Te entiendo. Tus amigas tienen pareja, puede que muchas se hayan casado y estén empezando a tener hijos. Tal vez eso pasó hace tiempo y tú sigues sin encontrar pareja. Tu separación ya no es un hecho reciente. Miras a tu alrededor y todos tienen lo que tú deseas. No puedes evitar pensar «estoy cansada de estar sola».
Ya no solo para encontrar pareja, para que tu vida en general funcione bien tienes que conseguir dejar de sentirte mal. La desesperación no es una buena compañera. Piensa que los demás la perciben y de alguna forma empieza el rechazo.
La desesperación es como el miedo, casi siempre es visible en la cara de la persona que lo sufre y por sus actitudes siempre podemos acabar de detectarlo. Además, como les ocurre a los animales que huelen el miedo y cogen fuerza para atacar más fuerte, las personas en general también «olemos» la desesperación y nos apartamos de ella.
Vamos a ver, no me malinterpretes. Claro que cuando vemos a alguien desesperado nuestro primer impulso, por lo menos el de las buenas personas, es ayudar. Pero tú me entiendes, este tipo de desesperación del que hablamos hoy es distinto. Hablo de gente que se siente perdedora, que ha tirado la toalla y que no quiere luchar. Que vive triste y resignada por su destino, que se queja amargamente, pero que no hace nada para cambiarlo.
Y es que mientras aceptas que tu destino es este y lo asumes como propio no vas a poder cambiarlo. Todos lo hemos visto, si te gusta un deporte, o si tienes niños pequeños sabes a qué me refiero. Casi no vale la pena participar en algo en lo que no crees. Si crees que no vas a poder lanzarte a la piscina y nadar para ganar la carrera o si crees que el partido de fútbol está perdido antes de empezar, tienes muy pocas posibilidades de que la suerte te favorezca.
Y es que si pasa eso será justo por la suerte, no por tus esfuerzos para conseguir nada. Para lograr algo tenemos que estar convencidos de que podemos lograrlo. Eso es importante, no solo a la hora de encontrar pareja sino de sentirnos a gusto con nuestra vida. Cuando te sientas bien con tu vida y parezca que no hay espacio para nada más te sorprenderás y verás que puedes incorporar perfectamente a tu vida a ese alguien tan especial que has conocido.
Pero cuanto más lo busques y más mal te sientas contigo misma por estas sola más lejos se irá él de ti.
Crecemos pensando que hay alguien especial, ideal para cada una de nosotras, una media naranja, alguien que nos permitirá vivir la vida de forma completa. Creemos que somos incompletos, que necesitamos a otra persona para terminar de redondear nuestra existencia. Sin embargo, desde pequeños también, nos han enseñado a hacer las cosas solos. No siempre estarán nuestros padres. En algunas partes del mundo se educa a las niñas para obedecer a los padres, ellas saben que después del padre a quien deberán obedecer es al marido. Y su educación incluye esas restricciones y muchas otras.
Por suerte, esto no ocurre en todas partes y en nuestra cultura no es un hecho habitual. Nos educan para vivir una vida solos, para poder ser responsables de otras personas. No para que no nos sintamos realizados si no encontramos a nuestra media naranja. Cada persona es completa y puede vivir la vida solo perfectamente. Sin embargo, compartir nuestra felicidad y nuestros esfuerzos y recompensas con otra persona siempre es mucho más agradable.
Esto no quiere decir que haya una persona esperándonos a cada una de nosotras. Nuestra media naranja puede ser cualquiera. O casi. Solo dependerá del momento vital en el que nos encontremos y de cómo busquemos o a qué clase de hombres conozcamos para encontrar a nuestra media naranja, o pomelo, o melocotón.
Piensa en la responsabilidad que supone para alguien ser la media naranja de otra persona. Esa pieza que le falta para ser completa. ¿No crees que es una responsabilidad muy grande?. Por otra parte, ¿a ti te interesaría una persona cuya vida está tan vacía que no es feliz viviéndola?
Yo creo que no. Nadie quiere asumir ese peso. Cuando nos unimos a alguien nos gusta encontrar una persona firme, que tiene una vida rica, que nos aporta estabilidad y que nos llena la vida de luz. Tú quieres ser esa persona para alguien.
Si tu vida no brilla ahora, ¿crees que va a empezar a mejorar si conoces a un hombre?. Si puede que al principio sí, no en vano es un cambio importante en tu vida, de estar sola y no hacer nada a tener planes. Pero pasados los primeros meses si tú no tienes intereses propios qué vas a aportar a la pareja? Quiero decir, qué vas a hacer, salir siempre con sus amigos, practicar los deportes que a él le gustan, realizar las actividades que él planifica?
Puedes hacer muchas cosas estando sola y hacer que tu vida sea emocionante y rica en sentimientos y emociones, aunque la pasión o el enamoramiento no estén en ella. Ante todo tienes que cambiar tu actitud. La vida es immensa, está llena de sorpresas en cada equina. Solo tienes que salir a que te encuentren o buscarlas o propiciarlas.
Ponte en la piel de la gente que te rodea. Si siempre vives como una alma en pena quejándote de lo sola que estás solo conseguirás seguir estándolo. Piensa que harías tú en su lugar, con qué tipo de gente te gusta estar. Sé el tipo de persona que quieres ser independientemente de si tienes pareja o no.
Cambiando la actitud y conociendo los secretos de la seducción puedes darle la vuelta a la tortilla y dejar de estar sola en poco tiempo. Para ello te recomiendo nuestro curso Cómo conseguir pareja en el que aprenderás paso a paso cómo seducir a un hombre y te daremos las claves para aumentar tus posibilidades ya que serás una seductora vayas donde vayas.
tu crees que en enamorar en distancia resulte?
a veces me pregunto si da resultado una relación o amistad con una persona que a veces no conoces-
ojala que mi mje sea leído por alguien como yo
Hola efren me gustaría platicar contigo como te contacto