8 claves para aprender Inteligencia Emocional

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Las emociones son algo muy importante para todos los seres humanos, pero no todos somos conscientes de todas nuestras emociones y mucho menos de las emociones de los demás. A través de las emociones conseguimos muchas cosas, casi todas diría yo, si no todas. Ayer estuvimos viendo en este artículo qué es exactamente la inteligencia emocional y para qué la aplicas. Como pudiste ver, y si no lo hiciste te recomiendo que hagas clic en el enlace de un poco más arriba, la inteligencia emocional se aplica al trabajo y a las relaciones personales. Con inteligencia emocional puedes tener mucha mejor relación con los demás y sacar más partido a tu trabajo o un mejor rendimiento económico si tus ingresos dependen de cómo te relaciones con la gente: comerciales, representantes, políticos, psicólogos, coaches, etc.

Además la inteligencia emocional es lo que te permite vivir satisfactoriamente. Si haces caso de tus emociones y las gestionas de forma adecuada y actúas tal como deberías con tus emociones estarás mucho más cerca del éxito. Las emociones hablan de lo que sentimos, eso está claro, pero la inteligencia emocional trata de hacer lo que es necesario para que esa emoción o necesidad que demuestras al sentirla sea escuchada. Si las escuchas y trabajas para satisfacer tus necesidades emocionales, serás mucho más feliz.

Las personas con inteligencia emocional son las que se atreven a dar el paso necesario para vivir de lo que les gusta, las que abandonan la cómoda vida de la ciudad cuando sueñan una vida tranquila en el campo y las que dejan a su pareja cuando sienten que ya no las hace felices. La inteligencia emocional es también hacer caso de lo que sentimos y trabajar para cambiar nuestras emociones negativas en positivas. Para eso hace falta ser inteligente y también valiente. Puedes aprender mucho sobre emociones gracias a nuestro libro Cómo convertirse en un maestro de las emociones.

8 pasos para mejorar tu inteligencia emocional

1. Conocerse a uno mismo

Es el primer paso básico, conocer tus emociones, reconocer lo que sientes, de dónde vienen esos sentimientos, qué emociones sientes en cada momento y qué es lo que haces cuando sientes algo en concreto. Es decir; gritas si te enfadas, siempre lloras cuando te dan una mala noticia, si algo te supera te frustras y te muerdes las uñas. Es bueno conocer a fondo cuál es tu repertorio de comportamientos después de cada una de las emociones que puedes sentir. Saber también si te controlas en determinados momentos o cuándo es más fácil que pierdas el control de la situación. Quizás hay personas que te facilitan el control mientras que otras consiguen llevarte muy lejos de ese control.

2. Gestión emocional

El segundo paso básico para todo esto es aprender a gestionar tus propias emociones, canalizarlas de la forma adecuada y aprender a comportarte de la mejor forma posible en cada situación. Controlar las pérdidas de control es el objetivo.

3. Usar las emociones como motivación

Las emociones hablan de lo que queremos, de lo que nos gusta o no nos gusta. Así que puedes usar las emociones para tomar impulso y cambiar esas cosas de tu vida que no te gustan. Esto va un paso más allá de simplemente controlar tu comportamiento. Está bien que aprendas a no frustrarte porque no te gusta tu trabajo y que no te afecte en tu vida fuera del mundo laboral, pero lo ideal sería que tomaras esa emoción como motivación para buscar lo que realmente te gusta y para encontrar la fuerza para tomar las decisiones que hacen falta en cada momento. Si no te gusta tu trabajo, cámbialo.

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4. Aplicar la empatía

Saber lo que sienten los demás y aprender a gestionar sus emociones y ayudarles a que se sientan mejor o por lo menos no actuar de forma que empeore su experiencia te ayudará a incrementar tu nivel de inteligencia emocional y por tanto a mejorar tus relaciones sociales.

5. Huye de las personas tóxicas

Si puedes evitarlo, no te acerques a personas tóxicas. Absorverán tu energía y no sacarás nada de ellas. Por mucho que quieras ayudarlas no se van a dejar ayudar nunca. Ellas se alimentan de tus energías y por tanto lo que buscan, aunque no sea de forma consciente, es apartarte de tu buen camino, incapacitarte a ti que lo que buscas es ayudar a los demás. Si tu inteligencia emocional pasa por crear relaciones de crecimiento personal con una persona tóxica no lo vas a conseguir nunca. Te alejará de tu meta y te complicará la vida con el resto de personas. Son como una naranja podrida que pudre el reto de naranjas del cesto.

6. Practica la aceptación

Entiende lo que sientes, acéptalo y lucha para cambiar lo que provoca ese sentimiento, no el sentimiento en sí. Mientras no puedas cambiarlo intenta reconducir tu conducta y perfeccionar tu comportamiento.

7. Pide ayuda

Tu cambio necesita de alguien que lo valore, desde fuera. Siendo totalmente objetivo, alguien con más inteligencia emocional que tú y alguien que sepa decirte la verdad sin miedo, la verdad te ayuda y te hará más fuerte. Que te digan si podrías haber estado mejor en determinada situación, si tu comportamiento es el más correcto o si por el contrario has estado fuera de lugar sin ser consciente de ello.

Confía

En ti y en la persona que te está aconsejando. Levántate cada día con la confianza de que vas a aprender algo nuevo y vive con los ojos de un niño que siempre encuentran algo nuevo que aprender. Para aprender debes tener confianza en que va a ser así y tienes que aceptar que no lo sabes todo, cuando lo sabes todo poco puedes aprender.

Para cumplir el paso uno y el paso dos es imprescindible conocer a fondo las emociones por lo que te recomiendo nuestro libro Cómo convertirse en un maestro de las emociones, será el primer paso para aumentar tu inteligencia emocional y gracias a esto mejorarás tu vida y tus relaciones con los demás.

 

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