Buenas
Esta mañana viajamos yo, Dante y Edgar para Madrid. Iremos al taller de Lobo feroz. No me ha costado nada convencer a Dante y Edgar, y es tal vez por eso que son tan especiales.
La mayoría de la gente se queja de su patética vida, se tira llorando en casa, suplica a la mujer de sus sueños y se rebaja hasta la saciedad. Incluso algun que otro llega al borde del suicido. No obstante, ninguno tiene cojones para cambiar.
Esto es algo que nunca he entendido de la gente. Su poca fuerza de cambiar el mundo.