¿Vas a tener un bebé? ¡Enhorabuena! Los hijos son algo fantástico, disfruta del momento, puede que un embarazo ahora te parezca eterno pero pronto echarás de menos tu barriga. Lo que no queremos que eches de menos es a tu pareja, así que si te preguntas cómo cambia la relación de pareja cuando tienes hijos aquí vamos a tratar de contártelo.
Los hijos, en la mayoría de los casos son una forma de llegar al máximo con tu pareja. Lleváis tiempo juntos, os queréis, habéis comprobado y demostrado que podéis cuidar el uno del otro, convivir… queréis que la felicidad sea máxima y ya se sabe que los niños dan la felicidad.
La relación de pareja puede haber sido perfecta hasta este momento, seguramente tendréis unas buenas bases sobre las que habéis construido vuestra unión pero aunque te lo esperes un hijo cambia la relación de la pareja más de lo que piensas.
Es recomendable tener más paciencia que nunca, cosa que va a ser difícil puesto que un bebé, o un niño más mayor parece que tiene siempre la habilidad de sacarte de quicio y ponerte de lo más nerviosa. La tienen. Luego vemos el motivo. Así que tanto tú como tu pareja vais a estar más nerviosos de lo habitual, quieras o no quieras habrá momentos en los que saldrías de casa gritando como en los tebeos y correrías cuesta abajo tirándote de los pelos.
Las parejas pasan por momentos críticos cuando tienen un hijo así que es totalmente recomendable tener algunas consideraciones especiales para mantener viva la llama del amor y la pasión con tu pareja, especialmente cuando has tenido hijos. Si lo vas dejando pasar es posible que llegue un día en que estéis demasiado lejos el uno del otro para comunicaros. Recuperarlo es posible pero siempre es mejor no llegar a esos puntos.
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Cómo cambia la pareja cuando tienes hijos
Vamos, en primer lugar, a remontarnos muchos años atrás cuando el ser humano evolucionó desde aquella especie de simio prehistorico. Bien, aquellos hombres vivían en manadas, dormían en cuevas y se enfrentaban a todo tipo de depredadores. No olvides nunca que somos animales y como tales llevamos evolucionando muchos años pero en el ADN está grabado el origen de todo. Hay pocos cambios entre nuestro ADN y el de los primeros hombres. Así que estamos programados para sobrevivir en las mismas condiciones que vivían ellos.
Esto no quiere decir que tengamos que dejar nuestras casas y subir de nuevo a los árboles, pero sin duda te puede ayudar a entender como el llanto de un niño puede llegar a desquiciarte de esa manera. Están programados para ello. Piénsalo. ¿Qué hacían las mujeres en las cavernas? Llevaban a sus hijos todo el día a cuestas, no tenían cochecitos ni nada parecido. Cuando los dejaban solos un momento el niño, para protegerse cuando necesitara algo tenía un sistema infalible. El llanto.
Además, para la madre (y el padre) este llanto es tremendamente irritante. Molesta. También estamos programados para ello. Para calmar el llanto. Si los bebés no lloraran y los progenitores no les oyeran a la mínima no habríamos sobrevivido a la época antigua. Ellas dejaban a los niños y se iban a recolectar y cuando el niño lloraba lo oían y volvían. Siempre había alguien cuidándoles pero el llanto de cada bebé es el que llama a su madre.
Bien, espero que entiendas esto para entender un poco más el funcionamiento de un bebé. Recuérdalo en los momentos de mayor tensión. Aunque no tengas un bebé especialmente llorón irás cansada y habrá momentos en los que, como decía saldrás corriendo.
La madre cuando el bebé nace se vuelve más protectora que nunca. Esto también nos viene de la época de las cavernas. Y el padre se vuelve más responsable que nunca. Tiene una boca más que alimentar y aunque la madre trabaje de repente siente ese peso sobre él. Si a ella le pasa algo en el trabajo o al bebé le pasa algo y requiere más cuidados el padre con su trabajo querrá ser el único aporte necesario. Por ello, cuando un hombre tiene un hijo es frecuente que nazca una sensación de responsabilidad de la que ni siquiera es consciente y dedique mayor esfuerzo y constancia al trabajo.
El principio todo es precioso, no nos vamos a engañar. El recién llegado te enamora, algunas mujeres sienten amor por el bebé desde el momento en el que nace pero otras necesitan días para conocerle en profundidad ya que para ellas es algo chocante querer tanto a una persona a quien acabas de conocer. En serio, les quieren pero necesitan adaptarse al bebé. Esto pasa bastante con el segundo hijo. Ves a tu bebé y no le reconoces, aunque sea idéntico a su hermano mayor verás a un bebé distinto, al que no estás acostumbrado y necesitarás un tiempo de adaptación.
Pasada esta primera etapa la pareja vuelve a la normalidad aunque los hijos estresan mucho y durante bastante tiempo duermen mal por las noches y requieren atención completa durante los días. Además, tienen el don de la oportunidad y siempre quieren estar con vosotros y que les hagáis caso cuando tenéis algo que hablar.
Suele recomendarse que las parejas dediquen un día a la semana a salir y a hacer cosas juntos. Muchas son reacias a dejar a sus hijos, sobretodo muy pequeños a cargo de otras personas. Además las obligaciones no son demasiado buenas, las cosas se hacen porque apetezca, no porque toque.
Pero no es un mal consejo, aunque no quieras salir y dejar el bebé al cuidado de otra persona sería bueno encontrar un momento cada día para poder hablar con tranquilidad y recuperar algo de intimidad con la pareja. La vida sexual también cambia cuando llegan los hijos, pero eso daría para un artículo entero.
Los hombres a menudo se sienten desplazados por la atención que les das a los bebés, tú a menudo te sientes desplazada pues cuando llegas a los sitios todo el mundo saluda al bebé y tú parece que no existes. Simplemente hay que encontrar la empatía hacia la otra persona. Piensa que lo que sientes tú cada vez que tu madre solo tiene ojos para su nieto y te ignora a ti es lo que siente tu pareja cuando solo tienes ojos para el bebé.
Al final se trata de ser consciente de que la situación es algo más complicada y requiere un mimo especial y de vez en cuando compensar esa falta de tiempo y espacio. Cambiaréis la cantidad por la calidad. Pero si os esforzáis encontraréis la manera de seguir teniendo una buena relación de pareja con un bebé en casa.
Vamos, que hay que ser masoquista para desear tener hijos. Muchos estudios científicos sostienen que la relación entre número de hijos y felicidad es inversa. Supongo que eso explica la baja tasa de fertilidad en el mundo.
Baja tasa de fertilidad? xD. Somos 7000 millones de personas y subiendo, si eso te parece poco…