La amabilidad suele confundirse con la adulación, y existen personas que tratan de sacar provecho de esta situación. La amistad y el respeto deben caminar por el mismo sendero. Tienes la responsabilidad de exigir que te traten bien.
El temor de no ser aceptado por lo demás te hace adulador y anula las oportunidades de que te conozcan por tus méritos y seas un triunfador.