Cómo manipular a alguien cercano

© _Hadock_

A menudo nos encontramos en la situación de tener que manipular a alguien para conseguir que haga algo que queremos o para que cambie de opinión respecto de algo que nos preocupa mucho, lo suficiente como para querer manipularle. Hay muchas personas que son especialistas en manipular a alguien cercano, seguro que conoces la típica hija que saca todo lo que quiere de su padre, o el que consigue que sus padres se enfrenten para conseguir lo que quiere o el típico que no hace nada en casa y consigue que su mujer se lo haga todo, y encima no se enfade.

La manipulación sirve para muchas cosas, entre otras hacer cambiar alguien de opinión. Consiguiendo que alguien cambie de opinión puedes cerrar una venta, obtener votos para tu partido político o conseguir un aumento de sueldo. Manipular a alguien cercano no es lo más fácil ya que si no tienes herramientas suficientes para hacerlo te encontrarás con un muro difícil de superar, ya que la otra persona te conoce lo suficiente como para darse cuenta de que cambias de actitud para pedir algo.

Para manipular a alguien cercano te recomiendo que aprendas todo lo posible sobre la manipulación, para poder ser lo más sutil posible y conseguir lo que tú quieres sin que la otra persona se sienta herida, o ni siquiera se dé cuenta. Por eso te recomiendo nuestro libro Cómo manipular a cualquier persona, con el que aprenderás todas las técnicas de manipulación necesarias para manipular a alguien cercano, a alguien que no conoces o incluso evitar ser tú el manipulado.

En primer lugar para manipular a alguien cercano y conseguir lo que quieres deberías tener en cuenta que necesitarás tiempo. No puedes hacerlo de un momento para otro sino que tienes que ir preparando el terreno de forma suave. La gracia de manipular a alguien es que no se dé cuenta así que las prisas no son buenas para la manipulación.

Como decía para manipular a alguien cercano, si lo que quieres es que te haga un favor, por ejemplo, durante los días previos deberás ser tú el que le hace favores. Sin pasarte, que si no se te verá el plumero, pero que se dé cuenta de que estás ahí cuando lo necesitas. Hazle saber que estás contento con vuestra amistad o relación ya que tienes claro que cuando le necesitas le tienes. De este modo cuando le pidas el favor, no sólo le habrás hecho varios y te lo deberá sino que le habrás hecho sentir buena persona diciendo que puedes contar con él y no querrá decepcionarte.

Ojo porque esta forma de conseguir las cosas tan interesada tarde o temprano se nota. Cuando alguien sólo te ayuda para conseguir favores es muy fácil prescindir de esa persona. Así que úsalo únicamente cuando tu favor sea tan importante que no puedas correr el riesgo de quedarte sin que te lo hagan.

Otra forma es recurrir a las emociones, haz que la otra persona se sienta mal o culpable cuando no está dispuesta a hacerte favores o recuérdale las veces que te dejó tirada y que tú no lo hiciste. Esto tienes que hacerlo sutilmente y con toda la asertividad del mundo, puedes exponerlo como que todo el mundo tiene derecho a equivocarse, como cuando te falló, pero que sabes que la próxima vez que pidas algo te harán caso. Y así, después de hacerle sentir mal, le pides el favor y querrá compensarte.

© monkeyatlarge

El modo de exponer esta situación también será determinante. No eches nada en cara si no te lo preguntan. Muéstrate agobiado, preocupado, dándole vueltas a como solucionar un problema y cuando te pregunten les dices que no tienes a nadie a quien pedirle un favor. Esa persona se ofrecerá y tú le puedes decir que sí, genial pero como la última vez dijiste que no, no quería molestarte… Se disculpará, se excusará y probablemente te dirá que le pidas lo que quieras.

Cuidado también aquí puesto que mucha gente se pone a la defensiva cuando alguien les critica, no soportan las críticas. Y a pesar de tener razón puedes llevarte un disgusto y perder un amigo. Conozco a alguien a quien le pasó. Un amigo le dijo que podía contar con él para lo que quisiera y esa persona respondió que eso no era exactamente así, que nunca se había ofrecido a hacerle un favor (no todo el mundo es capaz de pedir y esperan a que los demás se ofrezcan). El «no amigo» se ofendió tanto que dejó de hablarle. Fíjate cómo hemos pasado del «cuenta conmigo para lo que sea» al no te hablo. Con solo una frase de por medio. «cuenta conmigo para lo que quieras» «perdona pero eso no es cierto, jamás me has hecho un favor» «que te den»

Así que tenemos que tener cuidado sobre cómo decimos las cosas. Probablemente lo mejor en el caso narrado ahora mismo sería que la persona que necesitaba el favor y estaba descontento con su amigo hubiera conocido mejor las técnicas de manipulación, hubiera conocido mejor a su amigo y sobre todo, tener claro el modo asertivo de comunicarse. De este modo habría dicho lo que quería decir pero sin ofender al amigo. Cada uno tiene sus puntos débiles y para manipular a alguien hay que conocerlos totalmente.

Hemos visto que una misma técnica de manipulación puede funcionar con alguien y ser nefasta con otra persona. Así que lo básico en este caso es conocer todas las técnicas de manipulación posible, conocer las emociones y saber cómo gestionarlas y cómo motivarlas en los demás y sobre todo conocer técnicas de comunicación, ser lo más asertivo posible y tener la cabeza fría cuando tenemos determinadas conversaciones. Si no, es imposible que hagamos las cosas de forma racional. Manipular es algo muy racional aunque no lo parezca. Te remites a las emociones de la otra persona pero tienes que ser racional para analizar el resultado y saber qué hacer a continuación.

Si tienes curiosidad sobre este tema te recomiendo nuestro Cómo manipular a cualquier persona con el que aprenderás todo lo que necesitas para saber manipular y saber detectar las manipulaciones a las que te sometan.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *