Como mejorar tu matrimonio

Una de las cosas que más me fascina de los niños es su mirada, lo ven casi todo con ojos nuevos, con ilusión e inocencia. Las relaciones de pareja tienen algo de parecido al crecimiento del niño. Conocemos a una persona, nos enamoramos; al principio todo es ilusión, sorpresa, entramos en un mundo nuevo que nos fascina y queremos saber más de esa persona, estar más tiempo con ella, descubrir cómo nos cambia a nosotros mismos su presencia, la relación…

A medida que el niño crece se pierde la ilusión, casi nada es nuevo y sobretodo se pierde lasensación que nada malo nos puede pasar, poco a poco el niño va encontrando obstáculos en su vida y toma una actitud más protectora, más consciente de que las cosas no son fáciles y algo puede salir mal. Pronto aprenden los niños que la vida es algo más que jugar y divertirse, responsabilidades, deberes, obligaciones, normas sociales… pronto dejan de ser genuínos.

Con las relaciones pasa lo mismo, hay vida más allá de la relación de pareja y es tan complicada como siempre, podemos haber construido un oasis junto a nuestra pareja, donde nos refugiamos y nos sentimos cómodos y seguros. Pero fuera, la vida continua y seguiremos teniéndonos que enfrentar a la economía, el trabajo, las relaciones con la familia, los amigos, la salud, los hijos… no nos engañemos, tendremos poco tiempo para estar en pareja y tendremos los mismos problemas que tiene todo el mundo, o más.

Además, el amor es como una planta. Hay que mimarla, cuidarla, abonarla y regarla para que crezca sana. Tenemos que cuidar no ahogarla con demasiada agua, ni dejarla sin regar más tiempo del necesario, alimentarla cuando toque sin pasarnos, colocarla en un espacio donde esté a gusto, la luz necesaria, la corriente de aire perfecta… todo en su justa medida.

Pero, como decíamos, el matrimonio no se compone solo de amor, hay muchos otros factores que influirán en la relación que tendremos con nuestra pareja. A veces,  quererse no es suficiente. No obstante no hay fuerza más poderosa que el amor y si ambos vamos en la misma dirección y nos queremos de verdad podremos superar cualquier cosa juntos. Pero para eso hay que ser consciente del problema y, por supuesto, querer superarlo. Un matrimonio puede mejorar, claro. 

Lo ideal sería no tener que enfrentarnos a problemas, por lo menos no relacionados con la marcha de nuestra relación pero no siempre somos capaces de prevenirlos, a veces ni siquiera teniéndolos delante somos capaces de verlos.

Para que una pareja funcione creo que es básico mantener la ilusión. Pero también es básico e imprescindible el respeto y la comunicación.

Cómo mejorar tu matrimonio

Si estás leyendo esto es probable que sientas que tu relación de pareja no funciona como es debido, aunque puede que lo que quieras sea aprender para evitar errores. Sea como fuere vamos a desarrollar los tres puntos clave para que una relación funcione correctamente. Si tu matrimonio pasa por un mal momento revisar estos puntos será un buen modo de empezar a superar el bache.

El respeto es básico, es algo que no hay que perder jamás. El respeto empieza en nosotros mismos. No sirve de nada respetar a los demás si no nos respetamos a nosotros como individuos, pareja, trabajadores o lo que sea. Cree en ti y respétate. Eres tan valioso como cualquier otro. Todos somos necesarios y todos tenemos cosas buenas.

Y si crees que no es así trabaja para mejorarlo, no te desprecies. Si no te respetas los demás jamás te respetarán. Creo que las relaciones de pareja deben basarse en una relación de igual a igual. Ya no creemos que el hombre sea superior a la mujer ni que la mujer deba someterse a los deseos del hombre.

Respetar va mucho más allá de hablar con educación a la otra persona. Cada uno es como es y debemos respetar la individualidad de cada uno, con nuestras virtudes y nuestros defectos. Es trabajo del otro aprender a vivir tolerando aquellas cosas que no le gustan demasiado de nosotros (dentro de unos límites, por supuesto). No luches por cambiar a tu pareja. Lucha por aceptarla, por respetarla, por quererla tal como es. Obviamente siempre y cuando esa persona te respete y estemos hablando de «defectillos» no de problemas graves.

En este punto es donde está incluido todo aquello relacionado con las tareas de la casa, es un trabajo de los dos, que hay que compartir y hay que respetar al otro en su modo de hacerlo. Si no veis claro este punto lo podemos comentar a fondo en otro artículo.

La comunicación es otro punto clave en la relación. Sin comunicación no podemos evitar problemas y mucho menos solucionarlos. La sinceridad está bien y el respeto es fundamental. Si tienes problemas con tu pareja, tras analizar cómo andáis de respeto, deberéis tener una o varias charlas para detectar los problemas y buscar soluciones.

No podemos esperar que el otro sea adivino, por mucho que nos conozca, todos andamos metidos en mil cosas a la vez, tenemos el trabajo, la familia… muchos problemas al margen de nuestra relación, que como por otra parte es algo que damos por seguro, puede que sea lo primero que descuidemos. Por lo tanto no te sientas frustrada si tu pareja no hace lo que tú esperas, si antes no le has hecho saber claramente qué es lo que quieres. Olvidemos las tonterías románticas en las que esperamos a un príncipe azul que nos sorprenda siempre como nosotras necesitamos.

Puede que lo encuentres, pero la mayoría de los hombres esperan instrucciones claras acerca de lo que queremos. Si ves un restaurante donde te apetece que te lleve a cenar, díselo claramente: mira qué sitio tan bonito, podríamos venir un día. No digas: qué sitio tan bonito, verdad? esperando que él entienda que esperas una reserva sorpresa en el lugar. Déjate de tonterías y ves a lo práctico. Os ahorraréis disgustos los dos. La comunicación es importante, no des las cosas por sobreentendidas. Y si tenéis problemas, comunicaros, trata de escuchar y analizar posteriormente. No os enfrentéis. Estáis buscando soluciones no más problemas.

La ilusión también se puede recuperar. Puede que mucho más fácilmente que el respeto o la comunicación si tenemos una relación muy viciada. Buscad objetivos, cosas por hacer juntos. Marcaros metas. No penséis en lo que no podéis hacer sino en lo que, dentro de las circunstancias de cada uno, podéis llevar a cabo.

No siempre es necesario gastar dinero o grandes cantidades para hacer cosas con las que podáis sentir ilusión y felicidad de nuevo. A veces se trata simplemente de conseguir tiempo para estar juntos y hablar de vuestras cosas, algo complicado cuando tienes niños pequeños, por ejemplo.

Hablad, hablad mucho sobre qué os pasa y qué creéis que necesitáis. Trata de darle a tu pareja aquello que le hace falta, su felicidad será la tuya, sin perderte el respeto, por supuesto. Querer hacer feliz a alguien y ver como sonríe cuando lo consigues es un buen objetivo. Es un principio para recuperar la ilusión y la confianza.

Hay otras cosas que puedes hacer para mejorar la relación con tu pareja, pero estas son las primeras que debes revisar y solucionar urgentemente: respeto, comunicación, ilusión.