Qué buscan los hombres en las mujeres

Es muy difícil generalizar, y más en según qué temas, pero vamos a tratar de dar con algunas claves de lo que buscan los hombres en las mujeres.

Obviamente no todos los hombres buscarán lo mismo, ya que cada persona es diferente, pero por norma general estos puntos son comunes en una mayoría de los hombres.

Luego ya se trataría de afinar un poco más en función de tu personalidad y sobretodo la del hombre. Puede que cumplas algunos de los requisitos pero no cumplas los que él considera más importantes, o que los cumplas todos y no sepas cómo conquistarle.

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Empecemos por el físico que está claro que a los hombres, como a las mujeres, lo primero que les pasa es que se fijan en el aspecto físico. Si una persona nos atrae sexualmente es más fácil que nos fijemos en ella más en profundidad que si ya no nos entra por la mirada.

Así los hombres prefieren a las mujeres con curvas. Olvídate de la absurda moda de mujeres ultradelgadas sin ningún tipo de curvas y fíjate que en las que son iconos sexuales siempre son chicas con muchas curvas: pecho generoso, cintura delgada y caderas generosas. El trasero es una de las partes en las que más se fijan. Nosotras solemos tener complejos de «culo gordo» y a ellos les suelen gustar más los cuerpos generosos que los cuerpos escuálidos. Prefieren unos quilos de más y curvas que un cuerpo sin un gramo de grasa y sin ningún tipo de curva.

Así que para empezar no te obsesiones con la delgadez. Si quieres mejorar puedes practicar algún deporte para perder algo de peso y sobretodo para poner firme tu cuerpo. Pero conserva las curvas, son tu mejor arma.

A los hombres no les gustan más las rubias que las morenas, eso es un mito, en general los hombres las prefieren morenas. Es absurdo, pero existe la creencia de que las morenas son mas serias, confiables y más inteligentes. Y sobretodo las consideran alcanzables, una rubia les parece lejana e inalcanzable. Está bien como mito erótico pero no es lo que buscan en una pareja.

Buscan un buen equilibrio entre inteligencia y belleza. Una belleza hueca a la mayoría no les interesa en absoluto.

Por lo que respecta a los rasgos de su personalidad, los hombres suelen preferir a las chicas con conversación, si puede ser que compartan intereses con ellas. Los hay a quien no gustan las mujeres inteligentes o a quienes les gusta aprender mucho de ellas, pero los hombres de hoy en día ya no huyen de las mujeres listas y con estudios. Al contrario. Si él es un chico culto e inteligente agradecerá que tú también lo seas.

Por el contrario si no lo es, no es que tema que tú lo seas más pero estar descompensados en ese sentido puede ser un problema. A ti también te pasaría si fuera al revés. Si el chico fuera mucho más inteligente y culto que tú podrías sentir una profunda admiración o sentirte incómoda e inferior. Pero eso no significa que no te gusten las personas inteligentes sino que no te gustan las personas que mediante sus conocimientos te hacen sentir inferior. La humildad siempre es una buena característica seas quien seas ser humilde y respetuosa te ayudará.

Los hombres prefieren mujeres seguras de si mismas y con iniciativa. Siempre existen excepciones, claro está, pero por norma general no les gustan las mujeres que parecen necesitar más un padre que un amante. Una mujer independiente podrá estar con un hombre simplemente por amor. Una mujer dependiente e insegura puede tener más razones para estar con un hombre que el hecho de amarle. Eso causa inseguridad en los hombres que pueden dudar de tus intenciones para estar con él.

Las mujeres con iniciativa, seguridad y confianza les gustan, pero dentro de unos límites. Tampoco se trata de dejarle en ridículo y no permitir que tome sus propias decisiones. Una vez más el respeto es importante. Por lo que tú eres y por lo que son los demás. Lo ideal es encajar ambas personalidades sin que nadie tenga que dejar el protagonismo al otro. Dar y recibir es el ideal de cualquier relación.

Los hombres no soportan a las mujeres que pierden el control. No les gustan los celos, ni las escenas ni el histerismo que tienen algunas mujeres y que utilizan para llamar la atención de ciertos hombres o retenerles a su lado. Un hombre maduro busca una mujer madura emocionalmente hablando. Alguien que es capaz de controlar sus propias emociones y no crea un estado de alarma por cualquier tontería.

Los hombres necesitan su espacio, también las mujeres y estar con alguien que respeta y fomenta su individualidad es altamente valorado. Además buscan una persona en la que puedan confiar y que confíe en ellos. La libertad es importante.

Los hombres van de duros, es el papel para el que han sido educados, aunque no sea en su familia, la sociedad nos prepara para ello. Pero que los hombres en general parezca que tengan que ser duros no significa que no les gusten las caricias y los mimos. Muchos hombres aprecian este tipo de comportamientos en la intimidad. Saben que su pareja está por ellos y que reciben atenciones pero sin pasarse. En eso las mujeres son algo distintas pues tienen una mayor necesidad de caricias y de mimos, en cualquier momento.

Para una mujer andar por la calle con su pareja sin que le de la mano puede suponer un problema mientras que para un hombre tal vez no sea tan imprescindible. Aprende a respetar las necesidades y los ritmos de un hombre y valora  los que tú consideras imprescindibles. En ocasiones tú te esforzarás por darle lo que necesita y en otras ocasiones será al revés.

Si para él es importante recibir caricias y mimos solo en la intimidad y cuando estáis en grupo prefiere no ser tan empalagoso, respétalo. Si para ti es importante andar abrazados y para él no, llegad a un acuerdo. Pocos mimos en público, nunca hasta el punto de ser empalagosos y a cambio andáis cogidos de la mano por la calle. Se trata de encontrar el equilibrio, sobretodo de no agobiarse por estos pequeños detalles que poco tienen que ver con si la otra persona te quiere en realidad o no.

Los hombres, para terminar, gustan tanto como las mujeres de los juegos de seducción, si para nosotras son importantes las miradas, las preguntas que nos hacen y que demuestran su interés, para ellos es muy motivador jugar con nosotras, «picarnos», apostar, provocar… Entra en su juego, ríete de sus gracias y actúa de manera segura y toma la iniciativa de vez en cuando y tendrás una gran parte del trabajo hecho.

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