-Encantada de conocerle…
– Hola, mi nombre es Alma, ¿y tú?
– Yo, me llamo Soledad.
Soledad significa aislamiento, falta de contacto con otras personas…
La soledad en sí puede tener varias causas de dicho efecto. Estas causas podrían ser elegidas por el propio individuo, por una enfermedad contagiosa, hábitos no aceptados por la sociedad o por nosotros mismos, situación social, etc.
La soledad en muchas ocasiones es buscada por la propia persona y valorada; ya que hoy en día hay muchos factores externos que nos pueden hacer sentir agobio, estrés, etc. Por eso, en diversas ocasiones durante la vida, necesitamos buscar ese momento o tiempo determinado, dedicado para nosotros mismos, es decir, para nosotros solos y tener nuestro propio tiempo de reflexión y control ante dichos factores como: el trabajo, familia, amigos o más bien, el mundo que habitualmente que nos rodea.
Al igual que de un modo la necesitamos y la buscamos, en periodos largos o que no controlemos ni esperemos, la soledad es vista como un sentimiento muy desagradable. Este sentimiento en dicha situación puede causar aislamiento y reclusión, siendo así el resultado de la incapacidad de mantener o establecer relaciones con los demás seres humanos.
Sin embrago este sentimiento a lo largo de la historia ha sido visto y valorado de muchas formas y maneras. Porque para muchas personas la soledad ha sido y es, la forma de iluminación espiritual.
Soledad física y mental
Hay dos tipos o maneras de sentir dicho sentimiento. En sí, nuestro cuerpo es la cadena que mueve todo ello, pero según sintamos este sentimiento así lo veremos aceptado y valorado.
La soledad física normalmente es buscada por el propio ser para eliminar distracciones y concentrarse, por necesidad o para buscar una forma más sencilla de meditar.
Aunque cuando una persona puede llegar a controlar esos momentos necesarios, evadiendo el entorno o lo que le produzca la distracción, esa sensibilidad ya es controlada y puede mantener la concentración sin tener que buscar dicha soledad.
Algunas personas muy entrenadas y preparadas para este método, como los monjes; pueden alcanzar altos niveles de concentración a pesar de cualquier factor o circunstancia externa.
La soledad mental no es un sentimiento silencioso, aunque normalmente lo vemos o lo pintamos así. Esta es percibida como la falta de algo, lo que haría que el ser buscara o necesitara cubrir ese vacío. Aunque en muchas ocasiones tras la desesperación de dicha búsqueda cubrimos ese vacío con el factor más cercano que tengamos, aunque este no cubra en totalidad dicho sentimiento.
Un ejemplo podría ser la ruptura de una relación de pareja, con el alcohol, drogas, las fiestas, viajar, etc.
Pero esto no significa que sea la mejor manera de solucionarlo, ya que el problema realmente que aquí se produce es que estos sustitutos se dan porque no se mantienen de manera auténtica, sino que salen de forma y situaciones forzadas. Estos suelen crear a corto o largo plazo mayores problemas o realmente no nos llegan a llenar. Con lo cual es una cadena que iría forzándose poco a poco.
De otro modo habría que ir conociendo cosas nuevas e ir saliendo del círculo que nos daña, pero sin perder dicha cadena viciosa con eslabones sin sentido.
Los síntomas de soledad pueden afectarnos con letras mayúsculas, aún siendo una persona rodeada de muchos seres puede llegar a sentir este sentimiento muy profundamente; y tanto como para en cierto modo llegar a la autodestrucción, enfermedades, ansiedad, alucinaciones, trastornos del tiempo…
La soledad no tiene por qué ser la causa únicamente de la falta o el vacío de algo, sino cabe la posibilidad de que no exista ese vacío y simplemente es un despegamiento o algo que nosotros mismos no vemos o no somos consciente de que está ahí. Realmente sería como si nuestro propio yo y la realidad fueran en caminos paralelos, pero no juntos en el mismo. Para ello la voluntad y la visión de dicho efecto sería la solución para poder remediar ese efecto de soledad.
Sería el hecho de valorar todo lo que nos rodea y hasta ciertamente el simple hecho de respirar, ya que es algo significativo también. Y así poco a poco ir viendo lo que cada uno de nosotros tenemos en nuestras vidas y dejar a un lado la soledad junto con el sentimiento de soledad.
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