En la realidad el dicho suele ser:
Quien no arriesga no gana
Pero personalmente me gusta huir de todo lo que pueda suponer negatividad y en esta frase nos encontramos con dos feos «NO».
Es por esto que es preferible en lugar de pensar «Si no arriesgo…» cambiarlo por un «Si arriesgo ahora, tal vez ganaré«. Desde luego es mucho más alentador.
La importancia de arriesgar en ocasiones puntuales de la vida. Esta idea me vino a la cabeza con el detalle más simple y absurdo que podáis imaginar.
Y es que iba en coche y vi la primera salida hacia mi destino. Pensé que había otra salida más adelante y que probablemente