Las costumbres, hábitos y conductas

Editado, corregido y maquetado por: Jack The Ripper

Albert Camus' tombstone in Lourmarin

Las buenas obras literarias

Las buenas obras literarias para mí, son aquellas que en alguna parte de ellas te revelan una verdad que a pesar de algunas veces ser trivial, nunca te paraste a pensarlas detenidamente. Y es en ese momento, en el que encuentras un párrafo donde existe una de estas verdades que te hacen releerlo varias veces, donde una obra literaria llega a su cúspide, independientemente de cómo sea el resto de la obra, incluso aunque con el tiempo se llegue a olvidar de que trataba una obra esas frases reveladoras permanecen en la mente sin cambio, siempre ciertas, siempre presentes.

Citando a Albert Camus en ‘El extranjero’:

«El agregó: «Sabe usted, aquí tenía amigos, personas de su edad. Podía compartir recuerdos de otros tiempos. Usted es joven y ella debía de aburrirse con usted.»

Era verdad. Cuando mamá estaba en casa pasaba el tiempo en silencio, siguiéndome con la mirada. Durante los primeros días que estuvo en el asilo lloraba a menudo. Pero era por la fuerza de la costumbre. Al cabo de unos meses habría llorado si se la hubiera retirado del asilo. Siempre por la fuerza de la costumbre. Un poco por eso en el último año casi no fui a verla. Y también porque me quitaba el domingo, sin contar el esfuerzo de ir hasta el autobús, tomar los billetes y hacer dos horas de camino.»

¿Que es la costumbre?

La costumbre según la academia no es otra cosa que un hábito adquirido por la repetición frecuente de un acto. Prefiero llamar a la costumbre automatismo una vez se ha implementado dentro de la conducta de cada uno, pues se convierte en eso, en algo interiorizado de tal forma que no somos conscientes de que lo hacemos cuando al empezar a hacerlo, cuando aún era un hábito, necesitaba de nuestra atención para no equivocarnos.

Planchar, preparar el desayuno, peinarse, conducir o ponerse las gafas cuando se va a salir de casa son ejemplos de conductas automatizadas que no necesitan tu atención una vez las interiorizas, las asimilas. El mejor ejemplo de una conducta automatizada es el acto de conducir, alguien que conduce tiene tendencia a llevar la mano a la palanca de cambio automáticamente cada poco tiempo sin que vaya a utilizarla y no es consciente de ello. Fijaos la próxima vez que seáis copilotos, preguntadles porque lo hacen y os dirán: «¿Hacia eso? Pues no lo sé. No me doy cuenta.»

¿Cuando una conducta o hábito pasa a ser costumbre?

Sencillo, cuando no te hace falta pensar en lo que tienes que hacer paso a paso y poner toda tu atención en ello. Os puedo dar un ejemplo actual mío de algo que aún no se ha convertido en una costumbre y que eventualmente se convertirá en una costumbre.

Todos los días tengo que llevar gafas para poder ver la dichosa pizarra a la perfección, por lo cual lo que parecería sencillo de recordar al salir a la calle y ver un objeto «lejano» algo borroso debería de acordarme que necesito coger las gafas para ver bien.

Pero el ver a lo lejos borroso era y sigue siendo hasta cierto punto un hábito que se convirtió en costumbre con el paso de los años. Dañina para la vista al tener que forzarla, pero costumbre al fin y al cabo. Algunos días me las sigo olvidando en casa a pesar de ponerlas justo delante de la cartera (la que cojo por costumbre por si tengo que comprar fotocopias) y aún así si no estoy pensando en que tengo que coger las gafas, me las dejo en casa y no me acuerdo de ellas hasta ver a alguien con gafas.

¿Cuando resulta dañina una conducta?

Una conducta se convierte en parte de ti cuando la asimilas y si esa conducta resulta ser contraproducente a lo que deseas, a tus ambiciones, sueños, a tus anhelos… esa conducta se vuelve dañina para ti y probablemente a la larga también para la gente de tu alrededor. Si sentimos que algo dentro de nosotros nos impide crecer y cumplir nuestros sueños esto hace que estemos incómodos, sabemos que algo no va bien, pero no vemos que es.

Lo que nos daña esta invisible a simple vista porque se ha convertido en una costumbre actuar de una forma auto-perjudicial y la gran parte de las costumbres son inconscientes, no nos damos cuenta de que estamos actuando así porque no necesita de nuestra atención consciente.

Si no estoy a gusto conmigo mismo y estoy insatisfecho de mi vida, actuaré de la misma forma con los demás y mi conducta hacia ellos será menos amable de lo habitual. Por ello, vigilad vuestras conductas y determinar si alguna de ellas son dañinas para vosotros mismos y vuestro bienestar, y si lo son, poner atención a vuestras conductas en las situaciones en las que suela aparecer esa conducta nociva e ir sustituyéndola por nuevas conductas beneficiosas.

No descuidéis los hábitos, se convertirán en costumbres y será más difícil cambiarlos entonces.

Saludos a todos, espero que os guste este primer artículo.

Leolo

 

7 respuestas a «Las costumbres, hábitos y conductas»

  1. Se podria decir que el habito es algo que tenemos conciencia de hacerlo.

    Mas la costumbre es ser inconcintes en siertas cosas que hacemos.

    Favor si me equivoco corregirmee, eso fue lo que entendiiii

    1. Los hábitos son automáticos. Una vez que el cerebro reconoce el formato, lo repite siempre. Salvo que otro hábito nuevo lo reemplace. Al cerebro le encantan los hábitos porque así puede dedicarse a otras de sus múltiples funciones. Para mayor información, leer sobre neurociencia.

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