Contagia tu felicidad

Photocredit: Steve Koukoulas

¿Eres feliz? ¡Contagia tu felicidad!

De nada te servirá ser feliz si no eres capaz de compartir tu felicidad con los demás. Y no, no basta con ser feliz y esperar que los demás también lo sean. Está en tu mano convertir en mejor la vida de los que te rodean.

Si no eres feliz tienes que encontrar el modo de serlo, compatir la felicidad ajena te hará más feliz. Olvídate de las envidias y los celos, de los resentimientos, del odio, del deseo que si a ti las cosas no te van bien a los demás les vayan peor. ¿Cómo va a ser feliz así? Basas tu felicidad en la desgracia de los otros. Empezar a construir algo con elementos negativos solo aportará mayor negatividad. 

Para encontrar la llave de la felicidad te recomiendo nuestro curso Cómo ser feliz y disfrutar de la vida en el que te daremos consejos prácticos para darle la vuelta a tu vida y conseguir verlo todo de forma positiva.

Rodéate de gente positiva. Estar con gente feliz te hará más feliz. Eso no quiere decir, no me malinterpretes, que evites los problemas o le des la espalda a la gente que te necesita. Ayudar a los demás también te hará feliz. Rodearte de gente positiva implica evitar a la gente negativa. Sin más. Aquella gente que solo ve problemas en todas partes, que no hacen más que quejarse y con las que no puedes evitar sentir como el amargor te llena y te devora por dentro. De esa gente hay que huir. Correr. Dejarla lo más lejos posible. Cuantas menos visitas mejor.

Entre las personas que hay que evitar también están las personas tóxicas. Aquellos amigos que disfrazados de corderos son lobos que devoran tu autoestima palabra a palabra. Aquellas personas que siempre tienen un mal comentario disfrazado de consejo. Las personas tóxicas a menudo son difíciles de detectar. Pero siempre consiguen que te sientas mal contigo mismo y con los demás.

Para que me entiendas pondremos algunos ejemplos. Las personas tóxicas no son sinceras. Lo bueno no te lo dicen nunca, se les olvida. Es como si no se dieran cuenta. Pero cuando tienen algo negativo que decirte siempre lo hacen con mucho tacto y delicadeza, son esas personas que no te quieren herir y de repente te dicen:

«Vaya, al final te has comprado los pantalones, no te quedan mal»: sí, aquellos que viste con ella y que a ella le quedaban como una patada en el culo. A ti te quedan de muerte, pero ella solo te dice que no te quedan mal. Así siembra la duda, ¿habrá sido sincera?, solo es un cumplido para no hacerme daño, ¿verdad?. Ya lo tiene. Ahora odiarás esos pantalones… y probablemente no te los pondrás cuando la tengas cerca, ya que pasas de que te mire raro. Así ella evita que si no tiene los pantalones los uses tú. Nadie puede estar por encima de ella.

«Ah! tú querías una entrada? No lo sabía!»: Siempre se olvida de ti. Organiza cosas y eres la última en enterarte.

«Pues no te queda mal el nuevo color de pelo, pero casi que me gustaba más el otro, no te ofendas, eh?» y te lo dice ahora, verdad? con cara de no haber roto nunca un plato, sin que se lo preguntes. Eso sí, con toda su mejor intención, no fuera caso que te ofendieras.

«Yo prefiero no opinar, no me gusta meterme en la vida de los demás» (y lo dice la que te avisa cuando te toca un corte de pelo o cuando no has estado acertada en algún comentario, pero a ella no le gusta meterse, lo que le gusta es hacerte sentir mal por lo que tú haces, aunque sea lo mismo que ella hace). Evita a las personas tóxicas. Esas jamás te aportarán nada positivo. Te harán dudar de lo que crees, de quién eres, te harán sentirte mal contigo misma o con los demás. Son aquellas personas que como quien no quiere la cosa ponen a unos en situaciones incómodas con otras personas, y además siempre se las apañan para parecer que la culpa es toda tuya. ¡Huye!

Por lo demás, si te rodeas de gente que te quiere bien y gente positiva se creará en torno a ti un ambiente de positivismo y felicidad, que podrás distribuir o ampliar. Es decir, imagínate a ti y a tu entorno como una burbuja de luz, fuera todo es gris. Allá por donde pasas vas dejando pequeñas partículas de luz. En algunos sitios dejarás mucha más luz que en otros, dependerá de cómo la reciban, claro está. Simplemente se trata iluminar por donde pasas. Dejar recuerdo y que siempre sea positivo.

Photocredit: Samurai John

Sonríe. La sonrisa debe ser sincera, siempre. Una sonrisa sincera es capaz de iluminar cualquier espacio gris. Pruébalo por ti misma si no me crees, ir con el ceño fruncido solo te invita a hablar en un tono de enfado, ir sonriendo te obliga a decir las cosas de forma no ofensiva. Si estás enfadado y antes de hablar sonríes, aunque sea de forma falsa lo que digas será menos agresivo que cuando lo dices con la cara desencajada. La actitud del cuerpo obliga a la mente a actuar de determinada manera. Además, si esa actitud corresponde a una sensación real (sonrío sinceramente porque soy feliz) esa energía se contagiará, será lo que emanes, lo que reciban los demás.

Si llegas a un sitio enfadado algo cambia en el ambiente, aunque solo sea porque los demás lo leen en tu cara, en tu cuerpo. Si llegas a un sitio feliz, la felicidad también se contagia. No solo somos capaces de contagiar la negatividad. La felicidad también se contagia.

Para que con tu felicidad puedas hacer felices a los demás, debes dejar de sentirte culpable. No la escondas. Tampoco se trata de que se la pases por la cara de malos modos a quien tiene una desgracia. Eso sería ser muy tóxico y en realidad no serías feliz. Si eres feliz trata de que tu felicidad, esa luz interior, se exteriorice. Ilumina tu mirada, tu cara con una sonrisa y deja un buen recuerdo allá por donde pases. Si sonríes y tu actitud es relajada eso relajará a los demás y les invitará a actuar contigo de ese modo. Así también es más fácil que los demás nos traten bien.

Cuando alguien te habla mal contestar calmadamente y sonriendo puede ser la manera de bajar el tono de la otra persona. Aunque también hay quien odia a la gente feliz y eso será el motivo para que todavía te contesten peor. De este tipo de situaciones sin solución también hay que olvidarse rápido. No dejes que alguien amargado te amargue el día.

Sé feliz y contagia tu felicidad. La sonrisa solo es una de las muchas posibilidades que tienes para contagiar tu felicidad, si quieres saber cómo ser feliz y hacer felices a quienes te rodean te recomiendo que compres ahora nuestro curso en vídeo que podrás descargar y ver dónde quieras o ver online. 

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5 respuestas a «Contagia tu felicidad»

  1. Buenas tardes, primero que todo quiero feleicitarte por este gran revista, aqui he encontrado una maravillosa ayuda para mi vida cotidiana, todos los dias la leo no me interesa repetirme una y otra vez las lecturas, con verdadera seduccion le he encontrado una mejor vision a mi vida.

    SANDY2013

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  2. Gracias por tan bonito apoyo , ahora estoy pasando una situacion muy fea en mi vida, mi esposo se fue con otra y me e quedado con mi hijo de 16, y aun asi me siento sola y con mucha depression y mas que todo con ansias y paso solo llorando , el llanto es algo que no puedo evitarlo.

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