Cuando quieres que alguien te quiera, y esa persona no siente lo mismo por ti, debes asumir que no tienes las herramientas para que eso ocurra. Tus “conocimientos” tal vez se reducen a si te deja en visto o no, pero en realidad no sabes nada de cómo avanzar con esa persona, generando verdadero interés.
De momento, para esa persona, tu importancia es mínima. Incluso aunque parezca que le importas un poco, si solo busca aprovecharse de ti o pasar el tiempo sin comprometerse, no es alguien que te convenga. Es fundamental actuar con lógica y sentido común en el amor, en lugar de conformarte con ser utilizado mientras existen muchas otras personas que podrían estar contigo y tratarte bien.
Hoy en día, las redes sociales fomentan la apariencia y la validación externa. Buscamos pareja más por lo que podemos mostrar a los demás que por lo que realmente importa: la capacidad afectiva de la otra persona. Si esa persona no tiene capacidad afectiva contigo, da igual lo que hagas; la relación no funcionará. En este artículo aprenderás a dejar de ser ignorado, a que esa persona desarrolle esa capacidad afectiva y a que el amor se exprese en acciones, no en palabras.
Nunca te fíes solo de lo que alguien dice. Observa sus actos. Si alguien te habla de lealtad y valores serios pero en redes se exhibe de una forma que contradice eso, sus acciones son las que cuentan. A menudo te ocurre con esa persona que te promete algo o parece interesada, pero sus hechos demuestran lo contrario. Hasta que no dejes de importarle, nada de lo que hagas funcionará.
Entonces, ¿cómo dejar de darle igual a alguien que ya te conoce y ha concluido que no mereces la pena? Si no dedica tiempo a ti, no le importas. Puede que sienta curiosidad y que le subas el ego de vez en cuando, pero no necesita más. Esta dinámica hay que romperla.
El primer paso es dejar de estar pendiente de esa persona. No adoptes una actitud sumisa. Buscar y perseguir conduce al fracaso. Si le das igual es porque le aburres, porque no le interesas. Que pase tiempo contigo no significa que le importes: solo que eres accesible. Ser fácil no es ser respetado.
Hacerse respetar implica ver menos a la otra persona y aceptar que la comunicación no fluya tanto. Es preferible hablar menos y que empiece a valorarte a que te tenga cuando quiera. También significa rechazar planes si no te convienen o si debes anular los tuyos para verle. Pregúntate: “¿Lo que he hecho hasta ahora ha funcionado? ¿Me ama?” Si la respuesta es no, entonces tu forma de actuar está equivocada.
Debes cambiar tu manera de relacionarte. No te empeñes en hacer las cosas a tu modo si hasta ahora no ha funcionado. Busca el respeto de esa persona antes que su compañía constante. El respeto genera amor, y la admiración despierta la verdadera pasión. El amor profundo nace cuando tu pareja te admira; si se pierde la admiración y el respeto, la relación termina.
Piensa en qué tipo de persona tu pareja o esa persona que te atrae admiraría. No se trata de cualidades superficiales como ser deportista o famoso, sino de las razones profundas detrás de esa admiración. Si admira a un escritor, quizá sea por su capacidad de emocionar, y esas cualidades puedes desarrollarlas en ti para provocar un efecto similar.
También importa cómo te ves y cómo transmites esa visión. Si hablas de ti como un perdedor o con victimismo, la otra persona te verá igual. Date valor, muéstrate con confianza y haz que su percepción cambie. Esa es la base para dejar de ser indiferente a sus ojos y empezar a enamorarle de verdad.
Pero bueno, hay muchas más cosas que se pueden hacer, que están cubiertas en mi audiocurso de Cómo recuperar a tu ex.
Y aparte también podemos analizar tu caso para ayudarte personalmente según tu situación y necesidad, contratando nuestro coach para enamorar a alguien.