Hoy que es uno de los días favoritos del año para los niños y los padres vamos a hablar de cómo determinado tipo de padres son la causa de la baja autoestima de ciertos adultos. Todo empieza cuando somos niños y no necesariamente tiene que ser algo premeditado por parte de los padres. De hecho dudo que ningún padre de forma premeditada decida educar a su hijo o a su hija de forma que crezca con la autoestima minada. No. Seguro que ese no es el objetivo de ningún padre. Los padres, la gran mayoría, hacen las cosas creyendo que hacen lo mejor para sus hijos.
No obstante, aunque hagan lo que hacen creyendo que es lo mejor para los niños, a menudo los padres son los causantes de la baja autoestima o de los problemas de personalidad de los pequeños. Cuando son niños lo achacan a timidez, a no ser suficientemente buenos en algo y todavía presionan más.
Hoy vamos a ver ejemplos de cosas que hacen muchos padres sin maldad, pero sin pensar en las consecuencias que tienen sus palabras. No hablo de mal trato psicológico, de eso hablaremos otro día, hablo de aquellos padres que nunca están satisfechos con lo que hacen sus hijos. Esta es una de las causas más frecuente de la falta de autoestima en niños. Y cómo no, lo arrastran hasta la edad adulta y no son capaces de quererse a sí mismos, de valorarse, de creerse con capacidad para hacer ciertas cosas… Si te suena esto puede que tengas la autoestima baja, así que te recomiendo nuestro audio curso Cómo aumentar la autoestima con el que podrás ejercitarte en casa, al ritmo que necesites y poco a poco aprender a superar los obstáculos que tú mismo te pones. No hay peor enemigo que uno mismo, así que ponte manos a la obra hoy mismo y aprende a respetarte y a valorarte, aunque no lo hicieran tus padres cuando eras pequeño.
Los padres insatisfechos no son aquellos que todo el mundo llama demasiado exigentes, que también, pero esto ya es algo bastante evidente. Hoy vamos a hablar únicamente de padres insatisfechos, aquellos que sin gritar, que sin enfadarse, hacen sentir a sus hijos poca cosa.
La diferencia entre un padre insatisfecho y un padre autoritario es que el primero hace sentir mal al hijo con un comentario sin maldad, mientras que el segundo lo hace gritando y amenazando. El padre autoritario actuará como un militar y tratará a su hijo con la disciplina propia de los soldados.
El padre insatisfecho es el que nunca tiene suficiente, el que nunca está contento. Si el hijo saca buenas notas el padre no se alegra, le dice que es su obligación. Si saca un 7 le dice que debería haber sacado un 10.
Todo lo que hace el niño es lo normal para el padre, que no da importancia a los logros del hijo. Puede que sí, que sea su obligación, pero es necesario aprender a valorar el esfuerzo de los demás. Cada persona tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles y no es lo mismo para muchos aprobar un examen de matemáticas que uno de lengua, así que los esfuerzos hay que saber valorarlos.
Y el talento también hay que valorarlo ya que no todo el mundo lo tiene y para dejarlo aflorar hay que apreciarlo. Si alguien te dice que por tener talento no tiene valor lo que haces te hará sentir menos especial, inferior, etc.
Esto es lo que hacen los padres insatisfechos, nunca tienen bastante con lo que hacen sus hijos, si sacan buenas notas deberían ser mejores, si son las mejores es que es su obligación, es posible que después de eso les pidan que además sean buenos practicando algún deporte.
Los padres insatisfechos son aquellos que no saben demostrar el orgullo que sienten por su hijo o que creen que le motivan si siempre le están empujando a que sean mejores, pero la consecuencia de ello es que el niño ve que ni siquiera sus padres son fans incondicionales suyos, ¿cómo lo van a ser los demás?
El orgullo de que tu hijo sea como sea, de que se esfuerce, de que tenga algún talento, ¡de lo que sea! es necesario compartirlo con ellos o crecerán pensando que nadie les va a valorar. Es fácil pensar que si no lo han hecho en casa que son quienes más y mejor te conocen, no lo van a hacer dos de fuera. Así pues, si sientes qeu tus padres nunca estuvieron satisfechos o siempre te hacen de menos es el momento de cuidar tu autoestima puesto que seguramente está por lo suelos.
Conozco casos de padres que siempre dan valor a lo que dicen los hijos de los vecinos, y les ponen de ejemplo delante de sus hijos, pero que no son capaces de valorar lo que hacen sus propios hijos, que dicho sea de paso en muchas cosas les dan mil vueltas a los de los vecinos.
En el desarrollo de una persona es necesario tener «fans» saber que alguien incondicionalmente valorará lo que haces y que sabrá lo que necesitas y se alegrará por tus logros, por pequeños que sean. Ya llegará el momento de exigir más. Pero no tiene sentido exigir más a alguien que nunca ha logrado nada y es que un hijo que nunca ha satisfecho a su padre no tiene ningún tipo de motivación para esforzarse, si ya lo hace y no lo consigue… lo más fácil es tirar la toalla. Es decir, acabar con la autoestima por los suelos. Bajo mínimos.
Esos niños se convierten en adultos temerosos, que creen que no merecen menos que los demás o que sienten que nunca llegarán ni a satisfacer sus propias expectativas. Si eres padre aprende a valorar los esfuerzos de tu hijo, pídele que de más si puede darlo, pero no siempre te quedes insatisfecho porque no lo haya dado todo. La vida es mucho más que sacar dieces en los exámenes o que chutar bien el balón. Si a tu hijo no le gusta el deporte que a ti te gustaba aprende a disfrutar de tu hijo y conócele, no esperes que él sea lo que tú eras, sois personas diferentes.
Si te trataron así de pequeño puedes necesitar un empujón para aumentar tu autoestima, con ejercicios fáciles que puedes hacer en casa y mejorar día a día: Cómo aumentar la autoestima.