Cuando oímos hablar de destrucción imaginamos algo que nos vuelve locos de miedo; que como la propia palabra indica nos aterroriza, tanto que incluso nos paraliza. Cuando pensamos en la destrucción nos vienen siempre una o varias imágenes a la cabeza: paisajes asolados, casas derruidas y destrozadas, el caos total.
Ese es la destrucción que se ve, de la que la gente habla, de la que se alimentan las noticias.
Destrucción emocional: ¿Qué es la destrucción emocional?
La destrucción emocional también existe. Seguramente por muy joven que seas, ya lo hayas experimentado de alguna u otra forma. Quizás alguna vez hayas sido víctima de sus efectos o puede ser que ni siquiera te hayas dado cuenta de su presencia; también es posible que, alguna vez, sin quererlo, hayas actuado como un destructor emocional. Lo cierto es que en muchas ocasiones cuesta verlo, ya que de este tipo de destrucción no nos hablan con frecuencia, y apenas nos informan.
Aquí no entran en juego las armas, ni tiene por qué haber violencia física. La destrucción emocional se basa en una manipulación emocional pura y dura; pero siempre con efectos devastadores, que degradan completamente a la víctima.
Destrucción emocional: en las relaciones
Pablo y Tania son amigos. A Pablo le gusta Tania y ella lo sabe. En cambio, aunque a Tania no le interesa salir con Pablo, prefiere no decírselo y aprovecharse de la situación. De esta manera, Tania disfruta del buen trato de Pablo, y se aprovecha de él para que le haga favores que otro amigo no le haría ya que sabe que Pablo no le va a decir que no. Él la sigue esperando, pero se desilusiona cuando, a pesar de estar algo ciego, percibe lo poco importante que es para ella.
Todas estas situaciones que Pablo experimenta hacen que su autoestima baje, y lo van destruyendo por dentro, de manera casi imperceptible a los ojos de los demás, incluyendo los de Tania. Pues es probable que ella no sea consciente, ya que no dedica su tiempo a pensar en él. ¿Quién es en este caso el responsable del sufrimiento de Pablo? La respuesta no es sencilla, puesto que Tania se aprovecha de él, pero Pablo también deja que la situación continúe sin hacer nada por cambiarla.
Quizás Tania sí sea consciente de lo que hace, en ese caso estaría jugando el papel de destrucción emocional, pues jugar con los sentimientos de alguien es de lo más sucio que existe. Por otra parte, si actuara de manera inconsciente también lo sería, pues los efectos que estaría provocando en Pablo serían los mismos. ¿Pero es ella la única culpable?
Destrucción emocional: las sectas
Todos somos diferentes, tenemos distintos intereses, aficiones, profesiones, inteligencia… pero hay algo que todos tenemos en común, sin ninguna excepción: las emociones. Busca tener algo en común con alguien, puede que enseguida lo encuentres, o quizás nunca. Ahora si te mueves en el terreno de las emociones, darás en el clavo.
Y así actúan las sectas. Ellos no van a intentar que te intereses por la lectura si saben que no te interesa lo más mínimo, pero saben por dónde atacar: las emociones ¿pues quién no las tiene? En este caso estaríamos nuevamente delante de otro caso muy grave de destrucción emocional; puesto que los efectos de las sectas en las víctimas son devastadores.
En este caso, a diferencia de Tania y Pablo, está muy claro que las sectas saben muy bien lo que hacen, qué paso toca dar, utilizan el engaño con pequeñas dosis de verdad para ir confundiendo a las víctimas, transmiten una falsa sensación de seguridad, cariño, amistad, incluso nuevos miedos mientras juegan claramente con las emociones. ¿No es eso destrucción emocional?
Destrucción emocional: medios de comunicación
¿Alguna vez te has asustado al leer una noticia? Y es que lo que no consigan los periódicos o la tele no lo consigue nadie; auténticos cracks en hacernos creer lo que no es. Si los medios de comunicación quieren asustarnos, cambiar nuestro estado de ánimo, hacernos sentir inferiores… Sólo tienen que elegir una imagen y un titular. Así de fácil.
Los medios son capaces de transformar la mente de millones de personas, de hacer que se sientan en la más absoluta miseria. ¿No es eso acaso destrucción emocional? Por supuesto que lo es, y destrucción emocional de la buena.
Destrucción emocional: cómo evitarlo
En este caso, el título completo sería: cómo evitarlo o cómo salir de él en el caso de que hayas caído en sus redes. Por muy inteligente que seas, eso no te va a servir de nada puesto que, como ya expliqué anteriormente, este tipo de destrucción ataca directamente a las emociones.
Sin embargo, evitarlo es posible. Utiliza tus armas, tu intuición, tu experiencia, y, sobre todo, analiza bien en qué situación te encuentras. Has de ser capaz de dejar por un momento de lado las emociones y pensar de manera fría.
Si ya has caído en la trampa y no sabes cómo salir, por lo menos estás dando un paso muy importante al leer este artículo. Leyendo estas líneas estás de alguna manera aceptando tú situación por mucho que te cueste cambiarla.
Analiza todo de manera fría y piensa que dos no juegan si uno no quiere: no hay terrorista si no hay víctima. Di SI a la paz emocional; cambia de rol y empieza YA mismo a ser tú el que decide.
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Todos hemos tenido alguna vez algo de Pablo y se pasa realmente mal, pero hay que pasarlo para poder espabilar y aprender para siguientes ocasiones. Esto es una manera de que crezcamos como personas mentalmente, aprendiendo en situaciones de destrucción emocional. Buen articulo Susan.
miguel estoi 100% contigo tienes mucha razon a todos nos a pasado alguna vez i si es verdad que ala proxima no…………
miguel estoi 100% contigo tienes mucha razon a todos nos a pasado alguna vez i si es verdad que ala proxima no