Como ser tu propio maestro

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Es cierto que todos hemos tenido problemas en nuestra vida, sean cuales sean, incluso si hemos intentado escapar de nuestros problemas nuestro temor será muy grande a que aparezca otro nuevo. Lo mejor que se puede hacer en estos casos es aceptar que siempre habrán nuevos obstáculos que afrontar en la vida, por eso tienes que aprender como ser tu propio maestro.

Si alguien es tímido y realmente tiene mucho miedo a conocer nuevas personas, para evitar rechazos, frustraciones y vergüenza ante los demás preferirá evitar sentir todo eso sin intentar si quiera una pequeña pregunta para iniciar una conversación. El problema quizá se haya evitado momentáneamente, pero luego cuando llegue a casa después de una noche con los amigos empezará a sentirse mal porque no se ha atrevido a enfrentar su problema. Otro día al estar frente a una chica que quiere conocer lo que hará es refugiarse en su mundo interior y no atreverse. El círculo del arrepentimiento seguirá remordiéndole la consciencia.

Todo esto parará cuando un día se diga: Joder, ¡Qué tímido soy!, ¿Cómo me quito esta timidez? Recuerdo una vez que estaba con unos compañeros practicando sociabilidad. Uno de ellos me dijo: Ya Rolandox, es tu turno. Intenté iniciar una conversación con alguien y no me atrevía. Como no podía lo que hice fue intentar hablar con quien sea, no me importó que fuera con la policía que estaba cerca, cuando regresé mi compañero me dice algo que me impulsó a aprender por mí mismo a partir de ese momento: Rolandox, si tú no te presionas a ti mismo, nadie lo hará por ti.

Tenía razón. Poco tiempo después empecé a practicar por mi propia cuenta en lugares cerca de mi casa y lo he intentado con todo lo que mi tiempo y dinero me ha permitido. No voy a fardar que tengo un nivel grande de conocimiento y prácticas pues me falta muchísimo por aprender y vivir.

Lo que sí quiero recalcar es que hay muchas personas que siempre buscan la ayuda de los demás, casi siempre quieren algo o alguien de apoyo. No digo que eso esté mal, al contrario, está bien, pero siempre que estés aprendiendo como ser tu propio maestro.

Sé tu propio maestro para que algún día puedas saber dirigir tu propio destino en ese duro camino que es la vida. Para ello sé humilde desde un comienzo porque no se puede ser un maestro cuando siempre estás alardeando de tus conocimientos, tu fortaleza y tu lujoso estilo de vida. El verdadero maestro es humilde de corazón porque siempre querrá enseñar a las personas a ser como él o mejor que él.

Me había pasado que ya había ganado confianza en mí mismo al abordar a desconocidos y cuando me había encontrado con unos amigos de hace tiempo que justo quedamos para divertirnos el reto era conocer gente desconocida. Era tanto el tiempo que habían dejado de practicar que no se sentían tan seguros de sí mismos. ¿Solución? ¡Si yo puedo, tú también! En vez de estar  teorizando, entraba en acción y los motivaba a que se pusieran en acción. Realmente fue una experiencia inolvidable y me han dado ganas de ayudar más seguido a la gente a vencer sus miedos, a enseñarles a como ser su propio maestro.

Si tú eres tu propio maestro los demás te verán como tal y te sentirás muy bien si es que les enseñas a ellos a ser sus propios maestros en la vida. Por eso esfuérzate en ser el mejor en cualquier cosa que te propongas. Se siente bien cuando lo haces porque sabes que después tendrás gente a quien enseñar y podrás contribuir con tu granito de arena en este mundo que necesita gente con mucha humildad.

Está claro que debes tener la disposición y el deseo de ayudar a los demás, ser un ejemplo de superación, creatividad, talento y de lo que sea con tal de hacer ver a los demás que pueden llegar a ser tal como tú o incluso mejor que tú.

Mi profesor de la primaria hasta ahora sigo pensando que fue el mejor profesor que he tenido en mi vida, siempre decía que el mejor maestro va a querer que sus alumnos sean mejores que él. Estaba claro que lo decía con la mejor de sus intenciones porque realmente mostraba su amor por la enseñanza. Era diferente al resto que me había tocado antes o después de él. Era un excelente maestro porque no solamente nos enseñaba matemáticas o letras, sino también cosas de la vida. Nos contaba sus historias y la de otras personas con tal de enseñarnos para el futuro. Él muy pocas veces faltaba a clases.

Ahora le vi cinco años después y siempre que lo veo me alegro, porque aunque él gane poco dinero en eso la satisfacción personal que le produce el formar personas es muy grande ya que realmente enseña lo que ha vivido.

A mí me parece no muy realista y poco convincente a lo que hace un predicador de alguna religión, pues lo único que hacen es mencionar cada rato pasajes de un libro que quizá lo hayan escrito personas con muy buenas intenciones de hacer que este mundo no se pierda en el libertinaje o la falta de moral, pero más allá de eso ya es poco convincente. Eso no es ser un buen maestro.

Sé tu propio maestro y el primer paso que debes tomar para lograr eso es saber impulsarte hacia la acción en cualquier cosa que te propongas. Aprender de las experiencias de los demás y aplicarlo a tu propia vida, sacar tus propias conclusiones, no tomar prestadas de los demás. Pues allí radica el secreto del verdadero maestro: saber motivarse a sí mismo para mejorar en todo lo posible.

Teniendo en cuenta cómo ser un buen maestro en lo que te propongas, tan solo por el simple hecho de tenerlo en mente hará la gran diferencia entre las personas que están a tu alrededor que simplemente se preocupan por ellos mismos y así hasta el final de sus días.

Aprende desde ya a ser tu propio maestro y disfruta de la experiencia de ayudarte a ti mismo y a los demás.

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3 respuestas a «Como ser tu propio maestro»

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