Dejar de fumar II

fumar

En la primer parte de esta serie de 4 artículos vimos algunas razones por las que deberíamos decidir dejar de fumar.

Ahora veamos algunas ideas que nos pueden ayudar en el proceso para dejar de fumar. Esto esta muy relacionado con nuestros hábitos y ayudará mucho incluso si estamos siguiendo algún tratamiento médico (por ejemplo parches de nicotina, etc.).

Pensar razones para dejar de fumar y anotarlas en un papel que podamos llevar en el bolsillo. Y cada vez que tenemos ganas de fumar lo leemos. Esto al menos nos recordará que nos motiva a querer abandonar el vicio.

Además, podemos elegir las cinco más significativas de la siguiente lista:

  • Desaparecerá mi tos.
  • No me fatigaré tanto y mejorará mi rendimiento deportivo.
  • Me sentiré más ágil al subir cuestas o escaleras.
  • Mejorará mi circulación.
  • Padeceré menos catarros y resfriados.
  • Mi piel estará más tersa y suave, con menos arrugas.
  • Recuperaré el gusto y el olfato.
  • Desaparecerá el mal aliento de mi boca.
  • Mejorarán mis relaciones sexuales.
  • Reduciré el riesgo de sufrir cáncer.
  • Mejorará mi calidad de vida.
  • Aumentará mi autonomía personal. Tendré un sentimiento de liberación al romper mi dependencia al tabaco.
  • Ahorraré dinero. El consumo de un paquete de cigarros al día supone unos 722 euros al año.
  • Contribuiré a crear espacios sin humo y a respetar el derecho de los no fumadores.
  • Otras.

Además de recordarnos a nosotros mismos los motivos de nuestra decisión, debemos:

Llevar un registro de cuántos cigarrillos fumamos al día y en qué momentos. Esto nos ayudará a descubrir en qué situaciones sentimos la necesidad de fumar y a desautomatizar el consumo de cigarrillos. Podemos comenzar a registrar el consumo desde ahora hasta el momento en que dejemos de fumar por completo.

Reducir el consumo en algún cigarro, dejando de fumar en alguna de las situaciones que tengas asociadas al tabaco, por ejemplo, conduciendo, llamando por teléfono, etc. También ayuda intentar retrasar unos minutos ese cigarro que tantas ganas tenemos de fumar.

Implicar nuestro entorno: no debemos aceptar ofrecimientos de cigarros. Al no aceptar ofrecimientos de cigarros, el entorno se irá acostumbrando a no ofrecernos y será automático el proceso de rechazar los cigarros, lo cual nos ayudará a mantenernos abstinentes.

Buscar compañía. Es posible que alguien cercano también desee dejarlo. Es mejor intentarlo juntos.

Comunicaremos a familiares, amigos, pareja, etc. que vamos a dejar de fumar en los próximos 7 a 10 días. El comprometernos socialmente con otras personas en el proceso de abandono nos ayudará a implicarnos aún más en dicho proceso.

Elegir y fijar una fecha para dejar de fumar: debemos procurar que esta fecha no sea coincidente con días de tensiones o cambios que puedan alterar nuestro estado de ánimo. Esto es muy importante. Un objetivo sin fecha final nunca se cumplirá.

El día anterior al fijado, no compraremos cigarros y apartaremos de la vista ceniceros, mecheros, cerillas y demás productos relacionados con el tabaco y que normalmente guardamos en los mismos sitios y lugares.

En la próxima entrega, veremos que debemos hacer el primer día que dejamos de fumar.

 

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