La ansiedad y la angustia son emociones que puedes vivir de forma tóxica. Ambas te llevan a vivir bajo una especie de presión y pueden impedirte llevar una vida normal o tomar decisiones de forma correcta. Pero, ¿es lo mismo ansiedad que angustia?
En este artículo trataremos de ver las diferencias y similitudes entre estas dos emociones, aunque ya te adelanto que son emociones distintas. Puedes tener problemas con las dos, pero lo más probable es que padezcas ansiedad o angustia, una sola de ellas.
Para tratarlas adecuadamente lo primero que tienes que hacer es saber diferenciar entre ambos problemas, si visitas a un profesional será lo primero que trate de determinar. Para ahorrarte tiempo o para tratar de solucionar estos problemas por ti mismo puedes, en primer lugar, determinar tú solo si padeces ansiedad o angustia. Para ello te recomiendo nuestro libro Cómo convertirse en un maestro de las emociones , con el que aprenderás a diferenciarlas, ya tengas este problema del que hablamos hoy o bien cualquier otro relacionado con las emociones. Saber reconocerlas es el primer paso para saber cómo tratarlas.
Una gran parte de las personas lo llama estrés. Bajo este síntoma o este nombre lo incluyen todo, pero son patologías distintas que tienen síntomas diferentes y que deben ser tratados de forma distinta.
La angustia se manifiesta a menudo de forma física, mientras que la ansiedad no tienen unos síntomas claros tan evidentes.
La angustia se puede presentar en forma de palpitaciones, taquicardia, dificultad para respirar o opresión en la zona del pecho o del corazón.
La ansiedad a menudo te hace sentir incómodo pero no puedes achacarle ningún síntoma físico claro. Las personas que tienen angustia suelen acudir al médico con síntomas que no pueden ser atribuidos a ninguna enfermedad física.
Es decir, puede que hayas visitado al médico por un dolor en el pecho que no ha sido capaz de encontrar o de explicar. O que te plantees ir al hospital cuando te cuesta respirar, te ocurre a menudo sin que llegue a ser algo tan claro como una crisis de ansiedad. Con la angustia tienes una sensación constante de falta de aire.
Pero luego visitas la consulta del especialista y todas las pruebas que te hacen son correctas. Así pues, es una patología que tiene síntomas físicos que no pueden ser atribuidos a otras enfermedades.
La ansiedad no tiene, como decíamos síntomas físicos tan evidentes, aunque son frecuentes las crisis de ansiedad. Algunos lo llaman ataques de nervios o crisis de angustia. Ambas patologías pueden terminar en una crisis.
La respuesta del cuerpo y tu actitud cuando sufres cada una de estas dos patologías también es diferente.
La angustia te hace estar mucho más lento mientras que la ansiedad se presenta en forma de gran actividad.
La ansiedad es lo que le indica a nuestro organismo que está en peligro, cosa que le hace estar alerta y con todos los sentidos bien despiertos.
La angustia es lo que recuerda a nuestro organismo que las cosas pueden ir muy mal y para defenderse el cerebro desconecta en muchas ocasiones y adormece los sentidos para que el dolor sea menor.
En el primer caso podríamos decir que nos ponemos en alerta para poder escapar de los peligros mientras que en el segundo caso asumimos que lo peor ha ocurrido y nos atontan para que no suframos.
Imagínate que es una película de aventuras. Lo vemos claramente en su protagonista que mientras está en peligro es una clara heroína valiente a quien nada da miedo y que es capaz de hacer lo inimaginable. Cuando algo sale mal y pierde a la persona amada nuestra heroína desconecta de la realidad, nada de lo que ha hecho ha merecido la pena, así que vive aislada en un entorno donde todo ocurre mucho más lento. ¿Es lo mismo ansiedad que angustia?
La ansiedad y la angustia funcionan así también contigo. Si padeces ansiedad estarás acelerado y necesitarás poco tiempo para tomar decisiones, que serán fruto de tu prisa. Parece que puedes pensar con más claridad pero en realidad no es cierto.
La angustia te impide tomar decisiones, te hace sentir que no estás en un buen momento y hace que no puedas avanzar.
Ambas emociones tóxicas se pueden presentar de forma simultánea pero lo más habitual es que padezcas una sola de ellas y que no sepas exactamente cuál es.
Para tratarlas deberás conocer qué es lo que te pasa ya que la angustia se trata de forma algo más sencilla afrontando los miedos, que son los que la desencadenan.
La ansiedad no siempre es tan fácil de erradicar ya que responde a sentimientos mucho más profundos y no tan fácilmente etiquetables como el miedo.
La ansiedad, por contra, se puede controlar de forma más o menos sencilla. La angustia requerirá que superes los miedos que la desencadenan mientras que la ansiedad se puede aprender a controlar, mientras por otro lado descubres y sanas los problemas que la desencadenan.
Un primer paso para curarte de la ansiedad es, por tanto, aprender a controlarla. Hacerlo te ayudará a pensar con mayor claridad, a ser capaz de actuar con mucha más calma y a tomarte tiempo para pensar, calmarte, tomar decisiones o simplemente analizar la situación y dejar pasar el tiempo.
Cuando una persona ansiosa aprende a vivir sin ansiedad está mucho más cerca de lograr quitársela de encima para siempre. Estar tranquilo y aprender a controlar los signos de la ansiedad te hará darte cuenta de cuando se dispara y podrás analizar mucho mejor qué es lo que te hace vivir con ansiedad.
Para controlar las emociones es imprescindible saber reconocerlas, solo sabiendo a qué te enfrentas puedes darle el tratamiento que necesita. Habitualmente las emociones tienen que ser observadas, respetadas y eliminadas.
El problema es que muchas veces no las respetamos sino que las negamos y por tanto no podemos dejar que hagan su trabajo y no se irán. Por el contrario si nos quedamos demasiado tiempo con emociones positivas y negamos las negativas viviremos en un desequilibrio constante. La ansiedad puede ser debida precisamente a esta necesidad de emociones positivas que enmascaran las negativas.
Debo decir que no hay emociones positivas ni emociones negativas. Todas son importantes para nosotros y nos hablan de lo que sentimos, que no siempre tiene que parecernos agradable.
Aprende a conocer tus emociones y a saber si tienes ansiedad o angustia. Solo controlando la parte más profunda de tus emociones podrás aprender a librarte de este lastre que no te deja vivir con libertad y tranquilidad. Si quieres saber más sobre tus emociones COMPRA AHORA Cómo convertirse en un maestro de las emociones.