La asertividad es la habilidad que tienen ciertas personas de tomar las riendas de su vida y ser los que dirigen sus propias vivencias. Es tener claro que solo nosotros somos responsables de lo que nos pasa y que está en nuestra mano el modo en el que aceptamos o no las cosas que vienen y cómo evitamos, o no, que algunas pasen. Está claro que no todo está en nuestra mano pero en la medida de lo posible una persona asertiva se siente responsable de su propio destino.
Ser asertivo es algo que surge de forma natural en muchas personas, otras han recibido una buena educación y un gran ejemplo de sus padres, pero en cambio para otras personas el ejemplo que han tenido es negativo y no han podido aprenderlo de forma natural.
Ser asertivo es algo que puede entrenarse, como se sociable. Sólo hacen falta un par de cosas. En primer lugar querer aprender a hacerlo. Es decir, para ser asertivo y aprender a actuar de forma asertiva lo primero que tienes que hacer es reconocer que no lo haces y tener voluntad de cambiar. Si crees que ya sabes algo no vas a poder aprenderlo. Aunque lo sepas erróneamente no vas a cambiar de idea. En segundo lugar hace falta que te digan cómo ser asertivo, qué hacer para practicar la asertividad y conseguir incluirla en tu vida de forma definitiva. Para ello te recomiendo nuestro curso Cómo ser asertivo, en el que te contaremos en qué consiste exactamente la asertividad y te propondremos ejercicios con ejemplos fáciles y prácticos para que puedas ir aplicándola a tu modo de vida.
Algunas de las características de las personas asertivas.
Las personas asertivas, que son aquellas que defienden sus derechos sin agredir a los demás pero sin permitir que les agredan, tienen una serie de características que son visibles a simple vista. Escuchándoles o simplemente observándoles ya que su lenguaje corporal también les define.
Las personas asertivas tienen un lenguaje corporal relajado, seguros pero no son agresivos. Esto se nota en su postura, erguida pero relajada, en la forma de mirar que tienen directamente a los ojos pero sin necesidad de sostener violentamente la mirada.
En general, si tuviéramos que describir su postura, la impresión que generan con su presencia es que están cómodos. No se les ve a la defensiva ni tampoco cohibidos, ni encerrados en si mismos, sino todo lo contrario. Dispuestos a dialogar.
Si te encuentras con una persona a quien el diálogo resulta cómodo, es muy probable que sea asertiva. Si tenéis puntos de vista diferentes y es capaz de hablarlo contigo diciendo lo que piensa y escuchando lo que tú tienes que decir es que es una persona asertiva. Dejan de serlo cuando dejan de escuchar o cuando se empieza a gritar para obtener la razón. La persona asertiva tampoco espera convencer a nadie, le basta con que respeten sus opiniones y poder actuar conforme a ellas.
Las personas asertivas usan el diálogo para poder llegar a acuerdos. Entienden que no todo el mundo puede pensar como ellos pero son capaces de ceder, esperando que el otro ceda, para llegar a un punto medio conveniente para todos.
Si continuamos fijándonos en el diálogo que promueven las personas asertivas veremos que son capaces de aceptar críticas, de tenerlas en cuenta y de integrarlas sin problemas. Si las consideran justas lo dirán y trabajarán para que se les pueda criticar eso mismo en el futuro. Una persona asertiva intenta vivir con coherencia y trata de ser coherente en sus pensamientos y actitudes.
De la misma manera que aceptan críticas saben emitirlas sin juicios y sin sonar insultantes.
No debemos confundir una persona asertiva con alguien que siempre está a la defensiva y que cuando recibe una critica se pone a buscar algo para poder decirle al otro «y tú más». Las personas asertivas entienden que cada cosa tiene su momento y si en un momento pasado han tenido algo que opinar lo habrán hecho cuando toca. No son personas que se guarden las cosas dentro para poder usarlas en contra de las demás personas cuando estimen más oportuno, es decir cuando son el blanco de críticas. Una persona asertiva trata de dejar cada tema zanjado cuando toca.
A pesar de tener claro lo que quieren para ellos y sus opiniones es difícil que les consideres radicales. Su postura favorable al diálogo lleva a intentar comprender a los demás y muchas veces sus opiniones pueden ser rebajadas gracias a las opiniones de las personas con las que hablan.
Las personas asertivas en general no generan violencia, irritabilidad o nervios en las personas con las que hablan o tratan de llegar a acuerdos. Hay una serie de personas que presentan una actitud agresiva, nerviosa, defensiva… que hace que quienes se van a dirigir a ellos ya se sientan predispuestos a tener un encontronazo, son personas cuya presencia te altera, te guste o no y con quien ya ves que no vas a llevarte bien. Una persona asertiva no es así.
Las personas pasivas son aquellas que a simple vista ya ves que van a bajar la cabeza y te van a decir que sí a todo o que van a desaparecer para no tener un enfrentamiento. Una persona asertiva no te da esa impresión cuando la ves por primera vez. Es alguien con presencia, que dista de ser una persona sometida o fácil de someter pero que no te genera una sensación de estrés.
Las personas asertivas facilitan el diálogo, la comunicación y la convivencia, pero el problema es que no siempre se encuentran con otras personas asertivas, y la convivencia en grupos siempre acaba perjudicada por los más agresivos, incluso por los más pasivos, que por no ejercer su derecho a opinar dejan al resto en inferioridad. El apoyo de todos es básico para la buena convivencia de un grupo y de poco sirve tener una persona asertiva si el resto no lo son. Si crees que podría venirte bien un poco de entrenamiento en asertividad deja que te recomiende nuestro audio curso Cómo ser asertivo, con el que podrás mejorar tus habilidades de comunicación y de relación con los demás.
Muy buen material como siempre Domenec, me alegra ver que sigues bien y ayudando a la gente :)
hola me mola cantidad vuestro sitio,quisiera compraar dos videos pero no se como …