Son envidiosos por naturalezas y no les gusta recibir órdenes. Se creen inmejorables, descalifican y nunca elogian a los demás.
Tienen diferentes estrategias para despistar y hacerse las víctimas, se involucran y tergiversan a su antojo las situaciones para lograr aparentar tener siempre la razón, por lo que son expertos en el arte de la manipulación.