Recuerdos dolorosos
Eso es lo que me pasó el sábado por la noche, es increíble como una persona puede provocarte tantos sentimientos e incluso una canción puede hacerte llorar.
Aún recuerdo cuando tuve mi primera monoitis (obsesionarte por una chica a la que ni siquiera has besado). Se llamaba Isa, tenía un año más que yo (siempre me han gustado las chicas más grandes).
La conocí en un PUB, ni siquiera cruzamos 2 palabras pero un amigo mío se la cruzo en un chat me pasó su email y a partir de ahí conectamos con buen feeling y reíamos mucho «juntos». Hasta que un día ella decidió bajar para salir conmigo de fiesta e incluso vino sola.