Emociones basicas

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Las emociones básicas son todas aquellas emociones no complejas que vamos sintiendo a lo largo de un día, son las que todos experimentamos de forma más o menos natural y que va bien que las conozcamos para que tomemos conciencia de estas emociones básicas.

Si comprendemos mejor estas emociones básicas, cómo y porqué actúan sabremos llevarnos bien con ellas, identificarlas y desenvolvernos mejor tanto personalmente como socialmente. Realmente parece algo básico pero son muchas las personas que no entienden ni saben identificar emociones básicas y por ello no saben llevar una vida placentera consigo mismo y los demás.

Ira

Esta es la emoción por excelencia del «cabreo», es aquella emoción que nos vuelve violentos y activos. La ira le dice a nuestro organismo que hay una amenaza, que algo nos hace frente y el organismo actúa llevándonos a un estado físico alterado preparado para la inminente violencia o agresión.

Hay personas que son tremendamente propensas a la ira y lo adoptan como un estado habitual ante todo tipo de situaciones: conducir, confrontaciones de todo tipo, colas…

La ira no es una emoción que nos haga sentir bien ni que aporta beneficios al organismo, al contrario, consume muchos recursos físicos y psíquicos y es un estado no deseado que todos tendríamos que aprender a controlar.

Hemos dicho que la ira aparece por una sensación de «posible agresión» por lo tanto la ira se da a lucir cuando nos sentimos agredidos, esto no pasaría si la persona propensa a la ira aprende a ser más empática y ver a los demás como personas de carne y hueso.

Realmente la ira es el resultado de falta de empatía y es una emoción a la que recurre gente con poca inteligencia social y personal.

No obstante la ira no siempre es mala, en las personas normales y con buena estabilidad emocional aparece en los momentos que hay que aparecer y sirve para descargar tensión emocional, es buena siempre y cuando no se entre en acción y se agreda a nadie.

A personas con mucha ira les recomiendo un deporte duro para descargar toda esa ira. Yo personalmente salgo a correr (no porque tenga ira sino porque es muy bueno para mi salud y me encanta) y noto un relax total y una gran mejoría en mi estado de ánimo que ya de por si era bueno.

Los deportes sirven y mucho para aliviar tensiones, relajarte etc…

Tristeza

La tristeza es la emoción más humana que existe y aun así muchos la esconden constantemente como si se les fuera a agredir por mostrarla. La tristeza es un estado normal que sienten las personas muy de vez en cuando.

La tristeza se convierte en un problema muy grave cuando se da de forma muy recurrente ya que es indicativo de una enfermedad mental, una mala estructura emocional en la persona. Muchos son los que buscan «autoayuda» en google cuando quieren sentirse felices más tiempo debido a la tristeza y lo que realmente buscan es eso y disfrutar la vida.

La tristeza tiene que aparecer cuando tiene que aparecer: en casos de abandono, muerte de un familiar, cuando no se han cumplido metas y objetivos…

La función que tiene la tristeza es impulsarnos a conseguir aquello que deseamos pero en muchas ocasiones provoca todo lo contrario: desilusión y ganas de no continuar. En el mundo del deporte cuando no se alcanzan los objetivos propuestos nos invade una tristeza pero esto hace que luego continuemos con más ganas.  Si no cumpliéramos nuestros objetivos y nos quedásemos igual no tendría ningún sentido, esa emoción, el sentirnos tristes hace que reaccionemos ante ese fracaso y nos impulsemos para conseguirlo.

Entre todas las emociones básicas la tristeza es quizás la más peligrosa debido a que muchas personas se aferran a ella en una especie de manifestación interna de que no están conformes con su vida.

A todas las personas que sufren tristeza tras tristeza por motivos que no son para ponerse así, les cogería, les soltaría en medio de un poblado desolado de África dónde apenas hay comida y les enseñaría que ellos sí que tienen motivos para estar tristes.

Sino tienes motivos reales para estar triste, por favor, no lo estés, es una emoción que hay que tenerla solo cuando es debido.

Amor

El amor es la emoción quizás más vanagloriada y querida por todos. Todos sueñan con encontrar el amor. En este siglo además se ha hecho especial boom en que las mujeres buscan el amor ideal, su príncipe azul.

Miles de páginas, libretas, agendas pueblan de poemas de amor y es que el amor es muy vanagloriado pero lo más curioso es que la gente no comprende ni el amor ni nada de esta emoción. Lo que la gente cree que es el amor es el encontrar una pareja ideal que constantemente nos tiene encandilados cuando científicamente es muy distinto.

El amor es una sensación que se da para que nos apareemos con la hembra y la hembra con nosotros y nos mantenga juntos hasta que nazcan nuestros hijos. Así pues el amor hace que ocultemos todos los defectos de la otra persona y solo veamos las virtudes. ¿Pero qué ocurre cuando pasa el efecto del amor? Pues que mucha gente se decepciona y siguen buscando a otra persona que le  de esa sensación.

La gracia de la emoción del amor es que cuando pasa su efecto gracias a emociones como el afecto, la sintonía… seguimos estando con la otra persona y realmente el amor es una sensación potente que se queda impregnada para que las otras emociones vayan haciendo su afecto y cuando el amor pasa las otras emociones y otras cosas más hacen que continuemos con nuestra pareja.

Aunque los yonkis del amor no dudarán en encontrar esa agradable emoción básica una vez más.

Felicidad

Hay un país donde no existe el dinero y su moneda es la felicidad, esto es bien cierto y este país existe. Creo que son muchos los países que tendrían que valorar la felicidad como algo tan bueno como el dinero y es que la gente sin darse cuenta cuando compran y gastan su dinero en realidad lo que están comprando es felicidad.

Tu compras un videojuego para divertirte (felicidad) haces un viaje para conocer mundo, vivir experiencias, ver lugares nuevos (obtener felicidad) quieres tener una casa propia para sentirte más seguro y contento (felicidad) y realmente todo se reduce a conseguir felicidad.

Yo me siento feliz escribiendo en este blog, tú te sientes feliz leyendo este blog y aplicándolo en tu vida. Gracias a mí tú puedes seguir acumulando porciones de felicidad y yo gracias a ti tengo alguien que me lee, ambos nos alimentamos el uno del otro. Esto me recuerda mucho al caso de los artistas en España y la SGAE, pretenden que paguemos 10, 20, 100 veces por lo mismo y más y no se dan cuenta que lo que más da felicidad a un artista no es el dinero sino el placer de distribuir y compartir su obra algo que no se dan cuenta y que no alcanzan a ver quizás por el capricho de tener una mansión, tras otra, tras otra… la hipocresía del dinero también les ha alcanzado a ellos y QUIEREN MÁS Y MÁS.

Vigila como intentas conseguir la felicidad porque como en el caso de los artistas o la tan famosa SGAE ya no recuerdan que quienes les dan felicidad son los lectores. Si ni siquiera los artistas identifican de dónde proviene la felicidad y ellos se supone que son los creativos del mundo, imagínate una persona normal.

Valora la felicidad, compréndela y ámala, el dinero no es la felicidad y los ilusos te dirán que «no, pero joder como ayuda» y te lo dirán porque ni siquiera con 20, 30 o los años que tengan son capaces de bajar al parque, darse un paseo y valorar todo lo que les rodea impregnándose de felicidad.

La felicidad no se gana a golpe de talón sino siendo una persona espiritualmente por encima de los demás, que valora bien la vida y que se siente feliz con poca cosa. «no es más feliz quien más tiene sino quien menos necesita» es una frase hecha pero es una verdad muy grande que pocos practican.

Antes de buscar la felicidad en un sitio equivocado pregúntate dónde la podrías obtener de forma más sencilla y práctica, si piensas la respuesta y la meditas bien te sorprenderá de dónde podemos sacar felicidad con asombrosa facilidad y esto es porque la felicidad es una de las mejores emociones básicas del ser humano.

Si quieres concoer las emociones en profundidad y controlarlas, te recomendamos nuestro ebook: Como convertirse en un maestro de las emociones