Conversar con una mujer

Conversar con una mujer no es impresionarla ni decirle: «Mira que coche tengo», ni inventarte datos de tu vida o simular que eres rico para atraerla. Hace poco leí en un blog un tío que afirmaba que comenzar a alardear de riqueza era llevártelas seguro. Por supuesto, para coger ladillas y ligar con prostitutas debe ser la última moda, pero si quieres pillar a una mujer decente. Es decir, si quieres ser feliz jamás debes alardear para conquistar a una mujer.

Puede ser tentador, pero no lo hagas por qué es un enorme fallo y hace que te hagan caso principalmente las mujeres interesadas. Si, esas que huirán ante el más mínimo problema o que te cambiarán por una cartera mejor. Esas mujeres que tendrán un hijo que no es tuyo y tu creerás que si, o que cuando te divorcies irán a sacarte hasta los ojos.

Ligar no es tan fácil como alardear, ligar de verdad es conseguir a la mujer de tus sueños y no llevarte la primera fresca a la que has engañado simulando que llevas una vida a toda pastilla.

Muchos hombres están tan descalibrados a la hora de seducir a una mujer o han sido rechazados tantas veces que creen que el error está en no tener una vida impresionante. Por lo tanto creen que para enamorar a una mujer hay que ser muy impresionante. No parar de soltar datos de tu vida cada cuál más alucinante y que la conversación parezca una batalla de: «Y yo más». Pues no, no enamoras a las mujeres no por qué no seas rico o tu vida sea la ostia, no enamoras a las mujeres por qué sencillamente no sabes conversar con ellas.

Conversar con una mujer es saber escuchar

Algunos hombres pensarán: «pues yo solo hago que escuchar a las mujeres y solo me quieren como su osito de peluche». A ver, primero que todo el juego de la seducción tiene sus normas. Una mujer jamás querrá un hombre sumiso o que está tan salido que se convierte en un perrito faldero cuando con los demás es mala persona, egoísta o simplemente es un tío que ni fu ni fa. Es decir, si a tus amigos no les invitas ni a dar una vuelta pero a ella le pagas todo, estás intentando conquistarla a base de engaños y sumisión.

No existe ninguna mujer genéticamente programada para amar a un calzonazos, hace 10.000 años un hombre calzonazos significaba la muerte. Porque el hombre salía a cazar y era el encargado de proteger la familia y tomar las decisiones importantes para la supervivencia. Aunque hemos avanzado como especie humana, hace 10.000 años teníamos 2 brazos y 2 piernas y ahora también. Lo que significa que somos los mismos de hace 5000 años, la genética va muy despacio a la hora de cambiar.

Las especies animales tardaron en evolucionar millones y millones de años y como seres humanos modernos apenas hace 200 años que vivimos, por lo tanto en nuestros genes mantenemos mucho de nuestros antepasados y una mujer tiene genéticamente programado no enamorarse de un sumiso y/o calzonazos. No les atrae, les mata la libido totalmente y aunque hay mujeres que están con calzonazos los cuernos e infelicidad predominan por doquier. Son situaciones tensas y raras, no son parejas que puedan enorgullecerse de ser un ejemplo.

Para tener una relación con una mujer, o tú debes ser el líder de forma responsable o compartir el liderazgo, aunque siempre peligrará menos el amor si tú asumes más liderazgo, porque lo llevas en los genes.

Eso no significa que te tengas que poner a marcar paquete y decir: «Mira que malote y que macho soy». Ni que tengas que ir de tipo duro, el liderazgo no es eso ni mucho menos.

Escuchar no es poner cara de tonto y escuchar toda la mierda que te suelte una mujer. Saber escuchar y enamorar escuchando es dirigir la conversación hacia los puntos más profundos de una mujer, mantener una conversación interesante y completamente llena. Dirigir una conversación significa que tú marcas los ritmos y de que habla una mujer. Eso si es conversar con una mujer.

Si te empieza a hablar de su ex la cortas, si te empieza a aburrir con tonterías superficiales de ropa cambias de tema. Conversar con una mujer es todo un arte y ellas aunque no lo saben te otorgan muchos puntos por dirigirlas al hablar. Un amigo sumiso es una persona que se traga absolutamente todo de una conversación, que sirve como trapo para desahogarse.

Un novio o amante es aquél con el cuál una mujer se siente segura, se desahoga y cuenta sentimientos profundos. Una mujer se va a abrir emocionalmente a un hombre superior a ella, no a uno que considera inferior. Un hombre que la invita y paga todo es sumiso al cuál no se abrirá para no perder su aire de perfección. Pero un hombre al que considera líder y admira, es un hombre al cuál se abrirá y conectará emocionalmente.

Dicen que los hombres buscan en las mujeres un cierto aire de madre y que las mujeres buscan en los hombres un cierto aire de padre y tiene bastante de cierto.

Conversar con una mujer significa hablar de tus cosas, compartir experiencias y hacer que ella hable contigo, se entusiasme, divierta, se emocione y termine contándote sus secretos más profundos, así se conversa con una mujer. Y para conseguirlo tendrás que ser sincero.

Existe la triste creencia de que hay que mentir para conseguir cosas. Los políticos piensan que mentir en una situación tensa es mejor que la verdad. Así lo cree nuestros gobernantes que entraron  con un programa electoral y han hecho exactamente todo lo contrario y ahora la gente está muy cabreada. Puedo garantizarte que hubieran ganado igual si hubieran dicho la verdad, solo que ahora no habría tanto odio y crispación social porque habrían dicho la verdad. Lo mismo ocurre con una mujer, ¡NI SE TE OCURRA ENGAÑARLA!

La mentira y la verdad solo se diferencian en que la mentira cabrea y hiere y la verdad solamente puede herir, pero es muy valorada porque hace ver que te toman por alguien inteligente y además dice mucho de una persona. Deja ya la creencia de que mentir es conseguir porque es totalmente falso.

Desde el primer momento en que mientes para impresionar a una mujer o te comportas como no eres invitándola o siendo un perrito faldero la estás mintiendo y ella va a darse cuenta a parte de que ese comportamiento mata totalmente la atracción sexual. Conversar con una mujer es ser tu mismo, aprender a conversar, conectar y ser tu mismo significa ser tu mismo, no fingir algo que no eres o invitar cuando nunca lo haces solo para gustar.

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