Mi Vida: Parte I – Doloroso Pasado

Tenía 20 años cuando decidí que mi vida tenía que cambiar. Hace poco había estado viviendo con el “amor de mi vida”. Ese típico amor que glorificamos, que te cambia la vida. Había vivido todo el Verano con ella en l’Ametlla de Mar y en Septiembre nos habíamos ido a vivir juntos a Sabadell.

Allí en l’Ametlla de Mar pasé el mejor verano de mi vida.

Siempre había vivido en un pueblecito llamado “Móra La Nova”. Allí tenía amigos pero apenas me hacían caso. Iban mucho a su rollo y yo era el más beta del grupo. Ese al que todos controlaban. Si quería salir un sábado tenía que hacerle la pelota a alguno de mis amigos para poder salir.

Además mis amigos no han sido mucho de fiesta (todo lo contrario que yo). Amigos que conozco des de los… 8 años.

¿Dicen que esos amigos son para toda la vida y que son los amigos de verdad?

Lo dudo… Recuerdo una noche, muy emocionado porque íbamos a Lleida, a la Discoteca Wonder_Drink. Esa noche me marcó muchísimo. A mi me encantaba irme de fiesta y emborracharme eso es lo que me alejaba de mi Penosa Realidad, el que me liberaba del estrés. Así que ir a Wonder y poder escuchar esa música House mientras bebía y bebía era lo que más deseaba en este mundo.

Hacía un mes que no iba, tenía que ir con mi amigo de toda la Vida, al que llamaremos Z. Bien.. Pues Z me llamó 1 hora antes de salir. A las 11 de la noche para decirme que me quedaba fuera. Que, un chico que llamaremos P, le había dicho que no podía ir la semana que viene a Wonder y que por favor lo llevara. Z lo elegió a él antes que a mí. Y yo se lo había dicho EL PRIMERO de todos.

P tenía más popularidad que yo con Z aunque lo conocía de poco tiempo. En el coche irían Z, su hermano, P, un chico que casi no conocía y otro que no me acuerdo. Esa noche me sentí el más desgraciado de mi vida. Sentí y me lamenté de todas esas veces que había pensado en suicidarme y no lo había hecho.

Me sentí como un auténtico fracasado, como una auténtica mierda. Incluso ahora, recordando esa sensación me dan ganas de llorar. Me sentí defraudado, abandonado como una colilla. Al colgar el teléfono ya estaba sollozando y al minuto me puse al ordenador y me puse a llorar y llorar.

Mi madre, muy conocedora de lo que me chifla y me gustaba salir (y aún me encanta) vino a preguntarme si no salía y que qué me pasaba.

Tengo que decir que esa es una de las únicas veces que mi madre se ha apiadado de mí y me ha hecho caso. Me debió ver muy muy mal y no es para menos. Así que para mi sorpresa me ofreció coger el coche ya que NUNCA me dejaban sacarlo por la noche y además me consoló. Yo acepté. Sin embargo me dijo que no me dejaba salir del pueblo.

Siempre he sido desobediente y hecho las cosas a espaldas de mis padres porque sino me hubiera muerto en aquél pueblo. Pero ese día le hice caso… Me jodió mucho no poder irme a Wonder con mi coche. Pero a parte de que me daba un poco de miedo no quise desobedecer a mi madre. Pensé que si sufría esa noche sin ir a Wonder me ganaba la confianza de mis padres y posteriormente SI que podría ir con mi coche.

Ya no haría falta lamer el culo a mis amigos, ya no haría falta eso. Simplemente tendría que encontrar a gente para ir a Wonder. Cosa bastante fácil ya que había muchos aprovechados en el pueblo que estaban SIEMPRE ansiosos por ir a Wonder.

Y así es como empecé a hacer “Amigos de Discoteca” como lo llamo yo