Esto que digo es totalmente cierto o en parte. ¿Por qué he elegido el nick de el hombre gris? Porque me siento triste, desolado, incomprendido.
Conocí a Jack The Ripper en un foro de fibrosis quística. Estoy mal, muy mal. ¿Por qué tengo o debo conformarme con ser inferior de salud a las demás personas? Estoy harto de tener insomnio, de descansar mal, de llevarme mal con mis padres pero lo que me preocupa más y me crea auténtico pánico es la hemoptisis.
La hemoptisis es sangrar del pulmón. Lo admito, no es muy grave la que tengo pero de vez en cuando tengo la dichosa hemoptisis. Estoy tranquilo en el ordenador, con ligera tos y de repente hago un esputo con sangre.
Lo primero que siento es un recorrido de miedo por el cuerpo, de desesperación, de soledad, de incompresión, de ganas de morirme. Rápidamente pienso en suicidarme. ¿Pero cómo?
¿Qué hay después de la muerte?
Las personas que se suicidan buscan la paz, la paz eterna. ¿Tan malo es la muerte? Si ni siquiera sabemos lo que hay después de la muerte, a lo mejor es un mundo feliz dónde los enfermos como yo podremos descansar en paz de nuestras preocupaciones.
¿Pero por qué quiero suicidarme?
Harto de pelear, de luchar, de estar enfermo crónico de Fibrosis Quística. También siento rabia hacia mis padres, de lo incomprensivos que son y lo mal que me han tratado. Nunca en su vida se han preocupado de llevarme a un médico (mi padre es celador y mi madre administrativa) para que me analizara porque tengo trastorno del sueño. Llevo años con ese problema y siempre que se lo comento me dicen: «Eso no te pasaría si te acostaras a tu hora».
Ale, achacado el problema del sueño y mi madre me dice idioteces como: «No tomes pastillas para dormir porque sino a los 40 años será peor». Será idiota, si ni siquiera se si llegaré a los 40 años.
¡Dios! Qué rabia me da todo, esta impotencia de sangrar y tener que limitarme de no hacer deporte. ¿Hago deporte? Porque si hago deporte a lo mejor sangro o no. Los médicos no me explican bien las cosas y yo aquí desesperado sin valor para acabar con mi maldita vida.
A algunos os parecerá un texto fuerte, pues lo siento, es lo que vivo día a día y lo que pasa constantemente por mi cabeaza. Tú solo tienes que leerlo pero yo tengo que vivirlo. Aquí está la gran diferencia.