Llorar para manipular a los demás

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Hace pocos días comentábamos en un artículo que el llanto también puede ser una emoción tóxica. No obstante hay mucha gente que utiliza el llanto para conseguir lo que quiere. Llorar para manipular a los demás es una técnica que usa frecuentemente para tocar las emociones del otro y obligarle a hacer lo que nosotros queremos.

El manipulador emocional suele conseguir lo que quiere mediante el uso de la pena. Llora o demuestra dolor de alguna forma para que la otra persona, conmovida, cambie su modo de pensar o de hacer.

Esta es la forma más visible de la manipulación emocional, hay muchas otras, las emociones son lo que se usa de forma habitual para manipular a alguien. Si quieres saber más sobre el tema te recomiendo nuestro ebook Cómo manipular a cualquier persona, con el que aprenderás a prevenir que te manipulen y sabrás cómo darle la vuelta cuando alguien quiere hacer esto contigo.

Llorar para manipular a los demás es algo que se aprende de pequeño. Todos lloramos cuando somos bebés para que nos den lo que necesitamos. Eso es algo totalmente normal, los bebés no tienen otra forma de comunicarse. Pronto empiezas a reconocer los distintos tipos de formas de llorar que tiene un bebé, incluso aprendes a prevenir sus lloros mediante la interpretación de sus señales previas.

El problema es cuando los padres no saben transmitir a los niños la idea de que llorando no se consigue todo. Ni se trata de considerar que los niños son manipulares hasta el punto de ignorarles cuando lloran ni se trata de dárselo todo cada vez que lloran.

Desde pequeños aprendemos sobre nuestras conductas, somos capaces de llegar a conclusiones sobre una acción y la reacción que tienen los demás o la que recibimos nosotros mismos después de esa acción.

No nos engañemos la culpa en estos casos no es de los niños, los padres son los verdaderos culpables de que sus hijos al crecer, no hayan aprendido a gestionar las emociones o a enfrentarse a ellas. A menudo los padres se quejan de que tienen hijos llorones, que reclaman todo el rato la atención. Pocas veces son capaces de darse cuenta de que cuando alguien reclama atención es porque no tiene suficiente.

Hay padres, por ejemplo, que trabajan tanto o que tienen tantas cosas en la cabeza que solo pueden bajar el ritmo cuando tienen un hijo enfermo. El niño aprende entonces que es cuando no se encuentra bien que recibe la atención que necesita y por tanto es más fácil que sea un niño que siempre se encuentra mal.

De mayor es muy probable que cuando tenga un problema reaccione encontrándose mal, cosa que aprendió de pequeño que era lo que hacía falta para que te prestaran atención.

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Llorar, por tanto es una forma de manipular. Y es responsabilidad de los padres saber cuando hay que hacer caso y cuando no. Todos queremos conseguir cosas y tenemos la sensación de que siempre son lo más importante. Los niños no saben diferenciar entre lo que importa realmente y lo que no, si nos cuesta a los adultos…

Por tanto es fácil que cuando quieran un caramelo y se les niegue lloren al escuchar ese no. Los padres deben mostrarse firmes en ese punto, aunque llore y patalee no hay caramelo. De otro modo los niños aprenden que teniendo más paciencia que los padres y siendo más pesados que ellos pueden conseguir las cosas.

Los padres tienen que aprender que hay cosas ante las que no pueden ceder, en bien de la educación de sus hijos, pero que hay otras en las que tienen que ceder o cambiar su forma de verlo, también en bien de la educación de sus hijos.

Cuando un niño necesita más a los padres no llora por no conseguir un caramelo. Pero se porta mal, llora a la hora de ir a dormir y en muchos otros momentos. Es entonces cuando los padres tienen que ponerse en la piel del niño y entender que aunque ellos necesiten un niño más independiente su hijo tiene unas necesidades específicas. Y distintas a las que ellos tienen. Para un padre puede ser normal dejar a su hijo jugando solo en su habitación toda la tarde, para luego darle la cena y ponerle en la cama.

Para el padre empieza el momento de descanso, todo el día trabajando, haciendo cosas en casa y por fin llega el momento de descansar. Para el niño el momento de dormir implica que ha pasado un día entero sin atención de sus padres, solo mientras le visten o le llevan al cole o le dan la cena. Pero no han tenido un momento para él.

Así, crecemos con la frustración de no haber recibido atención suficiente, y muchas veces aprendemos que si nos ponemos enfermos, tristes o lloramos los demás nos hacen caso.

Este es uno de los motivos por los que los adultos hacen eso de llorar para manipular a los demás.

Pero esto es un arma de doble filo, es como el cuento del pastor, las ovejas y el lobo. No es que la persona que llora mienta a los demás, pero al final cuando ya lo has visto a alguien llorar por algo varias veces, deja de impresionarte de la misma manera que al principio.

Así, la persona que llora para manipular a los demás, pronto deja de ser tenida en consideración, no se le da importancia a esos lloros puesto que es algo que repiten con frecuencia.

Llorar para manipular a los demás puede servir en ocasiones pero cuando se hace abuso de ello deja de tener el mismo efecto. Y como le pasaba al pastor con el lobo, cuando llegue de verdad el lobo y avises a la gente para que te ayude no van a acudir puesto que has mentido tantas veces antes que ya no creen en tu historia.

Esto cuesta de reconocer, pero si eres una persona que usa esta técnica para manipular emocionalmente a los demás deberías plantearte solucionar tus necesidades, la dependencia que tengas de otras personas y sobretodo cambiar esa manera de hacer que no te beneficia en nada.

Si vives al lado de una persona que usa este tipo de tretas para manipularte cuando lo necesita y salirse siempre con la suya te recomiendo nuestro libro Cómo manipular a cualquier persona, con el que podrás estar prevenido y conseguir que la otra persona deje de manipularte y hasta se de cuenta de lo que hace.

 

6 respuestas a «Llorar para manipular a los demás»

  1. Querido Domenec…

    Podria decir que nunca nos conoceremos en persona, pero de algo esoty muy muy muy seguro. Si tu y yo fueramos amigos. Me despertaria si tu me lo pidieras a las 2 a.m. -como justo en este momento me nacio escribirte- pidiendome ayuda de cualquier tipo (ya que no cualquiera tendria la fortuna de tenerte como amigo jajaja).

    Mi ortografía es persima y mi redacción….

    Solo quiero FELICITARTE por apoyar a la gente incondicionalmente.

    Me identifico muchisimo contígo ya que de alguna manera te veo como un hermano mayor.

    Desde México en donde quiera que estes…

    …UN FUERTE ABRAZO.

    TE ADMIRO MUCHO.

  2. Mis padres no me entienden ellos siempre me estan controlando lo qe digo o ago y odian a mis amig@s o a cualquier persona que se me acerque ya me tienen arta.!!!!!!! No me dejan salir xqe creen qe ire a acer cosas malas o inapropiadas pero yo soy una chica de15 a-os ejemplar qe no hace nada malo. :( pero aun asi no me tienen. Confianza..alguien me puede ayudar??????

    1. Veo que no. Si querés, dejame algún contacto y te digo lo que yo opino. Muy posiblemente te ayude. Copié el texto de respuesta. Parece que era muy largo y por eso no se envió. Lo voy a pegar en algún lado así lo tengo guardado.

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