Se acercan días en los que vamos a tener que pasar muchas horas en familia. Algunos de nosotros no lo soportamos pero no tenemos más remedio que pasar por el tubo y comer o cenar para celebrar la Navidad con personas que no nos son afines. Muchas familias se reúnen estas fiestas pero no se ven durante el resto del año. Es posible que tengas muy buena relación con tus hermanos pero que no soportes al marido de tu prima, que es de los que vienen a comer únicamente en Navidad. Por el bien de nuestros padres, abuelos y demás miembros mayores de la familia acudimos a la comida y tratamos de ser sociable con la familia, incluso con aquella que no soportas y que de ninguna manera verás en otra ocasión durante el año.
Así que hoy vamos a tratar de buscar el modo de ser sociable con la familia, de poder tener una comida o una cena de Navidad tranquilas sin malos rollos y sin que la cosa esté tan tensa que necesites todo una año para superar el mal recuerdo que te deja. Pero no sólo se trata de personas que no tienen buena relación con la familia sino de aquellas que no son tenidas en cuenta, la típica persona que ha pasado a ser un adulto sin que nadie se de cuenta, que le siguen viendo como a un niño y que le ignoran en sus comentarios y demás ya que es el típico que permanece callado en todas las reuniones. Si eres de esos necesitarás darle la vuelta a la situación y demostrar que eres uno más de la familia, también vale para aquellas nuevas incorporaciones al seno familiar: el novio que sube a cenar por primera vez a casa de los padres de su chica.
Los consejos que hoy os daremos son válidos para cualquiera de estas situaciones y puedes aplicarlos con la familia o en cualquier otro círculo social de compromiso en el que no quieras ser tú mismo o no sepas cómo empezar a relacionarte. Ser una persona tímida e insegura te puede llevar a estar a disgusto en una reunión familiar, en una de amigos… Así que te recomiendo que eches un vistazo a nuestro curso Cómo ser sociable paso a paso, en el que como dice su título aprenderás a relacionarte poco a poco, asimilando nuevas cualidades y mejorando a medida que te familiarizas con tu nueva forma de ser.
Ser políticamente correcto con la familia
Lo importante para no tener una comida tensa o una situación desagradable es no entrar en temas escabrosos, delicados o susceptibles de ser responsables de iniciar una discusión. Por ello recomiendo ser políticamente correcto y no tocar temas que ya sabemos que van a ser polémicos.
Cada familia es un mundo y mientras que para unos la solución podría pasar por no hablar de nada más trascendente que el fútbol para otros eso podría ser lo más importante del mundo y la mayor causa de conflicto. Así pues es difícil recomendar un tema neutro que funcione a todas las familias.
Sigamos con el ejemplo del fútbol. Si todos somos del mismo equipo estaría bien como tema de conversación, lo mismo que hablar de economía, si todos pensamos igual no va a ser un problema. El problema llega cuando uno es muy de derechas y el otro es muy liberal y se enganchan seguro en la conversación o cuando uno es del Barça y el otro del Madrid, también se engancharán.
Hay temas, por tanto que son delicados: el fútbol, la política… Si llegas nuevo a una familia y no conoces sus puntos débiles lo mejor es que no toques los temas habituales de ser susceptibles.
Temas recomendados son todos aquellos por los que la otra persona tiene interés. Por ejemplo: el trabajo, los estudios… Si le preguntas a alguien acerca de cómo le va el trabajo y muestras empatía por lo que te cuenta, podéis tener una conversación sana y larga sin mayores problemas que buscar otro tema cuando este se acabe, a no ser que seas capaz de ir tirándole de la lengua, gracias a lo que te va contando, de lo que puedes ir sacando preguntas para tenerle conversando un rato más.
El trabajo, los estudios, los hijos… todas aquellas cosas que nos preocupan y nos hacen sentir orgullosos, siempre teniendo en cuenta no dar opiniones o como mucho no darlas en contra a lo que se está diciendo. Si habláis de estudios no se te ocurra decir que lo que estudia la otra persona no tiene salida. Alaba su gusto por la selección y por hacer aquello que le gusta, habla del esfuerzo que supone estudiar y pregunta qué tal los profesores, qué espera hacer cuando termine de estudiar, etc.
Lo mejor con la familia es no opinar sobre nada. Ser lo más neutro posible en nuestros comentarios y jamás meterse en conversaciones que se ponen feas. Deja que sean otros los que lo solucionen o los que se pelean.
En cuanto a las preguntas que te hagan trata de contestaras de forma cortés pero sin dar demasiados detalles ni mojarte excesivamente. De este modo no serás tú el que saque temas de conversación controvertidos o inicie una discusión. Todo está bien, todo es bonito y estamos muy contentos todos juntos.
Métete eso en la cabeza y consigue que el evento familiar pase lo más deprisa posible. Sé correcto en tus opiniones y no pongas a nadie contra las cuerdas. No expongas claramente lo que piensas por varias razones: la primera es no generar conflictos y la segunda para no dar pistas o argumentos que puedan usar para generar un conflicto contigo en el futuro.
Ante cualquier duda siempre lo mejor es dejarse guiar por la prudencia.
Sea con la familia o no, cuando eres una persona con dificultades para relacionarte, tímido e inseguro lo mejor es que soluciones ese problema y que empieces a relacionarte con los demás de una forma más sana sociable, te enseñamos cómo hacerlo en nuestro curso Cómo ser sociable paso a paso.
Oyes como puedo meterme a una conversacion sin que salga con una babosada