En toda relación sana debe perdurar la paz, el amor y el debido respeto. Las personas intensas son demasiado susceptibles a cualquier frase, comentario o acción, tienden a estar pendiente de cualquier cosa porque se sienten inseguros.
Los sujetos que son extremadamente intensos contaminan la relación, convierten las situaciones más elementales en un foco de angustia. Estas actitudes ocasionan maltratos psicológicos hasta llegar a lo físico.