Tienes un jefe que no te respeta nada, o que está siendo claramente manipulado en tu contra por otra persona. Puede que tengas un jefe difícil, incoherente, de aquellos que con tal de pegar la bronca a alguien siempre encuentran la excusa perfecta.
La manipulación consta de mucho control mental, del conocimiento de las emociones y de la otra persona. Todos manipulamos, contamos una historia de determinada manera para hacer reír al otro ya que intuitivamente sabemos que el orden en el que contamos las cosas funciona mejor o peor para que se rían. Del mismo modo nos acercamos a los demás y en función de cómo iniciemos la conversación ya estamos manipulando para que tenga un resultado concreto.
Piensa cuando alguien te viene y te dice: ya sé que me dirás que no, pero… no te entran ganas de decir, pues si ya sabes que no, para qué preguntas! Esa persona se ha equivocado totalmente al iniciar la conversación, si hubiera tenido algún conocimiento de manipulación no lo habría hecho. O puede que lo tenga y que sepa que eso es lo que más funciona con esa persona en ese momento concreto. Cuando lo pregunta un niño después de haber recibido quince negativas a otras cosas, los padres pueden sentirse culpables y aflojar. Así que la manipulación depende mucho de la persona a la que te enfrentes, para lo que está preparada o no y el entorno o situación. Si quieres aprenderlo todo sobre manipulación te recomiendo nuestro libro Cómo manipular a cualquier persona.
Cómo hacer que tu jefe no esté contra ti
Muchas veces tenemos un jefe que no nos respeta, que siempre está enfadado o que grita a la mínima, que le da igual lo que sientan los demás y cuánto más hundidos les ve más fuerte se siente. Para este tipo de personas tenemos tres consejos que seguro que te vienen bien.
Interpreta su lenguaje corporal
Aprende todo lo que sea necesario para saber leer a tu jefe antes de que él hable. Para saber qué quiere o qué piensa antes de que él mismo lo sepa. Para aprender el lenguaje corporal puedes usar nuestro vídeo: todo sobre el lenguaje corporal.
Si sabes leer su lenguaje corporal sabrás cuando está relajado y por tanto es mejor momento para ir a hablar con él. Si detectas tensión no querrás estar en medio y ser su objetivo así que aprenderás a apartarte de su vista para que no te pille la tormenta. Si va a haber tormenta mejor no estar en el ojo del huracán.
Comunícate de forma acertada
Lo decía al inicio del artículo, si en tu forma de hablar o en el contenido de lo que dices das pie a que se sienta molesto, lo hará. Es decir, no te disculpes por hablar o le molestará que lo hagas. No le digas que lamentas ser insistente porque sentirá que eres demasiado pesado. Busca el modo de comunicarte dando por hecho que lo que haces es correcto y necesario. No te hagas de menos ni le des pie a que se sienta incómodo contigo. Si usas bien el punto número 1 y sabes analizar su lenguaje corporal, cuando esté de mejor humor y esté más receptivo será el mejor momento para decir las cosas más delicadas. Si lo haces cuando es un mal momento lo empeorarás.
Si sabes cómo iniciar la comunicación, haciendo que tu jefe se sienta bien y no piense mal de ti tienes mucho ganado. Por ejemplo, como decíamos antes no inicies una pregunta diciendo: sé que me vas a decir que no. Prueba a adularle cuando lo hagas: cómo tú eres un tipo sensato seguro que sabes decirme cuál es el mejor modo de… O bien, deja que te robe un poco de tu tiempo en lugar de decirle, perdona por molestarte. Adúlale, hazle sentir importante sin quitarte a ti importancia. Esto es algo que necesita práctica y mucho análisis.
A partir de ahora tienes que analizar la forma en la que te diriges a los demás y pensar si habría un modo más adulador y menos perjudicial para ti. Casi siempre lo hay, a no ser que seas un experto en este tipo de comunicación.
Del mismo modo tienes que encontrar la manera de hacer peticiones complejas diciendo cosas reales y efectivas, comprobables. Haz una petición en lugar de una queja. No sirve de nada decir: aquí hay demasiado ruido. Lo que deberías plantear es: necesito silencio, o bien, necesito trabajar aislado de los demás, necesito un despacho para mi solo, necesito una mampara. Supongo que ves a lo que me refiero. En la primera frase hay una queja. En todas las demás una solución. Como reza una frase que me gusta mucho no seas parte del problema , sé parte de la solución. Así que trata de comunicar la solución en lugar del problema.
Ser alguien que soluciona problemas es mucho mejor que alguien que genera problemas. Así que si tienes que elegir entre quejarte o ser útil, mejor siempre ser útil.
Haz quedar bien a tu jefe
Sí, siempre es lo que intentamos, no solemos pretender hacerle quedar mal de forma expresa. Pero cuando tenemos un mal jefe lo fácil es intentar dejarle en evidencia. En este caso tienes que ser más listo que él y ver cuáles son sus defectos para complementar lo que a él le falta con tus virtudes. Ya sabes comunicarte con él y adularle así que seguro que encuentras la forma de que vea que hay cosas que se tienen que hacer a tu manera porque entre los dos formáis un equipo 100% profesional, lo que a él le falta lo aportas tú. Para ello tendrás que detectar sus puntos débiles y hacer que tus puntos fuertes los complementen. Si en algo es bueno tu jefe mejor que le dejes que lo haga él. Que se sienta realizado es parte del proyecto. Que se sienta bien y que sus éxitos sean cada vez más grandes hará que no te vea como un enemigo sino como un aliado. Hablando claro, a un jefe cabroncete más vale tenerle a tu favor que en contra.
Para esto la manipulación es muy interesante puesto que aprenderás cómo hablar, cómo dar la vuelta a una situación que no te es ventajosa y cómo puedes hacer para que la visión que tienen los demás de ti sea distinta. Para aprenderlo todo sobre la manipulación te recomiendo nuestro curso Cómo manipular a cualquier persona.
Hola,
Me gustaría saber si en este libro también se puede saber si alguien te esta manipulando a ti para llevarte a su terreno o conseguir algo.
Gracias