Lo que te convertirá en la mujer o el hombre más atractivo del planeta y una persona ABSOLUTAMENTE IRRECHAZABLE, capaz de conquistar a cualquiera que se proponga es… DEMOSTRARLE QUE NO TE IMPORTA SU RECHAZO A TRAVÉS DEL AMOR PROPIO.
Porque cuando te quieres a ti mismo de una forma bárbara, cuando honestamente piensas que eres la mejor opción, siempre, para cualquier persona, conviertes tu realidad en tus pensamientos y automáticamente te vuelves una persona a la que nunca van a rechazar y donde cualquiera estará dispuesto a luchar por ti. Es lo que se conoce como: ATRACTIVO IRRECHAZABLE.
Y es que una de las formas más claras de demostrarle a una persona lo valioso que eres es cómo actúas ante el rechazo. Y te voy a explicar uno de los primeros principios sobre seducción que aprendí con apenas 18 años y que a día de hoy es uno de los pilares de la estrategia que enseñamos a nuestros clientes: DEMOSTRAR QUE NO TE IMPORTA EL RECHAZO.
Me di cuenta de que cuando una mujer me rechazaba, si actuaba como que no me importaba, como que me daba ABSOLUTAMENTE IGUAL, eso creaba una especie de cortocircuito en su cabeza, como que no lo entendía, no lo procesaba, era como si les hubieran hackeado el cerebro.
Porque las personas actúan ante el rechazo de dos formas:
1_ Insistiendo y siendo pesados
2_ Sintiéndose muy mal y mostrando esa decepción.
Pero, ¿qué pasa con la tercera opción? Actuar como si no te importara en absoluto, como si te diera completamente igual su rechazo.
Pues pasa que conviertes SU RECHAZO EN TU RECHAZO, resulta que quien se siente rechazado al actuar como si no te importara ES LA OTRA PERSONA, NO TÚ.
Se supone que te debería afectar su rechazo, que lo deberías de pasar mal o bien insistir para sentirte menos humillado o en un acto de desesperación para que te correspondan.
Si te rechazan e insistes o te decepcionas porque esa persona es importante para ti, aunque no la conozcas apenas, da igual. Si le has dedicado tiempo o te has declarado es porque es IMPORTANTE PARA TI, y eso nutre su ego.
Se experimenta cierto placer de EGO al rechazarte, pero cuando tú actúas ante ese rechazo como “NO ME IMPORTA LO MÁS MÍNIMO”, le quitas ese placer y la otra persona siente un vacío, no entiende qué pasa.
Le has dado un chute de autoestima que de golpe se lo quitas. Y ahora NECESITA esa dosis, ya se la habías dado, pero se la has quitado, lo tenía entre las manos y ya no.
Ahora va a querer su dosis de autoestima, se había imaginado en un segundo que para ti era muy importante y le has quitado ese placer. Va a querer sentirse de nuevo importante para ti, va a querer demostrarse a sí mismo que te importa.
Por eso me di cuenta de que siempre que actuaba ante el rechazo de una mujer con absoluta indiferencia, como si no pasara nada, ella quería seguir conociéndome y mostraba más interés en mí, quería quitarse esa espinita de decirle que NO a su NO.
Y de hecho reaccionar así tiene toda la lógica del mundo, todas las piezas del puzzle encajan y ahora mismo lo entenderás.
Si tienes amor propio, si conectas con tu dignidad a un nivel profundo y siempre vas primero tú, no ves a posibles parejas como salvadoras de tu mundo. Simplemente, son hombres o mujeres por los que tienes un “interés” amoroso, pero nada más allá. Son personas que aún no te han demostrado ser merecedoras de tu amor, pero te interesan. Así que pruebas y si te rechazan, ya. No hay misterio, es como si trataras de encender tu iPad y no enciende, pero hay 10 iPads más en la mesa. No hay pedo con eso, coges otro iPad y ya, no has perdido nada.
Te tienes que querer tanto a ti mismo que no te enamoras hasta que no se lo han ganado, simplemente hay un interés, si ese interés no es correspondido NO PASA NADA.
El problema está cuando no se tiene amor propio y te enamoras de ideas o películas que te montas en tu cabeza, en vez de enamorarte por lo que otra persona hace por ti, confundiendo el “me interesa” por el “se merece mi amor”.
Hasta que una persona no se lo haya ganado y te lo haya demostrado, tienes que tener interés, no amor, por esa persona.
Tú sabes que eres un PARTIDAZO y que esa persona se lo pierde, pero no como una frase cliché que te enseñan a pronunciar ante un espejo, sino porque LO CREES REALMENTE, tú piensas que si esa persona estuviera contigo se reiría a carcajadas, conversaría durante horas y eres, objetivamente, quien más le haría feliz.
Cuando te dice que NO, tú automáticamente entiendes que quien pierde es la otra persona, no tú, por eso te da completamente igual. Por eso puedes estar conociendo a alguien, declararle tu interés, decirte que no, y seguir hablando como si nada, para dentro de unas horas tener una actitud totalmente normal, pero más distante con esa persona.
Porque si esa persona no vela por su propio interés, rechazando una oferta como la tuya, que objetivamente es LA MEJOR OFERTA QUE LE HARÁN EN SU VIDA, el problema es SUYO, no tuyo. Sabes que hay cientos y miles de hombres y mujeres por conocer, y que aquí el PARTIDAZO eres tú, la otra persona es un número más, POR ESO TE DA IGUAL Y POR ESO REACCIONAS COMO SI NO TE IMPORTARA, PORQUE, EN VERDAD, NO TE TIENE QUE IMPORTAR.
¿Quién lo lamenta más? ¿El Ferrari o el que no puede comprar el Ferrari? Por si no lo habías pillado tú eres el Ferrari y la otra persona, la que no puede comprarte porque no le alcanza.
¿Quién es especial de los dos? Aquí eres tú, no la otra persona, que hasta que no te demuestre lo contrario, que se lo merece, es un PUTO NÚMERO MÁS.
La persona que te rechaza, en cambio, es la típica persona “algo” privilegiada en el sentido que suele tener más ofertas que una persona normal, pero no son la gran cosa.
Van por la vida creyéndose los reyes del mambo, únicos y especiales y toda esa bola de hombres y mujeres necesitados que son constantemente rechazados les engrandecen al insistir, rogar y suplicar ante su rechazo, convirtiendo el humillarse a sí mismos como si fuera una especie de reto personal.
Salirte de esa ecuación viéndote en el centro de todo, te convierte en la clase de persona que en cuanto alguien te rechaza sabrá automáticamente que ha cometido un grave error y empezará a perseguirte para remediarlo.
Porque toda tu actitud y tu psicología le hacen ver que su rechazo, en verdad, ha sido TU RECHAZO. Y así es precisamente como debes actuar siempre ante cualquier rechazo.
Si te dejan de hablar, te dejan en visto, no se comprometen… Siempre actúa como si no te importara, pero porque en verdad NO TE IMPORTA, y verás cómo los papeles empiezan a cambiar y te comienza a perseguir.
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