El tacto es uno de los sentidos a los que menos importancia damos. Nos pasamos el día escuchando, mirando… pero pocas veces nos paramos a pensar en la importancia del tacto para mostrar afectos y confianza. Es más, para muchas personas el tacto es algo reservado únicamente para sus amigos más íntimos, algunos sólo lo reservan para su pareja e hijos.
Pero el tacto es algo que nos puede acercar a las personas y ayudarnos a generar mayor confianza y a estrechar un poco los lazos. En el lenguaje corporal el tacto es muy importante ya que no solemos tocar a la gente que no nos importa, por tanto tocar a alguien implica un deseo de hacerlo y de ganar proximidad con esa persona. En el proceso de seducción el tacto es importante ya que entras en el espacio vital de la otra persona. En las entrevistas de trabajo, por ejemplo, marca los roles de las dos personas y deja algunos aspectos de tu personalidad al descubierto.
Sobre el lenguaje corporal hay mucho por aprender ya que no se trata sólo de cómo pones las manos al hablar o si te cruzas o no de brazos. El lenguaje corporal se demuestra en la mirada, en los brazos, en las piernas, en la forma de respirar, la posición de tus hombros, el lugar hacia donde miran tus ojos… Es un mundo apasionante y que te puede ayudar a aprender muchas cosas sobre el resto de personas y a controlar lo que muestras de ti mismo a los demás. Para ser un experto en lenguaje corporal te recomiendo nuestro curso Todo sobre el lenguaje corporal y cómo utilizarlo.
Cómo dar la mano adecuadamente
La forma de dar la mano es muy importante para demostrar la confianza que tienes en ti mismo y la relación que esperas establecer con la otra persona. Hay tres formas de dar la mano en función de cómo pongas la palma de la tuya.
En primer lugar si das la mano con la palma de tu mano hacia arriba, cosa que hará que la mano de la otra persona quede sobre la tuya, estás demostrando sumisión. Dar la mano para dejarla abajo refleja que eres una persona que se deja someter. También puede ser que estés rindiéndote a la superioridad de otra persona. No es que sea un modo malo de dar la mano, simplemente tienes que saber cómo la das y qué es lo que transmites. Hay momentos en que es totalmente necesario dar la mano de esta manera. Cuando nos rendimos, cuando nos sometemos, cuando queremos terminar con una discusión dejando a la otra persona que la gane…
Ojo, dejar a alguien que gane es una forma más de terminar una discusión, a veces hay que saber perder aunque no estemos de acuerdo con ello por el bien de la relación o de la situación en general. Si le das la mano así a tu jefe entenderá que ya no opondrás más resistencia. A veces no se trata de demostrar fuerza o tener razón sino de mantener un puesto de trabajo, y nos guste o no, a menudo tenemos que someternos a cosas y personas que no nos gustan.
El segundo modo de dar la mano es el contrario, con la palma hacia abajo y dejando la mano en la parte superior del apretón de manos. Así dan la mano las personas exitosas, con confianza en si mismas y de algún modo someten a la otra persona.
El tercer modo de dar la mano es de lado. Haciendo que tu palma quede en la misma situación que la de la otra persona. Esto es un modo de dar la mano de tú a tú, sin sometimientos.
Fíjate que muchas veces cuando alguien que nos va a entrevistar y nos tiende la mano directamente alarga el brazo y deja la palma de la mano hacia abajo. No nos da la oportunidad de hacer otra cosa que someternos. Aún y así puedes tratar de dar la mano de lado y hacer que la otra persona sea la que de el cuarto de giro necesario para que los dos quedéis en la misma situación.
El afecto también es algo que se demuestra dando la mano, cuando la persona a la que saludas es alguien conocido probablemente usarás tu otra mano para tocarle y mostrar confianza, proximidad y cariño. Es una muestra de afecto que acompaña a un saludo bastante tradicional y frío. Pero muchos hombres, por ejemplo sólo se saludan dándose la mano. Si tocas la mano de la otra persona con tu mano izquierda estás demostrando tu cariño por ella. Es una forma de proximidad. La mano izquierda puede situarse a lo largo de todo el brazo, por tanto cuanto más lejos esté de la mano más cercana resultará esa persona para ti y más cariño estarás demostrando. Piensa que cuando pones la mano en su hombro estás casi tirando de esa persona para dar un abrazo. Eso es grado máximo de cariño que puedes demostrar con un apretón de manos. Si la otra persona cede y te ofrece un abrazo no lo niegues.
Formas de dar abrazos
Los abrazos generan mucho contacto corporal. Puedes darte un abrazo rápido con unas palmaditas en la espalda o bien un abrazo bien apretado durante mucho más rato. Aquí es fácil sentir los diferentes grados. Cuanto más apretado y más largo sea el abrazo más confianza y cariño se está demostrando.
El tacto en las conversaciones
Para demostrar que estás con alguien un poco más cerca de lo que el espacio permite, para demostrar que escuchas, que entiendes o que te gustaría ganar cercanía puedes tocar a la otra persona cuando te habla. No hace falta hacer gestos demasiado atrevidos. Bastará con ponerle la mano sobre su brazo cuando le haces o te hace una confidencia, eso hará que el contacto propicie la cercanía y que física y anímicamente estéis conectados.
Es importante tocar a tu familia, a tus amigos a tu pareja. Si no tienes costumbre de hacerlo, empieza a practicar pues es una manera muy sana de demostrar cariño, de hacer sentir más seguras y comprendidas al resto de personas y de que la afectividad forme parte de tu vida. Las personas que reciben y dan afecto son mucho más felices.
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