Estados de conciencia

photo credit: Chris Owens

Una persona pasa por diferentes estados de conciencia a lo largo de 24 horas (24 horas) y la mayoría de las personas vive esos estados de conciencia a su modo, de ahí que cada persona forje su propia realidad a parte de otros motivos. Aquí vamos a explicar los diferentes estados de conciencia y cómo influyen en la vida cotidiana. No vamos a utilizar ningún baremo oficial ni científico ni psicológico, para la ocasión he diseñado mi propio baremo que considero más fiel a la realidad, más realista y que ayuda mejor a comprender nuestra mente.

Alerta

Este estado es un estado alterado dónde estamos preparado para actuar con rapidez. Estamos centrando toda nuestra atención en avisar a nuestro cerebro para que envíe la señal correspondiente. Por ejemplo, dos niños extienden el brazo, uno debe golpear al otro en el brazo y el otro debe ser lo suficientemente rápido como para esquivar con su brazo el golpe. Ambos están en alerta, preparados y listos para comunicar de la forma más rápida a su cerebro que pasen de mandar una señal de brazo estático a brazo en movimiento. Además ambos deben percibir en el otro un brazo tranquilo e inmóvil en cuanto aprecien el más ligero movimiento habrá actuación. Este estado del cerebro es alerta, cuando vamos a recibir una riña estamos en estado de alerta, preparando nuestro cerebro para segregar determinadas sustancias, encoger los brazos, apretar los dedos de los pies o lo que sea con tal de liberar la tensión.

Relajado

La mente entra en un estado de relajación. Esto ocurre cuando nos sentimos seguros, no tenemos porque estar protegidos ni estar en el lugar más seguro del mundo físicamente, simplemente necesitamos sentirnos bien y a gusto, esto es lo que nos da seguridad y nos relaja. Puede ser estar en el sillón reclinado un domingo por la tarde, un buen baño, el spa, la sauna, el jacuzzi, sentado en la hierba… Este estado además se suele combinar con otros estados de conciencia o suele ser el precursor hacia otros estados aunque este no se desvanece. Por ejemplo, estás en el jacuzzi, has entrado en el estado de relax y de repente entras en el estado de conciencia de:

En tu mundo

Este estado es aquél en el cual comienzas a pensar cosas sin sentido o cosas tuyas, da igual dónde estés y que estés haciendo, en cualquier momento puedes cambiar a este estado de conciencia. Estés conduciendo, hablando con otra persona, viendo la televisión… generalmente el aburrimiento, agobio, estrés o cualquier cosa de este tipo hace entrar en el estado de conciencia de: En tu mundo.

Este estado es muy creativo porque uno deja volar la imaginación, el problema aquí es que esto solo ocurre cuando la persona imagina creatividades, piensa en cosas positivas, cuando alguien se sumerge en sus problemas, resalta miedos, paranoias, se crea películas depresivas en su cabeza… Entonces entrar en tu mundo es un estado altamente perjudicial porque te distorsiona la realidad.

Por ejemplo, tu novia sale el sábado noche y tú te relajas, ves la televisión y mientras la estás viendo comienzas a preguntarte que que estará haciendo tu novia, de repente te viene una imagen a la cabeza de ella con otro chico y a partir de ahí empiezas a imaginar e imaginar… Este es el perfecto estado de conciencia dónde se entra en una paranoia profunda y causa fuertes problemas de autoestima, emocionales y de relaciones ya que obviamente al llegar tu novia a casa va a haber discusión por tu culpa.

Hipnotizado

Este estado la gente cree que es delante de un reloj que se balancea y luego hacer todo lo que otra persona dice, no, eso es hipnosis de circo, la típica hipnosis televisiva engañosa, para entrar en estado de hipnosis solo hace falta que prestes mucha atención a otra cosa mentalmente, le estás prestando tanta atención que lo que hay alrededor pierde importancia. Por ejemplo, estás leyendo un libro y visualizas los personajes, casi que oyes su voz, leyendo no te das cuenta de lo que sucede alrededor o al menos no le das tanta importancia, para ti lo prioritario es seguir leyendo y seguir transformando las palabras en letras y sonidos. Lo mismo ocurre cuando ves la televisión o vas al cine, estás absorto en la tele, inmerso en la pantalla, estás concentrando toda tu atención en unos pocos metros cuadrados y lo que hay alrededor no importa. Cuando juegas a un videojuego ocurre exactamente lo mismo solo estás tú, tus manos y lo que hay delante de la pantalla, es como vivir en una vida aparte dentro de un mundo virtual.

El estado hipnótico (TRANCE) es muy potente porque te permite acceder mucho mejor a tu parte inconsciente, allí es dónde se almacenan las emociones, recuerdos… y en ese estado es muy fácil acceder a todo esto, si te acostumbras a concentrarte mucho serás capaz de recordar mucho más y manejar mejor tus emociones.

Recuerdo cuando jugaba a mis 18 años a un juego llamado Neverwinter nights, conservo muy buenos recuerdos de aquél juego y es que te metía en un mundo aparte dónde hipnotizado parecías vivir otra vida. Es por eso que Harry Potter, El señor de los anillos tienen tantos fans y admiradores porque a través de estas historias consiguen vivir otras vidas.

Dormido

El último estado de conciencia que hemos dejado para el final es el: Dormido, fase de somnolencia total.  Este estado lo vivimos de 6 a 8 horas cada día y es necesario para que nuestro cerebro descanse, reponga sus fuerzas y lo mismo con nuestro cuerpo. En este estado la mente consciente se desconecta completamente y es nuestra mente inconsciente quien toma el mando, por norma general se dedica a controlar la respiración, muchas veces también soñamos, soñar significa visualizar dormido y en base a esas visualizaciones incluso sentir emociones. ¿Nunca has soñado que te caías por un precipicio y justo antes de estamparte contra el suelo te has levantado exaltado y con el corazón a mil?

Esto ocurre cuando hay ciertas cosas que inquietan a nuestra mente inconsciente y para desahogarse libera imágenes y visualizaciones, cuando recordamos lo soñado solemos quedarnos extrañados, muchas personas no tienen ni idea de que significan los sueños y no les dan importancia, otras los consideran importantes… pero la cuestión es que dormir, soñemos o no, es casi siempre un placer para todos.

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