En el infinito universo de las relaciones sentimentales son muchas las parejas que han sufrido con el tema de la infidelidad, bien sabemos que esta situación puede genera variadas reacciones, siendo una de las más comunes el aceptar la situación soportando estoicamente sin reclamar nada y en consecuencia mantenerse con el sentimiento de haber sido traicionado(a) lo que en la gran mayoría de las veces es tan fuerte de superar que rompe por completo la relación.
Después de una infidelidad las reacciones pueden ser tan variadas como lo es cada persona, siendo estas dos reacciones los puntos extremos.
Pero, acaso sabemos…
¿Qué es la infidelidad?
Aunque parezca mentira mucha gente no tiene el concepto claro, en nuestra sociedad suele haber un acuerdo implícito de exclusividad sexual como ya se mencionó en el tema de: Aspectos negativos de la monogamia
Al contraer un compromiso, ya sea desde el inicio del noviazgo hasta el matrimonio, se supone que ninguno de los miembros de una relación desea que su pareja sostenga relaciones sexuales con otra persona; pero como solemos decir es mejor aclarar todos los puntos desde el inicio y no dar las cosas por sentadas, de esta manera se conocen las reglas del juego antes de empezar a jugar.
Aunque por supuesto existen parejas en donde los miembros han decido tener una relación de tipo abierta y hasta cierto punto es aceptable, para muchos deseable y hasta parece ser un sueño hecho realidad el poder establecer relaciones sexuales más allá de los límites de la pareja sin miedo a las consecuencias negativas, lo que podría ser la fantasía de muchos hombres y mujeres; por experiencia propia podemos decir que funciona si se tiene la habilidad para manejarlo, pero para ello se debe tener una mente muy abierta, confianza inquebrantable en tu pareja, una excelente comunicación y sobre todo la capacidad de poder discernir entre una relación emocional y una meramente física, cuando esto se da y ponen en práctica las aptitudes anteriores se puede disfrutar de una plena lealtad hacia la pareja y disfrutar sin culpas ni reproches de algún encuentro sexual esporádico sin compromiso.
Conocemos personas que tienen este tipo de acuerdos en sus relaciones y que siguen funcionando de manera eficiente, podríamos decir que incluso funcionan mejor que muchas parejas tradicionales; claro que no todos están preparados pues también hay parejas que lo intentaron y no soportaron la situación, lo que terminó destruyendo por completo su relación, por lo que no está de más aclarar que eso de las «relaciones abiertas» no es para todos, antes de intentar algo de esta magnitud se debe tener en cuenta la forma de pensar de ambas partes involucradas ya que se debe evitar poner en riesgo la permanencia con la persona amada.
Las historias de familias destruidas por la infidelidad abundan, incluso en la misma casa puede haber uno o varios casos, los hogares destruidos son demasiados, ¿pero es que acaso no se puede ser fiel? Podría responder a este cuestionamiento haciendo uso de la teoría biológica, diciendo que no es posible serlo, al menos por mucho tiempo, pues es instinto natural de los hombres y mujeres las pulsiones reproductivas, sobre todo el impulso del hombre de esparcir su simiente; claro está que se puede intentar y lograr con mucho esfuerzo, pero también existen hombres y mujeres que deciden tolerar que les sean infieles, mientras no se enteren o lo vean con sus propios ojos, tal vez esto un tanto patético ya que para que exista un intercambio equilibrado si quieres ganar algo tienes que ofrecer algo con el mismo valor, regido por este mismo pensamiento entonces no puedes pedir respeto o exclusividad si antes no ofreces tu lo mismo y es por ello que solemos decir «pide lealtad y no fidelidad» que como dicen en México «fidelidad sólo en los equipos de sonido y en ocasiones ni en ellos».
En fin, en el mundo existen infinidad de posibilidades y gustos para todo, sobre todo si hablamos de relaciones humanas; pero desde nuestra experiencia, la infidelidad implica la negación de una parte sexuada de nuestro ser y en parte implica cierto sufrimiento pues siempre que exista la obligación de la «fidelidad» se da por sentado que la otra persona ha pasado a ser una propiedad exclusiva para nuestro disfrute sexual y emocional, lo que nos lleva a convertir en un objeto al ser amado y cuando una persona deja de ser «alguien» para convertirse en «algo» le restamos valor al preciado hecho de que esta otra persona nos ha brindado el privilegio de «compartir» su vida con la nuestra y no que hemos «adquirido» acciones de una empresa y siempre que se mantenga esta idea de compra-venta habrá alguien que sufre y esto es algo que no debería existir.
No nos cansaremos de repetir que en cuanto a relaciones de pareja se refiere las decisiones siempre son de dos y es mejor poner en claro todos los puntos posibles para poder evitar dificultades, así que siempre comunicación ante todo, pues más vale una relación real basada en la confianza que una vida de pareja ilusoria en dónde nada ni nadie es lo que parece ser.
Así que como siempre decimos «sólo hagan lo que sea divertido para todos y recuerden que sin riesgos todo se disfruta mejor».
muy bien todo lo que dicen, pero cuando tu pareja està lejos y se le dificulta venir hasta donde estoy y en el transcurso de que viene y no viene me muero de ganas por sentirme amada mi cuerpo lo reclama! y tengo la oportunidad de que alguien me lo haga sentir, ¿qué hago, aguantar mis ganas y buscar otras opciones que no incluyan esa otra persona o qué?
Yo pienso firmemente, que todas las mujeres merecen sentir y disfrutar igual que nosotros los hombres.
Mi esposa me fue infiel y me lo confeso hace poco, me senti halagado, por su valor al confesarlo y por su confianza en mi, por saber que no terminaria mi matrimonio por ello.
Los hombres creemos que dictamos las reglas, pero las reglas del egoismo, diria yo.
La verdadera infidelidad es aquella que sin tocarse un solo dedo, la mente y su amor esta con una tercera persona. Todo lo demas, con agua y jabon sale para siempre.