Se entiende por asertividad la capacidad del ser humano de expresar o comunicar sus opiniones y sentimientos, pero para que esta comunicación sea correcta tiene que contar con el añadido que nuestras opiniones, sentimientos y necesidades no ofenderán al otro ni serán expresadas de forma agresiva. Podríamos decir que la asertividad es dejar claro lo que uno piensa, sin interferir en los derechos de los demás. Esto incluye no gritar, no ofender, no dar lecciones, no juzgar…
No es tan simple como parece a primera vista ya que muchas personas creen tener un comportamiento asertivo cuando en realidad lo tienen agresivo. Sí, dicen lo que piensan pero no les importa lo que sienten los demás o los daños que causa aquello que dicen. En el otro extremo están los que dicen no ofender nunca a nadie, pero tampoco se hacen oír. Esos son los pasivos. También tenemos a personas que aparentemente son asertivas ya que no ofenden y se hacen oír, pero que lo hacen siempre, absolutamente siempre tienen algo que decir, algo de lo que quejarse y algo por lo que estar en contra. Esas personas no son asertivas ya que no cumplen una de las 5 claves. Ahora las vemos.
Para ser asertivo hace falta más que conocer estas cinco claves, aunque te irán muy bien para empezar y para ver de qué trata e intentar cumplirlas. Observa qué dificultades tienes y seguro que son resueltas en nuestro audio curso Cómo ser asertivo.
Las cinco claves de la asertividad
Aprende a decir que no
En primer lugar tienes que aprender a decir que no. Esta es una de las cosas más populares de la asertividad. La mayoría de la gente cree que ser asertivo es tener la capacidad de decir que no. Y lo es, pero es mucho más como veremos a continuación.
Decir que no, forma parte de tu deber en la comunicación asertiva y es en lo que consiste ser capaz de expresar tu opinión. Decir que sí, no suele suponer ningún problema así que no lo contamos, pero decir que no, suele suponerlo ya que tienes que negarte a algo que te piden o estar en contra de una propuesta. Tienes que ser capaz de expresar tu negativa sin culpabilidad, sin vergüenza y sin miedo. Una vez has dicho que no, no te sientas culpable, avergonzado o temeroso de las represalias. Estás en tu derecho de decir NO.
Habla siempre por ti
Una misma cosa se puede expresar de muchas formas y desde distintos puntos de vista. Por ejemplo una pareja que tenga problemas domésticos podría tener una conversación parecida a esta:
- No haces nada en casa.
Cuando lo más asertivo sería decir:
- No puedo llevar el peso de la casa yo sola.
- Necesito que compartas ciertas tareas conmigo
- Estoy cansado de tener que hacerlo yo
Habla siempre en primera persona exponiendo lo que sientes no lo que crees que hace mal el otro. Así no criticarás su actitud sino que expondrás cómo te hace sentir. De este modo estás hablando de ti y no de la otra persona al exponer tu opinión.
Formula frases simples, sin disculpas ni explicaciones excesivas
Relacionado con el punto anterior, cuanto más simples sean tus frases y menos explicaciones ofrezcas, más clara quedará tu postura. Piensa que si te tienes que justificar es porque crees que algo no es correcto, solo te justificas o pides disculpas por lo que crees que está mal. Seguro que no pides perdón por sonreír, ¿verdad? Pues no pidas perdón por pensar lo contrario a alguien. Tener pensamientos propios es lícito. Cuanto más te metas en explicaciones más sonará a excusas y a justificación y mejor podrán tenerlo para convencerte ya que tus propias excusas y justificaciones servirán al otro para encontrar argumentos en contra de lo que dices.
Así que si tu objetivo es la asertividad, sé simple, no te disculpes por lo que piensas y no justifiques tus decisiones en exceso. Puedes decir «no puedo tengo otros planes» o «no puedo ya he quedado». Si empiezas a decir: «No puedo, es que he quedado con mi madre, que necesita que le echen una mano para… » te estás metiendo en un jardín. Siempre puedes decir «No puedo, tengo que echarle una mano a mi madre» y ya.
Por otra parte si lo que quieres es decir no quiero, di no quiero. No digas no puedo esperando a que lo acepten, porque tal vez te den una alternativa. Si no puedes hoy, tal vez puedas mañana. Si lo que pasa es que no te apetece o te piden un favor que no quieres hacer díselo. Sin pedir perdón, sin excusas. «No puedo ayudarte», siempre es mejor, que «es que hoy no me va bien».
No te enfades
Si alguien está en contra de lo que dices es totalmente lícito que lo sienta así. Igual que si no entienden o no comparten tu postura. Piensa que tú no compartes la de ellos y lo has expresado calmadamente, sin ofender y de un modo sencillo. Si no te entienden ya lo harán, o no. Ese no es tu problema. En serio, no te preocupes por lo que los demás piensan de ti, vive tu vida y deja de hacer lo que no quieres por el qué pensarán de ti. Haces lo que ellos quieren y ¿te sirve de algo? Normalmente tampoco lo valoran así que no te preocupes si esas personas se enfadan. No te enfades y sigue tu camino. Ser asertivo implica recibir críticas y aceptarlas.
Elige tus batallas
No puedes protestar por todo. Ten claro cuál es tu objetivo al final y si hablar o exponer lo que sientes te va a alejar de tu objetivo tenlo en mente para callar tus opiniones en pro del objetivo final. No hace falta participar en todas las batallas, aprende a elegirlas y vivirás mucho más tranquilo. Saber callar también es importante, sobre todo de cara a la imagen que los demás tengan de ti y a evitar enfrentamientos.
No todo el mundo es asertivo y por mucho que tú te comportes de una forma asertiva te encontrarás personas que no lo son así que no pierdas energía con ellas, no vale la pena. Para convertirte en una persona capaz de comportarse de forma asertiva te recomiendo nuestro audio curso Cómo ser asertivo.
que pena el blog, fue de los mas populares y comentados en su momento y ahora miren… totalmente despreocupado y abandonado
me gustaria que se reinventaran porque se que da para mucho mas.
Totalmente de acuerdo.