Hoy, después de tratar en varios artículos las razones y los tips para no gritar, queremos dedicar este artículo doble a los padres. También es válido para profesores o personal docente que esté en contacto con los niños. Si tienes un trabajo a horas en un comedor escolar y no puedes evitar gritar a los niños lee nuestro artículo de hoy te ayudará a encontrar razones para no gritar a tus hijos, o a los niños en general.
Una persona que grita no se comporta con asertividad. La asertividad es una cualidad del carácter que nos permite afrontar la vida desde una optica no agresiva, pero tampoco pasiva. Decimos lo que pensamos y lo hacemos sin ofender ni molestar a los demás. Pero además es el arte de aprender a decir que no. No siempre tenemos que ceder, algo que aprendemos rápidamente cuando tenemos hijos. Pero a menudo no somos capaces de decir que no a otros adultos. Si te cuesta, sigue nuestro audio curso Cómo ser asertivo, con el que aprenderás todo lo que necesitas para dar un cambio a tu manera de ser.
A parte de ser una persona asertiva en general tienes que evitar gritar a tus hijos, vamos a darte una serie de razones por las que no deberías hacerlo jamás.
Predica con el ejemplo
Si lo que quieres es que tus hijos no te griten, no se griten entre ellos, no hablen a las otras personas ya sean adultos o niños con gritos y mala educación tú tienes que ser el primero que practique con el ejemplo. No sirve de nada que les estés diciendo que no se grita mientras tú lo haces. Seguramente lo justificas diciendo que te han hecho enfadar mucho, que ya no puedes más o que si no les gritas no te hacen caso. Lo mismo pueden decir ellos. Si no te gusta que te griten practica con el ejemplo y no grites tú.
No quieres que tus hijos te teman
Quieres que te tengan respeto pero seguramente no quieres que tus hijos tengan miedo de ti. Gritar asusta, y por muy acostumbrados que estén a los gritos seguramente gritas por todo. Así que cualquier pequeña cosa que ellos hagan mal les producirá malestar, ya que tendrán miedo de tu reacción. Se trata de ser comprensivo y de entender que todos nos equivocamos. No podemos exigir más a los niños de lo que nos exigimos a nosotros mismos. Ten en cuenta que tu eres una persona adulta y ellos son pequeños, tienen mucho por aprender y lo van a hacer de ti. Repito, quieres que tus hijos te tengan respeto pero no miedo. Para que te tengan confianza es básico que no tengan miedo de cómo vas a reaccionar. No castigues por tonterías, no grites por nada y ellos se sentirán más cómodos contigo, seguro.
Los niños se estresan
Y hacen cosas que demuestran el estrés al que están sometidos como morderse las uñas o tener otro tipo de tics nerviosos. Algunos niños se arrancan las pestañas o los cabellos. Cuando alguien te grita y sientes miedo, lo puedes comprobar como adulto, te deja «mal cuerpo» eso es algo que los niños también sienten. Si no quieres que tu hijo tenga otros síntomas de estrés como dolor de cabeza o de barriga no le grites. Los tics nerviosos y los problemas de inseguridades se pueden solucionar si no les gritas a los niños.
Si tu hijo moja la cama y no debería hacerlo, plantéate que tal vez es una respuesta al estrés que siente con tus gritos. Las causas psicológicas son uno de los factores más habituales cuando los niños mayores de 7 años mojan la cama.
A nadie le gusta que le griten
A tus hijos no les gusta que les grites. Igual que a ti no te gusta que te grite nadie, sea lo que sea lo que has hecho. ¿Te imaginas que en una reunión se te derrama el vaso de agua y tu jefe empieza a gritarte? O que te ocurre lo mismo comiendo en un restaurante con una amiga y ella te grita. ¿Lo permitirías? ¿Te parecería bien? A tus hijos tampoco les gusta ni les parece bien que les grites cuando sufren un accidente. Piensa siempre que a ti también te puede pasar. O qué sentirías tú si te pasara lo que le acaba de pasar a tu hijo. ¿Esperarías un apoyo comprensivo o entenderías que te gritaran, si es así, lo permitirías, te gustaría?
Está claro que a nadie le gusta que le griten. Recuérdalo siempre. Son niños. Son tus niños. No les grites. Prométete que no lo vas a hacer más y lucha desde ya para conseguirlo. Es lo mejor que puedes hacer por ellos.
Evitar la rebeldía
Es frecuente que los niños se rebelen. Pasan de temerte a enfrentarse contigo. Puede que llegue un momento en el que te planten cara y te griten más ellos a ti que tú a ellos. Y entonces no vayas pidiéndoles que no te griten, es lo que les has enseñado tú a lo largo de los años. Es fácil que tus hijos se harten de oírte gritar y que empiecen a hacerlo ellos. Y si no te gritan se enfrentarán a ti de otra manera, te llevarán la contraria y te provocarán. Saben que es posible llevarte al límite, lo comprueban cada vez que te ven perder los papeles y gritarles así que si no quieres que tus hijos se conviertan en rebeldes por culpa de tus gritos, si no quieres que sientan esa rabia y esa presión que tú también sientes cuando alguien te grita, si no quieres que se sientan pequeños e insignificantes, no les grites. Seguro que te lo agradecen.
Para dejar de gritar lo mejor es entrenar tu asertividad, aprender a enfocar la vida desde otro punto de vista y ser capaz de trabajar de manera constructiva por tus objetivos. Uno de ellos sin duda es educar bien a tus hijos. Edúcales en asertividad y te lo agradecerán. Para conocer más a fondo la asertividad e incorporarla a tu vida te recomiendo nuestro curso Cómo ser asertivo