Claves para ser una familia feliz

©  Ashpet
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Hoy vamos a hablar de las 7 claves para ser una familia feliz. Aunque en este artículo nos referimos a familias formadas por parejas con sus hijos, también lo podrán aplicar aquellas parejas que ya no viven juntas pero que quieren mantener una relación buena para educar de la mejor forma posible a sus hijos. Si tu relación no pasa por el mejor momento, es normal que la familia se resienta. Si la pareja no está bien, la familia no está bien, porque los hijos se dan cuenta de lo que les pasa a sus padres y hay tensión en casa.

Vamos a resumir en 7, las claves para ser feliz en familia y que implican la vida familiar. Son cosas que favorecerán la relación de pareja, pero para ello específicamente tendrás que hacer otras cosas. Si tu relación de pareja ya es buena, pero hay tensiones familiares prueba estas claves que hoy te proponemos y podrás sentir un poco de alivio para esta tensión. Si tu relación de pareja o es buena, empieza por estos puntos y trabaja la relación a parte.

7 claves para ser feliz en familia

Tiempo. Y tiempo de calidad.

Lo principal es que para que tu familia sea feliz, todos los que la integráis, los que vivís en casa, paséis tiempo juntos. Tiempo de calidad, se dice habitualmente. Pero no te engañes. No basta con el tiempo de calidad. Tienes que estar ahí, mientras tus hijos juegan a otras cosas, haciendo tareas de casa, guardando la ropa en su armario y viendo como juegan. Leyendo mientras ellos corren por el pasillo. No puedes pensar que dedicas tiempo de calidad a llegar con el tiempo justo para ponerles la cena, leerles un cuento (ese es el tiempo de calidad) y guardar la ropa en el armario cuando ya están dormidos.

Hay que tener tiempo para hacer cosas en familia, para que tus hijos no sientan que juegan solos, aunque no estés con ellos es bueno que tengan tu presencia. La de los dos. Y, por supuesto, no basta con tiempo. También debe ser tiempo de calidad. Lee con tus hijos, juega con ellos, llévales a sitios…

Expresar los sentimientos

Del primero al último. Aprended a expresar vuestros sentimientos. Esto os servirá para dar a conocer cómo os sentís a los demás, para que vean lo que provocan sus acciones (para bien y para mal) y además estarás enseñando a gestionar sus emociones a tus hijos cuando vean cómo lo haces tú. Y lo verán porque saben cómo te sientes y ven cómo actúas.
Además, al conocer los sentimientos de los demás, todos mejoraréis en empatía y seréis más cautelosos a la hora de actuar unos con otros y buscaréis la manera de no perjudicaros.

Respetarse

Educar con respeto y exigir el mismo respeto. Respetaros entre a pareja y entre padres e hijos. Es una obligación. Tratad de hablar siempre sin gritar. Porque los gritos son una falta de respeto. Respetad al otro hasta el punto de no poder gritarle. Si educas a tus hijos con respeto es más fácil exigirlo después.

Decir lo siento y perdonar

Saber decir lo siento después de dañar a alguien es algo imprescindible para hacer en familia y para extender al resto del mundo. No pedir perdón, pues cuando pides perdón lo que haces es trasladar tu sentimiento de culpa a otra persona, lo conviertes en su responsabilidad. Cuando pides perdón estás exigiendo al otro que te perdone, y si no lo hace será el responsable de hacerte sentir mal.

© katgrigg
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Lo mejor es decir lo siento. Expresa tus sentimientos, si además demuestras haber entendido lo que has hecho con la otra persona también se lo dices: siento haberte gritado. Siento no haber confiado en ti.

La otra persona se siente comprendida y puede perdonarte, ahora está en su mano hacerlo pero porque quiera no porque se lo pidas. Espero que sepas ver la diferencia entre decir lo siento y pedir perdón.

Educar en valores y predicar con el ejemplo

Aprender a perdonar es un ejemplo de educar en valores. Haz que toda la familia comparta unos mismos valores y enséñalos con el ejemplo. No hay nada mejor que educar en ejemplo, que además también educará la relación de pareja. Si el respeto siempre está presente y practicas los buenos valores, los tuyos, vivirás acorde a tus creencias y los que te rodean también lo harán. Vivir tranquilo y con valores te aportará felicidad. Fíjate que no te hablo de ningún valor en concreto, simplemente sé coherente con lo que crees.

Trabajar en equipo

Repartir las tareas familiares entre toda la familia. Que cada uno sea responsable de algo, que cada uno se haga responsable de lo que implica vivir en una casa y del trabajo que cada uno de nosotros comporta. Si los niños entienden que recoger su habitación es duro, apreciarán mejor al adulto que pone lavadoras y recoge la ropa. Y entre la pareja exactamente lo mismo. Si vivís todos en la casa lo lógico es repartir las tareas. Cada uno puede hacer lo que más le gusta o mejor se le da. Simplemente trata de que cada uno tenga sus tareas y todos colaboren para que la casa funcione correctamente.

Buscar diversión familiar y de pareja

Por supuesto, la familia debe divertirse. Tenéis que salir y disfrutar al aire libre pero también quedaros en casa y hacer actividades en familia, juegos de mesa, lectura, ver una película. Dependerá de la edad y los gustos de todos los miembros, claro está. Y también es bueno aprender a estar sin hacer nada o improvisar juegos en momentos en los que no se tiene nada más que hacer, aprovechar para charlar con tus hijos o tu pareja… Por supuesto, en la vida familiar también debe haber espacio para la diversión y el espacio de la pareja, deberíais salir solos de vez en cuando o tener momentos en los que poder hablar y reencontraros como pareja. No perder la chispa y las ganas de estar juntos y de hacer cosas con los hijos. En definitiva, si tienes una familia disfrútala y trátala lo mejor posible.

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