Aprender el lenguaje corporal

Todo el mundo puede aprender el lenguaje corporal y usarlo en beneficio propio. Aprender el lenguaje corporal es la diferencia entre ir a una entrevista de trabajo nervioso, sin saber qué decir ni hacer o ir a una entrevista de trabajo muy seguro, adaptando tu estrategia y lenguaje corporal en base al lenguaje corporal del entrevistador.

La diferencia entre aprender el lenguaje corporal o no está en cometer los típicos patinazos inoportunos, de decir cosas que no tenías que decir o sabiendo que estás diciendo o haciendo algo mal porque entiendes y descifras al instante el lenguaje corporal de los demás.

Como aprender el lenguaje corporal

La forma más básica de aprender el lenguaje corporal es diferenciar entre abierto (sigue adelante) o cerrado (cambia de estrategia). El lenguaje corporal cerrado es aquél que incluye cualquier representación corporal de protección. Y el lenguaje corporal abierto es todo aquello que incluye un lenguaje corporal de confianza.

¿Si te atacara un león estarías con el cuerpo descubierto?, es decir, ¿Con las manos rectas, piernas rectas y mirando al frente? O bien, estarías nervioso, con las piernas en posición de defensa y los brazos cruzados como protección. Los humanos actuamos parecido cuando nos defendemos física o emocionalmente, en ambos casos cerramos el lenguaje corporal.

Si es una amenaza física cerrar el lenguaje corporal es algo muy evidente, pero si es algo emocional, aunque es evidente a la gente le cuesta muchísimo verlo porque no saben identificarlo. Es como si alguien en la vida jamás hubiera tenido ningún problema, todo perfecto y de repente aparece un león y ve como su amigo se pone en posición de defensa. Como no lo ha visto jamás pensaría: ¿Qué hace?

Cómo jamás has logrado aprender el lenguaje corporal no sabes identificar cuando una persona acepta tus ideas, le gustas o no, le causas buena impresión o no.. Pero esto es fácil porque todo lo que pensamos lo manifestamos con nuestro lenguaje corporal.

El ser humano es como una caja emocional, imagina que dentro de la caja hay interruptores emocionales y cada vez que se pulsa un interruptor tiene una reacción fuera de la caja, ya sea una luz, movimiento determinado etc. Las emociones de las personas funcionan así, no se quedan dentro del cuerpo para siempre sino la gente iría mucho más estresada de lo que va. Por lo tanto, como parte del ser humano al igual que lo es comer y dormir, manifestamos constantemente lo que pensamos con nuestro lenguaje corporal.

Si alguien en un grupo se pone a hablar de forma xenófoba y te incomoda, pero no dices nada por el ambiente y situación eso se manifestará con tu lenguaje corporal. Probablemente rehúyas el contacto visual, te cruces de brazos y desvíes tu cuerpo ignorando al sujeto en cuestión. Las personas que actúan de un modo egoísta también lo hacen, a parte de por egoísmo desmesurado, porque son completamente nulos a la hora de leer el lenguaje corporal y cometen el error de analizarlo en base al egoísmo.

Es decir, una persona que actúa mal no se pregunta: ¿Cómo puede ayudarme analizar el lenguaje corporal para mejorar? , no, lo qué se pregunta es: ¿Qué lenguaje corporal de la otra persona me da a entender que no le gusto o me criticará?

Algo esencial para aprender el lenguaje corporal es ser racional y plenamente objetivo porque sino, aunque consiguieras por pura chiripa analizar el lenguaje corporal lo usarías de forma completamente errónea, solo haría que aumentar tus problemas y carecería de sentido.

Aprender el lenguaje sirve para saber que estás convenciendo a una persona, de qué dices cosas que le interesan, de que le agradas… En caso de no ser así y verlo en su lenguaje corporal puedes variar tu estrategia hasta que cambie a un lenguaje corporal abierto y entonces incidir por ahí.

Además esto puede hacerte ver que, quizás, las ideas que manejas no son tan buenas, esto puede ayudarte también a salir de tu mundo. Muchas personas entran en su mundo de ideas fantasiosas y preconcebidas que no tienden a lógica alguna y sin que se den cuenta comienzan a incomodar mucha gente.

No es bueno ir andando por la calle y que la gente piense que estás medio loco o se te va la cabeza de mala manera por las cosas que dices y tú no te des ni cuenta. Por ejemplo; con las personas racistas, homófobas o con ideas radicales, cuando hablan suelen decir soberanas gilipolleces que hacen que la gente les mire mal y piensen que están locos.

Si supieras leer el lenguaje corporal te darías cuenta que algunas cosas de las que dices no son coherentes y te hacen perder credibilidad y confianza. Para ver esto a la máxima expresión solo hace falta ver un político y como se cuidan mucho hasta el más mínimo detalle de lo que dicen, porque como suelten alguna tontería van a tener periódicos, medios de comunicación y redes sociales detrás.

Si tú te pones a hablar por ejemplo con alguien que te gusta y te pones a decir alguna barbaridad (aunque tú creas que es normal) si aprendes a leer el lenguaje corporal te darás cuenta que estás haciendo sentir a la otra persona incómoda, entonces variarás tus palabras e incluso tema de conversación hasta que veas que se siente a gusto (Esto lo sabrás, obviamente, leyendo su lenguaje corporal) y participa en la conversación animadamente o se involucra más.

Sea cuál sea el objetivo que quieres conseguir con otra u otras personas es imprescindible ser sensato y esto jamás se consigue si no sabes analizar como tus palabras impactan en las otras persona. Antes de comenzar mi proyecto de Verdadera Seducción y durante el comienzo del mismo tenía algunos problemas con personas por culpa de mi forma de expresarme. Que era muy «chula» y de «autosuperación». Era un lenguaje de estar muy animado y con ganas de cambiar el mundo y esto sentaba mal a algunas personas.

Ante estas personas mi forma de hablar suscitaba un deseo de: «Aunque tenga que invertir toda mi vida en arruinarte la vida, lo haré porque merecerá la pena». Mi éxito les hacía sentirse mal por el entusiasmo con el que me expresaba. Yo era chulo refiriéndome a que decía que nada me podía y que quería llegar a los más lejos, también me gustaba compartir lo que me hacía feliz; mis éxitos.

Pero eso no me trajo más que problemas de «psicópatas» que me perseguían, así que aprendí a no desatar la envidia constante de los demás porque, desgraciadamente, algunas personas que no hacen nada en la vida, solo empiezan a hacer algo si ven que pueden arruinar a otra que consideran que les va mejor que a ellos y que no se lo merece.

Esto no lo habría aprendido y habría evitado eficazmente a este tipo de personas si no hubiera sabido aprender a leer el lenguaje corporal y a diseñar un método sólido y consistente para descifrar cualquier aspecto del lenguaje corporal y como utilizarlo.

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