Frases de felicidad

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Cuando seas realmente feliz lo sabrás porque ya no estarás de mal humor y dejarás de estar obsesionado con lo que hagan lo demás o lo que ocurra.
La vida está para disfrutarla y vivirla, no para amargarse.

Imagina que eres un investigador científico, con mucho esfuerzo y trabajo junto con un enorme presupuesto y un equipo de 50.000 personas conseguís crear el primer ser biológico inteligente. Lo soltáis en un planeta fuera del sistema solar dónde es posible la vida biológica. Observáis al individuo, como crece, como evoluciona, como se forma una gran comunidad llena de esos seres, con sus ciudades, monumentos, cultura y os dais cuenta que todo vuestro trabajo no ha servido de nada.

¿Por qué? Porque la mayoría de esos seres maldice su vida, su existencia, no valora su vida, se queja por todo, siempre está triste y decepcionado. Felicidades, tú y tu súper equipo os habéis tirado años para crear un ser vivo que solo ve sufrimiento, exactamente igual que la mayoría de seres humanos que siempre encuentran problemas y si no los buscan en vez de centrarse en ser feliz y disfrutar la vida.

Imagina que eres una persona de nacionalidad africana sumida en la pobreza. Consigues ahorrar dinero con actividades que no son muy justas, pero lo único que quieres es poder emigrar para ofrecer un futuro mejor a tu familia. Así que contactas con un hombre que promete transportarte en un barco, el billete te sale desorbitadamente caro así que piensas que por lo menos el barco tendrá que ser bonito. Al llegar te encuentras con una patera amontonado con otros 30 inmigrantes. Os lanzan al mar hacia España, tardáis varios días en llegar y la mitad de los inmigrantes han muerto por insolación y falta de comida, cuando llegáis os detecta la policía, estás muy débil pero corres como nunca porque sabes que es tu única posibilidad de conseguir la felicidad.

Corres y corres como nunca lo has hecho, estás muy cansado, deshidratado y apenas tienes fuerzas pero corres hasta librarte de la policía y caes rendido, desmayado. Te levantas y tu primera tarea es buscar comida en la basura, ves que la gente te mira raro pero te da igual, todo para ti es nuevo y te maravilla los edificios y edificaciones que ves, piensas que es todo muy distinto a África. Aquí te sorprende porque todo el mundo va bien vestido, parecen sanos y te quedas maravillado. Después de varios meses de comer de la basura y haber tenido que ingresar un par de veces en el hospital por intoxicación encuentras un hombre que te ofrece vender gafas de sol y otros productos similares por la playa.

Tú aceptas ganando muy poco pero por lo menos puedes comenzar a comer más decente, comprando algo de comida. Vives lo que sería para mucha gente de occidente una vida pobre y desgraciada pero tú estás feliz como nunca porque por primera vez eres libre y feliz, puedes comer cada día, no ves violencia ni sufrimiento constante. Aquí todo parece diferente, se puede vivir con mucha paz y sin ver lo peor del sufrimiento constantemente.

Justo a tu lado pasa una chica muy bien vestida y pija, te mira con desdén pensando: «un inmigrante vagabundo». Esa chica viste pijo, vive del dinero de sus padres comprando y haciendo lo que le da la gana, no valora nada y solo le preocupa su físico y lo que piensen de ella y lo peor de todo es que esa chica, que vive 1000 veces mejor que ese inmigrante que las pasa «canutas» es precisamente ella la infeliz y la que constantemente se queja de todo. Lo tiene todo para vivir una vida feliz, satisfactoria y disfrutarla al máximo y en vez de eso se amarga constantemente.

Este ejemplo es una excelente forma de ver 2 situaciones, de modo que como percibes tú la realidad refleja directamente tu felicidad, da igual cual sea tu situación si sabes sacar el lado positivo de las cosas, si sabes valorar la vida y disfrutarla da igual como seas, tu situación o cualquier cosa, nada importa porque serás capaz de ser feliz como el que más dado que sabrás sacar la felicidad de prácticamente cualquier lugar.

No es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita. Recuerdo mi experiencia personal desde 2007 hasta 2010 mi capacidad económica ha dado un giro de 180º, he pasado de no tener dinero casi ni para comer a ir muy bien de dinero, pudiéndome permitir ir más a menudo al cine, cenar fuera, comprarme equipos que me ayudan mejor en mi trabajo… El cambio ha sido espectacular. ¿El dinero me ha hecho más feliz? En cierto modo si, pero analizaremos bien la tentación para no caer en el tópico fácil de que el dinero da felicidad.

Cuando no tenía ni un duro no estaba nunca triste, ni mucho menos me frustraba el no poder comprar, era muy feliz, saliendo todos los días sin gastar un solo euro y adaptándome a las circunstancias, pues toda la vida he ido muy escaso de dinero, ten en cuenta que me independicé con 18 años y la media de independencia de la gente en España está en torno a los 31 años. Me acostumbré a heredar la ropa de mis hermanos, heredar los ordenadores de mi padre… Realmente no he tenido el placer de estrenar ordenadores ni de consumir mucho, siempre me he contentado sacándole el jugo a la vida, independientemente del dinero que tenga. ¿Pero esto significa que no quiera dinero? En absoluto, significa que cuando uno sabe vivir sin dinero luego es capaz de vivir con dinero y emplearlo más sabiamente en extraer más felicidad. ¿Sabes en que gasto todo mi dinero o al menos el 95% de él?

En necesidades básicas como comida, vivienda y en cosas de mi trabajo en verdadera seducción: publicidad, ordenadores, dvd, viajes para experimentar, hacer fotos y grabar productos… Desde luego con cada inversión que hago la aprovecho al máximo para vivir y disfrutar la vida al máximo, hago siempre lo que más me gusta y apasiona en la vida.

¿Significa eso que sin dinero sería toda la vida infeliz? No… Simplemente me adaptaría como hay que hacer siempre. La felicidad es adaptarse, el dinero va y viene, lo importante es que seas capaz de extraer felicidad de todos los ámbitos de tu vida, tengas o no tengas dinero.

Si quieres ser feliz y disfrutar la vida siempre te recomendamos nuestro videocurso: Como ser feliz