Hoy me apetece iniciar un tema del que creo que no hemos hablado mucho todavía en el blog y que son las distorsiones cognitivas. Sí es cierto que hemos hablado de muchas de ellas de pasada y que es algo que siempre está presente cuando hablamos de asertividad o de buscar el modo de ser una persona más sociable.
Este tema que hoy es bastante genérico, os servirá para obtener conocimientos para poder aplicar a vuestros problemas, quién más quién menos tiene problemas de carácter que necesita corregir. Si eres una persona con problemas de timidez o con complejos que te impiden relacionarte correctamente con los demás este artículo te interesará.
Si tu problema es que no consigues desprenderte de los miedos y de las ideas preconcebidas que tienes y no puedes actuar sin estar condicionado cuando estás en público, necesitarás comprender qué son las distorsiones cognitivas pero también necesitarás aprender a relacionarte de nuevo, poco a poco y paso a paso, como te proponemos en nuestro curso Cómo superar la timidez y ser sociable.
Cómo funcionan nuestros pensamientos
Ya habrás leído por aquí alguna vez que cuando pensamos lo hacemos en gran parte de forma automatizada. Imagina tener que procesar cada vez toda la información que recibimos. El cerebro no procesa, ni mucho menos, todo lo que está a su alrededor. Por decirlo de otra forma, imagina que es una lente que capta los colores, o una pantalla de ordenador y que tiene un límite de colores. Aunque en la naturaleza hay muchos matices tu pantalla los muestra todos reducidos a unos cuantos. Necesitarías una pantalla de gran resolución para poder reflejar todos los colores reales. El ojo tampoco debe capturar todos los colores reales, y aunque lo haga nuestro cerebro actúa como si fuera esa pantalla y los reduce.
Con los pensamientos pasa exactamente lo mismo, nuestro cerebro recibe una gran cantidad de inputs (entradas) de las que sólo procesa una pequeña parte. Muchos de los inputs son considerados superfluos o inútiles para el razonamiento o el proceso que se lleva a cabo, por lo que el cerebro ahorra energía y tiempo y nos ignora.
Es como un ordenador, una analogía que también he traído por estas páginas en algún otro momento. Cuanto mayor es la información más tarda el ordenador en realizar el cálculo. Nuestro cerebro tiene una misión y es la de ser rápido respondiendo y para ello toma sólo una parte de la información.
Además, intenta automatizar el máximo número de procesos posibles para poder centrar su atención en lo que no tiene establecido como habitual o normal. Es por ello que suele costar mucho más hacer cosas nuevas, pero que poco a poco las tomamos como habituales y dejan de ser complicadas hasta que podemos hacerlas sin pensar en absoluto en ello.
El cerebro toma por válidos una serie de parámetros que le damos nosotros como observadores. Imagínate que el cerebro es el ordenador y que tú eres la persona encargada de proporcionarle los datos. Si la persona que introduce los datos lo hace de forma errónea el cálculo, por bien hecho que esté, siempre dará un resultado equivocado.
Eso es lo que hace el cerebro, toma por ciertos nuestros datos y hace su trabajo. Cuando tenemos algún tipo de distorsión cognitiva, nuestros datos son erróneos, por lo que el resultado, como en el cálculo por ordenador siempre va a ser un mal resultado.
Las distorsiones cognitivas
Las distorsiones cognitivas también se puden llamar filtros. No te creas por ese nombre tan «grave» que es algo que solo le ocurre a las personas que no están bien, que tienen menos capacidades que otras. Le ocurre con mucha frecuencia a muchas más personas de las que crees.
No es una enfermedad sino que es un proceso mal aprendido. Como decíamos, el cerebro busca atajos para poder hacer esos cálculos de la manera más rápida y en el momento en que aprendíamos a hacer esos atajos lo aprendimos mal, por lo que siempre recurre a una operación equivocada.
Dicho de otra forma, las distorsiones cognitivas son aquellos filtros que aplica nuestro cerebro de forma automática, porque se lo hemos enseñado así (cosa que quiere decir que se puede cambiar), y que nos impiden ver todos los colores de la realidad. Es como si limitáramos la pantalla a unos cuantos colores. ¿Lo entendéis?
Las distorsiones cognitivas no son más que pensamientos distorsionados, con ejemplos seguro que lo ves más claro. Alguien que sólo ve la parte negativa de las cosas tiene una distorsion cognitiva. Lo mismo le ocurre a alguien que cree que todos hablan mal de él. Pero también le pasa a aquel que siempre lo ve todo de color rosa y que cree que todo va a salir bien.
Así pues, en los próximos artículos nos vamos a centrar en hablar de cada una de ellas. Estudiando a fondo en qué consiste, cuáles son sus síntomas y cómo superarlo.
Piensa que cambiar una forma de pensar o un proceso, añadir una nueva habilidad a nuestras capacidades suele costar en torno a unas cuatro semanas que es el tiempo que el cerebro necesita para pasar de la reticencia inicial a la aceptación del proceso y la asimilación total.
Pasado este mes, si nos hemos esforzado y trabajado mucho podemos tomar el nuevo proceso como algo habitual. Aún y así necesitaremos más tiempo para afianzarlo ya que cuando se nos olvide y actuemos de la vieja manera es un poco como volver a empezar ya que nos genera una sensación de descontrol. El cerebro creía que eso ya no lo podía hacer y lo vuelves a hacer, de modo que intentará volver a la zona de confort, la que tiene cuando efectúa procesos de forma automática. Se trata solo de trabajar duro para afianzarlos.
Si tu distorsión cognitiva pasa por creer que todo lo haces mal, que no tienes aptitudes para relacionarte con los demás, si crees que todo el mundo está esperando ver qué haces para reírse de ti, tienes que empezar ya a solucionar el problema de la sociabilidad. Hacerlo te dará fuerzas para superar poco a poco esos filtros negativos que aplicas en tu forma de pensar. En nuestro curso Cómo superar la timidez y ser sociable te damos las claves para superar la timidez y de paso mejorar la autoestima, quererse es el primer paso para hacer que los demás te quieran.
Me ha impresionado tu blog, he entrado por casualidad buscando otro asunto…y me he entretenido leyendo algunas páginas, me gusta tu prosa y veo bastante coherencia en tus artículos. Creo que es una buena labor la que haces molestándote en compartir tus conocimientos y pensamientos con otros de manera tan altruista y sobre todo en los tiempos que corren, que nadie da nada por nada, ni siquiera las gracias. En fín sólo quería ofrecer un poco de refuerzo positivo a tu trabajo, y a decirte…que amenazo con volver, me he quedado con ganas de seguir buceando entre tus páginas. Hasta pronto