Cometer errores

Photo Credit »Sara García»

Hace como dos semanas salí yo solo a sociabilizar. La verdad es que salir con mis amigos de siempre, con quienes acostumbro hacer estas actividades me resulta fácil, no sé exactamente el motivo, quizá porque puedo demostrar lo mejor de mí, quizás porque me motiva más cuando alguien me ve hacer algo bien, o quizá porque me siento acompañado de personas con los mismos objetivos que yo.

Pero mi punto débil es el salir solo y sé que no soy el único a quien le sucede este problema. Al final no entablé ninguna conversación súper agradable con nadie pero de todos modos intenté algo ese día. Al final del día llegué a casa y leí una frase que decía: Atrévete a fallar. Tenía que cometer errores para aprender.

Con esa misma idea salí la siguiente semana a una fiesta de gala donde fui invitado y eso ya era algo un poco diferente para mí. Nuevamente se me vinieron esos mismos bloqueos internos como los de la semana pasada, mis creencias internas empezaban a delatarme nuevamente. Y, a pesar de estar con algunos amigos casi se volvieron mi refugio. Menos mal que llegó el momento en que recordé esa frase que había aprendido la semana pasada y me dije a mí mismo: Tengo que cometer errores para aprender, atreverme a fallar.

Inmediatamente apunté a quien sea, la intención era ser rechazado lo más pronto posible (cuanto más, mejor) no importa si me decían que no o si es que simplemente no querían bailar, lo que verdaderamente importaba era intentarlo y divertirme en el proceso enfrentándome a mis creencias que me delataban porque en realidad te enfrentas con aquellas creencias que siempre te han estado guiando por un camino que no te gusta actualmente.

Así que a partir de ese momento la primera chica con la que entable conversación resultó que sí quiso bailar, y la realidad era que los demás chicos eran tímidos, no se atrevían a explorar más allá de su mismo círculo social de siempre. Y yo estaba allí para divertirme conociendo a quien quisiera.

Luego con la misma idea ‘’Tengo que cometer errores, atreverme a fallar’’ fui a por otra chica y así con dos más. Lo malo es que me decidí un poco tarde y la fiesta terminó temprano pero no me importó porque me sentí contento conmigo mismo. Aprendí y apliqué una lección de vida que, sin darme cuenta, ya la había aplicado algunas veces en mi vida y me había funcionado de maravilla.

Recuerdo que estaba en otra ciudad cuando de pronto en el parque de la plaza vi a un grupo de jóvenes: dos chicos y dos chicas. Muchas veces mis creencias me delataban y me hacían pensar que ellos eran una pareja de enamorados pero al analizar bien su lenguaje corporal calculé que simplemente eran amigos. Di una vuelta entera para ver si encontraba un grupo más fácil pero no; ese era el único grupo así que me dije: ‘’Sólo hazlo’’. Tenía la mentalidad de cometer errores.

Lo realmente fantástico fue que no pasó ni una hora y los cinco ya estábamos disfrutando de una noche divertida en una discoteca que había cerca. Inclusive habían entrado dos chicas y uno de los chicos y yo fuimos a traerlas a nuestro grupo. Eran personas increíbles, el conocer nuevas personas ese día me marcó una muy buena experiencia. Y, al final, cuando yo ya me estaba yendo con una chica (y su amigo que estaba vigilándonos) me dijo: Ya ves, y todo comenzó por una pregunta. ¿Qué pasaría si no te hubieses acercado? Parecía que ella era la misma vida que me estaba dando una lección muy valiosa.

¿Cuál es la moraleja de todo esto? Que aunque me saliese bien, nada es perfecto, tienes que cometer errores, no importa si son de forma casual o si son intencionados. Es mucho mejor cuando aceptas que la vida está llena de errores y que no debemos tener miedo a estos, hay que aceptarlo y actuar.

Simplemente atrévete a cometer errores, atrévete a fallar todo lo que puedas porque aprenderás muchas cosas y sobre todo aprovecharás muchas oportunidades que la gran mayoría de personas no se atreve a aprovechar.

Cometer errores es una fuente de aprendizaje incalculable siempre y cuando seas consciente de que es parte de tu progreso personal. Para ganar experiencias en la vida tienes que cometer errores, para todo momento tienes que cometer errores para tener la plena seguridad de que para la próxima ya no volverás a caer en la misma trampa. Siempre te quedará algo bueno de esa mala experiencia de cuando te despidieron de tu trabajo.

Puede que te des cuenta que ahora estás en un mejor ambiente laboral, quizá fue algo de suerte porque querías salirte de allí pero no sabías cómo, o quizá ya has descubierto tu verdadera afición porque al estar sin trabajo tenías más tiempo libre para lo que te gustaba y ya puedes ganar dinero con eso.

Si te fijas bien todo tiene su lado positivo, pues de cometer errores siempre se saca algo positivo, siempre que tengas los ojos suficientemente humildes como para darte cuenta de ello, porque hay personas que se dejan llevar por el orgullo, por la vanidad y comienzan  a sentirse tristes, los arrastran el pesimismo y no sacan nada bueno al cometer errores.

Ve el lado positivo de la vida, pues cometer errores es una gran bendición ya que te permite valorar mucho más tus éxitos, tus triunfos, porque si todo el tiempo estuvieses triunfando (sin cometer errores) se volvería algo rutinario y ya no tendría sentido seguir luchando por algo porque sabes que lo vas a conseguir. No te pongas a pensar que los errores son negativos, son altamente positivos si los miras desde esta perspectiva.

Atrévete a cometer errores. Sal de tu zona confort que te tiene sin hacer nada. Es mil veces mejor estar fallando, aprendiendo algo nuevo de cada experiencia que te suceda que estar en casa lamentándote con todo el miedo que te impide avanzar y progresar en la vida.

Vale la pena, tú eres el único que decide. Atrévete a fallar, atrévete a cometer errores.

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