre tiene que «ayudar» y no es que tenga que «ayudar» sólo o echar una mano a la mujer, sino que DEBE, es una obligacion. Es una obligación como lo es para una mujer, el limpiar, recoger, cuidar al niño etc…